Traemos a nuestras páginas varios cantos populares cuyo nexo de unión es ser conocidos en las localidades aragonesas de Blesa y Huesa. Y también el etnógrafo que los recopiló, a quien vamos a rendir un pequeño recuerdo y homenaje. La raíz de este artículo surgió cuando José Plou Nuez (nacido en Blesa en 1929) nos cantó “el piojo y la pulga”. A él se lo enseñó en el mismo pueblo aragonés Dámaso Magallón Gracia, el tío “Cucala” (nacido sobre 1896), que fue guarda muchos años y del que tenemos recopilados indirectamente otros cantos.
El piojo y la pulga
Dice así:
El piojo y la pulga (versión transmitida por José, en Blesa)
El piojo y la pulga se quieren casar, y no celebran la boda porque no tienen pan. Sale una hormiga de su hormigal, “Celebren la boda, que yo pongo el pan”. Por el pan no es, que ya lo tenemos. Nos falta la carne ¿dónde la hallaremos? Sale una zorra debajo de una vaca: “Celebren la boda, que carne no falta.” Por la carne no es, que ya la tenemos. Nos falta el vino, ¿dónde lo hallaremos? Sale un mosquito debajo un racimo: “Celebren la boda, que yo pongo el vino.” Por el vino no es, que ya lo tenemos. Nos falta el cura, ¿dónde lo hallaremos? Una cucaracha vestida de negro sale y les dice: “Celebren la boda, que los caso luego”.
Cuando buscamos información sobre este canto, algo irreverente, lo hallamos publicado en “Cancionero popular aragonés 80”(1) recopilado por Julio Alvar (1925-2016). Este etnógrafo y también artista ilustró cada canto con un dibujo original que mostramos aquí. Alvar lo recopiló en el pueblo turolense de Jorcas, y es diferente en algunos puntos (lo mostramos por su interés) y tiene un final más divertido:
El piojo y la pulga (versión de Jorcas)
El piojo y la pulga se quieren casar, y no hacen la boda por no tener pan. Ya sale la hormiga por un hormigal: -¡Hágase la boda, que yo pondré el pan! —Piojito, piojito, que pan ya tenemos. Por falta de vino no nos casaremos. Ya sale la mosca de un calabacino: -¡Hágase la boda, que yo pondré el vino! —Piojito, piojito, que vino tenemos. Por falta de carne no nos casaremos. Ya viene un lobo por un alto cerro: -¡Hágase la boda, que yo pongo el carnero! - Píojito, piojito, que carne tenemos. Por falta de madrina no nos casaremos. Ya sale la gata por una cocina: —¡Hágase la boda, yo soy la madrina! —Piojito, piojito, madrina tenemos. Por falta de padrino no nos casaremos. Ya sale el ratón de un montón de trigo: —¡Hágase la boda, que yo soy el padrino! Y en medio de la boda ocurrió un desatino: Saltó la madrina y se comió al padrino.
Su cadencia y la temática del casamiento de personajes animales, nos recuerdan un poco a la que tenía la canción de “Los topos de Romanor”, cuando nos la cantaban en la Replaceta de Blesa o en Huesa (publicada en la revista EL HOCINO nº 29 de julio de 2012, y en Ossa nº 39 en julio de 2010).
Julio Alvar recogió decenas de cantos en distintos lugares de Aragón y otras regiones, y se conservan sus grabaciones.
¡Quiquiriquí!
De esas muchas, en Blesa nos habían cantado el “Quiquiriquí canta el gallo”, que Alvar recopiló en Zaragoza, pero a nosotros nos lo cantaba Casimiro Serrano (véase revista El Hocino n.º 26 - febrero de 2011, recopilada por E. Serrano G.). Esta es la versión recopilada en Blesa, que es muy similar, hasta que llega el final...
¡Quiquiriquí!
¡Quiquiriquí! canta el gallo,
mal en el papo.
¿Quién te lo ha hecho?
El fardacho.
¿’Ande’ está el fardacho?
Debajo de la leña.
¿’Ande’ está la leña?
El fuego la quema.
¿Y ‘ande’ está el fuego?
El agua lo apaga.
¿Y ‘ande’ está el agua?
Los toricos se la han bebido.
¿Y ‘ande’ están los toricos?
Han ido a labrar.
¿Y ‘ande’ está lo que han labrado?
Las gallinas lo han escarbado.
¿Y ‘ande’ están las gallinas?
Han ido a poner.
¿’Ande’ están lo que han puesto?
La vieja lo ha compuesto.
¿Y ‘ande’ está la vieja?
Ha ido a hilar.
Pues que le den, que le den
con el mango de la sartén y
que le rompan los dientes
para que no pueda comer.
Se conservan en Aragón diferentes variantes, como las recogidas por Julio Alvar, en “En torno a los mitos y a los ritos (por un Atlas de Ritos y Mitos en Aragón)” publicado en las actas del “I congreso de Aragón de etnología y antropología” de 1979, editado en 1981 por la Institución “Fernando El Católico” (C.S.I.C.) Pág. 109 y siguientes.
Además, Alvar, realizó un estudio del significado simbólico de cada elemento que se menciona y su interrelación.
Hoy es una publicación electrónica que podemos leer en ifc.dpz.es/recursos/publicaciones/10/56/_ebook.pdf
En cuanto al final, que es donde más cambia la versión que recogió Alvar, la versión de Zaragoza decía:
- ¿dónde está lo que han puesto?
- La abuelica lo ha descompuesto.
- Dónde está la abuelica?
- A misa se ha ido.
- ¡Ojalá que cuando salga de misa,
le caiga una teja
y le rompa una oreja!
Pero no hace falta irse tan lejos para encontrar variaciones a la canción. En el mismo Blesa, cuando entrevisté a Pascuala Artigas [nacida en 1924; grabación BL0085, de 2002] (que pertenece a la generación anterior a Casimiro Serrano), nos cantaba la canción similar a 'Quiquiriquí' pero con este arranque:
Subi a la torre
Había ladrones comiendo melones,
Les pedí una cortecica,
No me la quisieron dar.
Recogí lo que tiraban
Me lo fui a lavar
a la punta la canal.
No había agua,
Los toricos se lo han bebido...
Y a partir de ahí entroncaba con la versión de Casimiro casi con su mismo final, salvo en el siguiente verso:
¿Y ‘ande’ está la vieja?
Ha ido a hilar.
¿ande está lo que ha hilau?
Río abajo lo ha tirau.
Esta canción que como vemos tiene dos versiones claramente diferenciadas ya la recopiló en el vecino Huesa del Común, otro gran etnógrafo, Arcadio de Larrea (1907-1985), el que titulaba "Mañana domingo". Lo recopiló de Josefa Bernad Salas, que era una generación anterior a Pascuala (pues nació aquella en torno a 1890).
Varios de los cantos que publicó Julio Alvar en “Cancionero popular aragonés 80” los recopiló en nuestro pueblo vecino de Huesa del Común, que está presente con tres cantos: a “San Antón”, el precioso canto pastoril de “Cruzando montes y valles” y “Febrero”.
¿Será posible que algunos de ellos también se hubiesen enseñado a los mayores de Blesa, Huesa...?
Siempre se puede preguntar más, pero nuestros mayores de ahora ya no son los de hace cincuenta años y en Huesa y Blesa apenas les suena alguna estrofa ya. Solo he hallado a una persona en Blesa, con excelente memoria para las canciones, Agustina Allueva Marco, que conocía la mitad primera de "Febrero".
Febrero
Febrero
El primero hace día, el segundo Santa María, el tercero San Blas, el cuarto nada, el quinto Santa Águeda y el sexto Santa Elena; y el mozo que ha de ser mozo tres fiestas ha de recorrer, a San Blas a Fonferrada, a Santa Águeda a Vivel, a Godos a Santa Elena a bailar el paso a tres.
re-publicado en la revista Ossa nº 24
San Antón
San Antón
San Antón va por los montes atando de pies y manos a todos lobos y lobas, zorros y zorras y a todos animalicos malos, pelo blanco, pelo negro, pelo mezclado, pelo de cualquier rebaño. Por la Vía va Santa María, por los campos van los santos, San Antón los guarde hasta que estén en poder de su amo.
re-publicado en la revista Ossa nº 50 (julio 2017)
Cruzando montes y valles (dos grabaciones)
Cruzando montes y valles
— Cruzando montes y valles, ¿Adonde vas, buen pastor? — Voy en busca de una oveja que del redil se ausentó. Pues si has desoído ingrata las dulzuras de mi voz y dejado tu cabaña, y has despreciado mi amor, y el alimento sabroso que mi mano le brindó por ir a dar en las garras, tal vez, del lobo feroz; o dejar en los zarzales tu ensortijado vellón, corriendo peligros mil sin un guía protector. ¿Por qué, dinos, lo abandonas? ¿Por su ingrata condición? En vez de verter por ella triste llanto de dolor? Yo de mis mansas ovejas soy celoso guardador y de ellas ni una tan sólo quiero que se pierda, no. Y arrastro el frío y la lluvia, no temo al ardor del sol ni el rugido de las fieras cercanas me dan pavor. Dejo las noventa y nueve y corro lleno de ardor tras la oveja descarriada que el rebaño abandonó. Cruzo barrancos y llego a donde nadie llegó; y al hallarla le prodigo caricias de tierno amor. Y la coloco en mis hombros y la llevo a mi mansión y allí celebro la vuelta al redil de donde huyó. Porque yo amo a mis ovejas con infinita pasión, porque de ellas soy su amparo, su guía y su buen pastor.
re-publicado en la revista Ossa nº 30
Esta versión la he transcrito de la grabación de agosto de 1974 tomada del pregonero Joaquín Hernández Ayete (66 años a la sazón), y grabada por José Cirujeda Ramo; Contiene pequeñas variaciones no significativas, sobre la que grabó Julio Alvar de la misma persona. Aquí la presento con pequeñas correcciones que tiene en cuenta ambas grabaciones a las que tenemos acceso.
Semblanza de una obra y una vida.
Julio Alvar López nació en Zaragoza, en el seno de una familia de investigadores. Polifacético, dedicó su vida a la pintura y a los estudios etnográficos. “Julio Alvar figura con pleno derecho entre los españoles genuinamente singulares de la segunda mitad del siglo XX. El hecho de que estableciera su residencia en París en 1954, cuando conoció a Janine, compañera de su vida y colaboradora imprescindible, motivó que su ingente labor etnográfica no sea tan conocida en España como la de su hermano el gran filólogo y dialectólogo Manuel Alvar. Con él colaboró en el Atlas Lingüístico y Etnográfico de Andalucía, el de Canarias y el de Aragón, Navarra y La Rioja, aportando los extraordinarios dibujos [de los que mostramos varios ejemplos aquí] que les confieren un valor excepcional.
Sus trabajos en Iberoamérica, del que son expresión destacada sus estudios sobre la región de Guaraqueçaba (Brasil) (publicada en 1979) y con la comunidad purépecha de Michoacán (México), le permitieron reunir una impresionante colección etnográfica de libros, dibujos, películas, objetos rituales y más de mil cerámicas, incluyendo una veintena de piezas precolombinas.” (Fuente: Jaime de Vicente)
De 1963 a 1968 realizó una investigación en 125 pueblos aragoneses, colaborando en el Atlas Lingüístico. Pero el ámbito geográfico del estudio del atlas era aún mayor: 179 localidades encuestadas, por provincias: Huesca, 41; Zaragoza, 30; Teruel, 36; Navarra, 36; La Rioja, 21; Burgos, 1; Alava, 2; Guadalajara, 2; Cuenca, 2; Soria, 3; Valencia, 2; Castellón, 3.
El equipo de encuestadores estuvo integrado por Antonio Llorente, Tomás Buesa y el hermano de Julio, Manuel Alvar, tres investigadores unidos por la amistad y con una formación idéntica, lo que garantizaba la uniformidad de criterio en sus pesquisas. A Julio Alvar se deben los interesantes dibujos que completan la obra, y a Elena Alvar la ordenación de materiales y la realización de los índices de dibujos, fichero de fotografías, etc.”
“El resultado comenzaba a ver la luz en 1979, el primer tomo del Atlas Lingüístico y Etnográfico de Aragón, Navarra y Rioja (ALEANR) obra que consta de doce volúmenes, el último de los cuales fue impreso en 1983. [De M. Alvar, A. Llorente, T. Buesa y E. Alvar, 12 tomos, Madrid, Departamento de Geografía Lingüística del C.S.I.C.- Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 1979-1983].
En 1984 Julio comenzó a publicar el “Cancionero popular aragonés 80”. Transmitía Javier Ortega que “El antropólogo recopiló alrededor de 600 canciones, cuentecillos o romances de la literatura oral aragonesa, que se transmitía de padres a hijos, cuya primera entrega fue editada por la editorial Guara en cuatro carpetas bajo el título genérico de “Cancionero popular aragonés 80”. Las carpetas constan de cinco poemas o canciones en un pliego cada una de ellas; ilustradas con un grabado original de Alvar, en la técnica tradicional del grabado de madera, alusivo a la canción.”
“La labor del antropólogo -no fue fruto de una investigación bibliográfica- se limitó a recopilar todo lo que le transmitieron de viva voz. El valor de este Cancionero era testimonial, sirve para rescatar y conservar algo que corría el riesgo de perderse.”
Hoy en día se pueden oír algunas de sus grabaciones, en Internet, gracias a la fundación Jiménez Díaz. http://www.funjdiaz.net/fono1.php?pag=12
Julio Alvar fue miembro del “Museo del Hombre de París”, ciudad donde residió habitualmente.
También estuvo implicado en la creación del precioso Museo Monográfico del azafrán de Monreal del Campo, cuya existencia propuso y definió Julio Alvar; (él hizo una propuesta al ayuntamiento y este la aceptó). El museo vio la luz en 1983.
Las láminas del bonito “Atlas Lingüistico y Etnográfico de Andalucía” (ALEA) están disponibles hoy en internet en: http://repositorio.iaph.es y buscando Julio Alvar.
Las láminas con dibujos del Atlas de Aragón se pueden disfrutar en su libro (disponible en la Biblioteca de Aragón) y del que mostramos unos ejemplos en estas páginas sobre cántaros, alfarería, carretería...
El gran trabajo de los etnógrafos profesionales tuvo el doble valor de ser metódico y estar hecho a tiempo.
Así cosecharon lo más antiguo en el fértil campo de los mayores de hace 50 años, aunque lamentablemente no en todas las localidades.
Mientras, los aficionados que hoy en día pululamos por los pueblos, recogemos en el rastrojo de la memoria aquello que ellos no recopilaron, lo poco que aún permanece entre la maleza de la aculturación.
Blesa y Huesa del Común, verano 2017