Redacción FJLA, a partir del trabajo de Berta Cortés y Jesús Martínez
ntre los cantos religiosos, los más difundidos y populares, quizá por tener un carácter más familiar son los villancicos, de los que hay un repertorio bien nutrido en Blesa. Aparte de los más comunes y manidos, hay algunos que consideramos muy propios de Blesa y que reproducimos a continuación. Debemos un reconocimiento a las personas que nos los cantaron: Felisa Garcés, Hortensia Serrano, María Serrano, María Jesús Bartolo y María Ángeles Cólera, y a las personas que los recopilaron y escribieron sus partituras permitiendo conservar su música: Jesús Martínez y Berta Cortés.
Pastores y pastoras
Pastores y pastoras venid, venid a adorar,
al niño que ha nacido en un humilde portal. (bis)
Venid, venid, llegad, llegad, a ver al Mesías
que ha nacido ya. (bis)
Quisiera niño hermoso llevar a tus pesebres,
los más ricos pañales, en prueba de mi amor.
Más no pudiendo hacerlo, pues tu te lo mereces,
recibe cariñoso, mi tierno corazón.
Pastores y pastoras ,venid, venid a adorar,
al niño que ha nacido en un humilde portal. (bis)
Venid, venid, llegad, llegad, a ver al Mesías
que ha nacido ya. (bis)
Pastorcicos despertad
Pastorcicos despertad que un ángel os llama,
que ha nacido en el portal, el rey de las almas.
una mulita y un buey, dan calor al niño rey,
Que entre "pa - pa - pa", que entre "jas - jas - jas",
que entre "pa", que entre "jas",
que entre pajas nace, porque así le place.
Entraréis en el portal y las partorcicas,
las zambombas tocarán y las guitarricas,
cantaréis una canción, que es cosa de admiración,
Que le "pla - pla - pla", que le "ce - ce - ce",
que le "pla", que le "ce",
que le place al niño con su gran cariño.
Y si queréis yo también para hacer sopitas,
un puchero traigo aquí y una cucharita,
cuchillito y tenedor, "pa" cuando sea Mayor.
Que es de "pla - pla - pla", que es de "ta - ta - ta",
que es de "pla", que es de "ta",
que es de plata y oro porque así le adoro.
Participan estos villancicos de la ingenuidad de las letras, propias de su origen popular.(1)
Pero estas cancioncillas tienen mucho valor, porque poco a poco se pierde el ritual navideño, el sentido de la celebración, y se homogeneiza en todo lugar la forma de celebrar la Navidad. Y quizá lo último que quede de aquel impreciso espíritu navideño sean estos villancicos, que se repiten año tras año y hasta hoy en nuestro pueblo.
Por supuesto, y como ya he apuntado, se cantan otros villancicos más difundidos, como el que reproducimos a continuación.
Parraplín, parraplín
Parraplín, parraplín, parraplía,
parraplín, parraplín, parraplán,
parraplín con José y María hay un niño en el portal. (bis)
Yo te traigo estás manzanas,
colgadas estaban ya,
que las guardaba mi abuela para el día (de) Navidad.
Parraplín, parraplín, parraplía,
parraplín, parraplín, parraplán,
parraplín con José y María hay un niño en el portal. (bis)
Así como las auroras dejaron de cantarse hace tantas décadas, los villancicos todavía son interpretados por las gentes del lugar, que los cantan en las fechas correspondientes por algo más que simple afán preservador de viejas tradiciones. Digo "cantan" y no "tocan" porque no sé si todavía acompañarán al villancico con el estridente sonido de zambombas, tambores, castañuelas, panderetas u otros instrumentos que en tiempos se prodigaban más que hoy en día.
Este artículo debe todo su interés a la labor de varias personas, además de a las cantantes, como son Berta Cortés y Jesús Martínez, por la elaboración de las partituras y su interés por el folclore local.