Excursiones desde Blesa

La Pared de los Moros en Muniesa

ITINERARIO:

Blesa - Muniesa (por carretera)- Presa de "Pared de los Moros" - Muniesa - Blesa (por camino)

DIFICULTAD:

Fácil, con pendientes suaves.

DISTANCIA:

9,4 Km a la presa
18,7 Km en total.

APTO PARA BICICLETA DE MONTAÑA:

HORARIO:
(en bicicleta)

30 minutos a la presa.
1 h de vuelta a Blesa, por camino.

DESNIVEL:

90 m aprox. (entre 770 y 860)

CARTOGRAFÍA:

Servicio Geográfico del Ejército E: 1:50.000, Hoja de Moyuela 27-18 (466), Hoja de Muniesa 28-18 (467

P ara variar, en esta ocasión realizaremos una excursión corta a un pueblo próximo, que podemos completar en una hora, o en más según nos tomemos nuestro tiempo andando, en bicicleta, o incluso en automóvil, que hay gente para todo.

Partiremos de Blesa en dirección a Muniesa, yendo por la carretera para acortar el trayecto.  Antes de entrar en el pueblo por un portal flanqueado de árboles, cruzamos el barranco llamado reguero Granjeta (Km 7,43 y unos 20 minutos en bicicleta), el cual debemos remontar para llegar a la cercana presa.

Tras cruzar el puente sobre el barranco, tomaremos el camino de tierra que parte hacia la derecha, y remontaremos con buen firme la margen derecha del barranco.  No tardaremos en encontrar el primero de una serie de desvíos.  En el primero seguiremos a la derecha (Km 7,8) y casi seguido desembocamos en el camino que lleva al cementerio (Km 8), pero nos alejaremos de él siguiendo hacia la derecha y cruzando a la otra margen del reguero, donde enseguida veremos cómo parte un desvío a la derecha en rápida ascensión, pero que ignoraremos para seguir por el camino principal.

Seguiremos recto hasta llegar al desvío clave (el único que puede ser equívoco, Km 8,5).  Tomaremos el camino de la izquierda, que tiene una leve y breve pendiente, y que al remontarlo nos descubrirá a lo lejos un muro que cierra una porción del barranco.  Sin más desvíos llegaremos hasta la presa (Km 9,43 y unos 30 minutos en bicicleta).

La presa de Pared de los Moros

La presa se localiza en los límites entre los términos de Muniesa y Plou, en un afluente derecho del Aguasvivas, de escasas o nulas aportaciones en la moderna etapa hidrológica.

Según los especialistas que la estudiaron, la presa formaba inicialmente un embalse de unos 150.000 metros cúbicos de capacidad.

Como se puede ver en la fotografía, hoy se presenta rota por la parte central, coincidiendo con la zona de más altura de la presa.  Al romperse la presa, fueron arrastrados los depósitos que seguramente se habían acumulado.

Cerca de la presa (según el libro de Miguel Arenillas Parra que cito más abajo) existen restos de un alfar situado en el antiguo embalse, del que se conservan la balsa de decantación y preparación de materiales -parcialmente aterrada- y las ruinas de un horno.

Panorámica de la presa

La pared es un tanto irregular y se apoya sobre un afloramiento de calizas jurásicas.  Su altura máxima es de ocho metros y medio, y la coronación tiene una longitud de setenta metros (o 58 según otros expertos).

Su datación es difícil.  Miguel Arenillas escribió que por la tipología de la obra es de época romana;  Miguel Beltrán propone como fecha de realización la primera parte del siglo II de nuestra era.

"La pared presenta un único muro de casi tres metros de espesor, constituido por dos paramentos de mampostería recibida con mortero de cal y un núcleo de calicanto.  Los paramentos -de 1,10 metros de anchura cada uno- están construidos con mampuestos de caliza de la zona, ligeramente trabajados, que se disponen en dos paños; los exteriores se ordenan según hiladas muy continuas (opus vittatum) aunque desiguales y de aparejo poco cuidado.  El calicanto del núcleo (opus caementicium) alcanza los 70 centímetros de espesor".

"La presa tiene una toma en cada margen, constituidas en ambos casos por sistemas de torre y galería.  Las torres se adosan aguas arriba al núcleo de calicanto de la estructura y debían estar construidas con muros de sillería -hoy desaparecidos-, pues en el calicanto se conservan huellas de los sillares.  En la parte baja de cada torre se inician las galerías -de sección rectangular rematada en arco de medio punto-, que se prolongan aguas abajo de la presa.  La de la margen izquierda -trazada a más de tres metros sobre el cauce- conserva su estructura a lo largo de unos cinco metros y está parcialmente aterrada; la otra galería, situada casi tres metros por encima de la anterior, se ha perdido en algunos sectores y en otros sólo se mantienen los hastiales.  Restos de ambas conducciones se pueden observar hacia aguas abajo a lo largo del afloramiento de calizas que forma la cerrada, donde hay tramos excavados en la roca; al entrar en terrenos menos competentes se pierden definitivamente".

"Las aguas de este embalse pudieron utilizarse para el abastecimiento de un núcleo urbano o alguna villa, de los  que no quedan referencias; también se pudieron aplicar al regadío de algunas tierras que hoy pertenecen al término de Muniesa".

El regreso

Terminaremos esta didáctica salida regresando a Blesa por el camino (o mejor dicho, uno de los caminos) que nos comunican con el pueblo vecino.  Para empezar volveremos a la entrada de Muniesa por el barranco hasta el puentecillo sobre el que cruza la carretera (Km 11,4).

No deje pasar la oportunidad de admirar su torre mudéjar del siglo XVI que se yergue preciosa ante cualquier rayo de sol.

Retomamos durante un corto espacio la carretera comarcal en sentido a Blesa, para abandonarla en el desvío a la derecha del kilómetro 13 de esta excursión (no de la carretera).  El camino está en buen estado.

Una vez en el camino, dejaremos a un lado un desvío a la derecha (Km 13,4), y una caseta en el kilómetro 13,8 ya próxima a la balsa que hay en el término blesino de la Chanclesa, relativamente cerca del corral del Navallo.

Croquis de la excursión a Pared de los Moros

La balsa es un punto crucial en esta excursión, (Km 14,5) un auténtico nudo de comunicaciones, pues en ella convergen cinco caminos, lo que remarca su importancia.

En esa ocasión seguiremos el camino que hay frente a nosotros, que se bifurca a los pocos metros.  El camino de la izquierda va hacia la carretera y el paraje de las Lagunas.  Seguiremos el de la derecha, que nos llevará por la parte de atrás de la sierra del pico de San Jorge.  En el kilómetro 16,2 pasaremos junto a un aljibe, ignoraremos los caminos laterales que jalonan este trayecto y nos mantendremos en el camino principal, que se distingue claramente de los demás.

A partir del kilómetro 17 comienzan los descensos pronunciados, y como el camino se estropea rápidamente en estas circunstancias, deberemos extremar las precauciones si vamos en bicicleta.  Pasaremos por la parte de atrás del pilón de San Jorge y llegaremos al final del camino en las inmediaciones del puente Nuevo, sobre el Aguasvivas (Km 18) a poco más de medio kilómetro de Blesa.  Al predominar las cuestas abajo en este recorrido de vuelta, y a pesar de que el firme esta en peor estado, podemos estar de vuelta en Blesa en media hora, lo mismo que nos costó llegar a la presa.

Bibliografía

- La presa de Almonacid de la Cuba.  Del mundo romano a la Ilustración en la cuenca del río Aguasvivas. Miguel Arenillas Parra, Carmen Díaz-Guerra Jaén y Rafael Cortés Gimeno. Gobierno de Aragón (Departamento de Educación y Cultura), Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente (Confederación Hidrográfica del Ebro)

- Otras obras de la cuenca del río Aguasvivas, por Miguel Beltrán Lloris y José María Vilades Castillo, del trabajo "Aquae romanae: arqueología de la presa de Almonacid de la Cuba", Boletín del Museo de Zaragoza.

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