El molino del Vado Construcciones con historia
Está situado a unos tres kilómetros río abajo del pueblo. La fecha de construcción es incierta pero en el arco de sillería que enmarca la puerta principal está grabada la cifra de 1593(1). La misma fachada muestra, no obstante, diferente obra para las plantas superiores que para las inferiores, aparte de algún corral anexo claramente posterior, lo que indica sucesivas ampliaciones. Está unido a la bella presa o azud de los Arcos, medio kilómetro aguas arriba, por la acequia molinar. Sobre el azud no comentaré nada aquí, pues hay un artículo dedicado a ésta y otras presas del río Aguasvivas(2).
El interior muestra todavía la maquinaria básica de molienda, restos de piedras de moler y los conductos que comunicaban las diferentes estancias del molino, para almacenar y trasladar con comodidad el grano a las muelas donde se molía.
La disposición de las tres plantas conforma sus funciones: el molino ocupa una y media, pequeña área de vivienda y los graneros. En la planta superior existen dos graneros y una puerta al exterior (la que se ve en la fotografía anterior), y una escalera que lo une a parte de la primera planta. En la primera planta hay habitaciones dedicadas a contener pequeños silos y maquinaria molinar, y separadas salas de vivienda y una escalera (ahora en ruina) que baja a la sala de molienda. A la derecha de la foto quedan restos de lo que debió ser la cuadra, a la que se accedía desde el interior de la sala de molienda. En la pared de uno de los graneros está dibujado el relieve de una piedra de molienda. El esquema de la pared llamó mi atención en la primera visita y también se encuentra, aunque más simplificado, dibujado en la fachada del molino Bajo de Blesa. El esquema simboliza el mecanismo usado para el levantamiento de la muela, dibujada con 46 ó 47 machones*.
Si visita el molino extreme las precauciones pues los techos y suelos se encuentran en franca ruina. Los artefactos de molienda se conservan aceptablemente, aunque desconozco si están completos. En la planta baja hay una muela (piedra de moler) rota, y existen dos (la solera y la volandera) bajo el guardapolvos de madera que hay en el lugar de molienda. Sobre los utensilios de molienda, en el techo, hay unos agujeros y conductos que se comunican directamente con una habitación de la planta superior, lo que hace suponer que las tolvas se cargarían desde la habitación de arriba. En esta habitación, situada inmediatamente sobre las muelas se pueden observar huecos de obra destinados a almacenaje de grano, así como un artefacto para la "porga" o limpia del cereal. Esta máquina filtraba las piedras u otros desperdicios y dejaba caer el trigo limpio al piso inferior, donde probablemente se conduciría a la tolva a través de conductos de tela o madera. El molino es de un sólo cárcavo, de dos metros de anchura y cubierto por una bóveda de medio cañón, de mampostería en su mayor parte y con algún arco de sillares. El suelo del cárcavo está cubierto por una espesa capa de barro seco bajo la que se pudre el rodete y oculta el aliviadero y la botana. El barrón, el eje común del rodete y la muela, va desde el fondo del cárcavo hasta sobrepasar la primera planta, donde seguramente aprovechaban su giro para mover máquinas suplementarias en el proceso de molienda. El barrón o árbol es de hierro, una adaptación relativamente moderna en los molinos. También se puede observar, en el cárcavo, la barra que regulaba el aliviadero, gobernada desde la planta principal, para levantar más o menos la muela volandera. El orificio desde el que se regularía la tajadera de la botana está cegado en la actualidad. Todas las obras hidráulicas del término de Blesa guardan varias similitudes en cuanto a su construcción:
Propiedad y molineros El molino de Vado y el del Galindo han tenido relación, dado que su propietario era uno, el capítulo eclesiástico de Muniesa hasta mediado el siglo XIX, cuando se desamortizaron. Como pista de su valor relativo conservamos estos datos de la Contribución de 1852, cuando el molino del Galindo, consta por una valoración bruta de 660 reales, frente al del Vado, valorado en 1980 (tres veces más). Estas valoraciones podían cambiar y así sabemos que en el amillaramiento de 1858 (ficha 420), figura propietario del Vado y el Galindo "Capítulo eclesiástico (de Muniesa) y su administrador fue Baltasar Pérez. - 1 molino harinero en Galindo con balsa y huerta" El producto íntegro
son 1140 reales de vellón, con 760 de bajas por gastos naturales
y un líquido imponible de 380. El molino del Vado es actualmente de Ascensión Martínez Nuez. El molino pasó a propiedad de su familia cuando su abuelo Fabián Nuez Serrano lo compró en 1903 a Pedro Martín, del cual ignoramos por ahora los antecedentes. La escritura de tal venta puede que se conserve en el Archivo de Protocolos de Montalbán, como otras muchas que allí se guardan. En él molió Lorenzo Serrano, uno de los miembros de una
saga de molineros. Era hermano de Antimo Serrano, dueño y molinero
del molino Bajo. Los hijos de éste, Facundo y Ángel,
continuaron con la tradición familiar en el molino Bajo (y todos
ellos portaron el mote de El Molinero). Las muelasVoy a hacer un inciso para hablar de las piedras de
molienda (las muelas) que podemos encontrar, enteras o rotas, en varios molinos
y alguna calle de Blesa.
En el esquema anterior se puede observar el esquema para el levantamiento de la muela. Esta operación era habitual ya que el picado para mantener el relieve de las piedras y devolverles el "vigor", es esencial para lograr una buena calidad de la harina. Para realizar esta operación había que sacar el guardapolvos y luego, ayudado por la "cabra" o "cabria" (el artefacto elevador mediante una barra con un tornillo sin fin), levantar la piedra y darle la vuelta. También se han representado las líneas grabadas en relieve, (aunque se han simplificado para que se vean claramente, constando en realidad del doble de ellas). En la fachada del molino Bajo, en Blesa se reproduce con fidelidad el grabado de las muelas de molino. En concreto este esquema reproduce el de una de 1,40 m de diámetro. El primer círculo concéntrico estaba a 18 cm del centro, y a partir de ahí surgen las bandas de los radios y machones. El segundo círculo concéntrico está a 402 mm, el tercero a 500 y el radio total es de 700 mm. Esta muela tiene 14 divisiones interiores (radios) de 35 mm de ancho. El primer machón deriva ya desde el círculo más interior, el segundo desde aproximadamente el segundo círculo y el tercero una vez sobrepasado el tercer círculo (a 145 mm del borde). Los machones tienen un ancho de 38 mm. A partir del tercer círculo, y hasta el borde, los radios y machones tienen grabadas líneas paralelas en su interior (7 en los radios y 9 en los machones) que les da una textura que encamina la harina hacia el exterior.
Javier Lozano Allueva
Machones: Denominación que da Facundo Serrano, el molinero,
a las líneas grabadas en la muela, con cierto ángulo sobre
los radios. Este término no lo he podido confirmar en ningún
diccionario o enciclopedia, aunque ninguna se molesta en describir una
muela de molino, ni mucho menos sus relieves. En los libros especializados
en molinos los denominan "rayones".
Archivo Histórico Provincial de Teruel. Apéndice al amillaramiento
de urbana año de 1903.
El trabajo de Gonzalo Morís sobre Ingenios
hidráulicos históricos: molinos, batanes y ferrerías.
1.- Con posterioridad a la elaboración de este artículo surgió el debate de si aquellos signos en la clave del arco de la puerta representarían números o letras, quizá las iniciales IS9J. La caligrafía antigua juega estas pasadas. La conclusión queda a juicio de cada uno, salvo que encontremos en algún lugar documentación al respecto. 2.- Para más información puede consultar el libro de Miguel Arenillas Parra y otros autores, titulado "La presa de Almonacid de la Cuba, del mundo romano a la Ilustración en la cuenca del río Aguasvivas", editado por la DGA en 1996. |