sombro es lo que he sentido al encontrar en la Hemeroteca de Zaragoza este gran retrato periodístico, que nos habla de la educación y su evaluación en 1829. Se conservaban en la prensa del siglo XX numerosas "evaluaciones escolares" donde las autoridades municipales (no siempre educadas) evaluaban a los maestros por mano de los alumnos. También se evaluaban sus conocimientos sobre la religión. Pero hallar algo así del primer tercio del siglo XIX ¡es casi increíble!
Además está repleto de los nombres de los niños que salieron a la palestra (perdón en la iglesia parroquial), así como el maestro y los religiosos.
Es una crónica singular, un tesoro conservado en los años que mediaron entre las guerras napoleónicas y la primera guerra carlista. Se publicó en el "Diario de Zaragoza" del (conservado en la Hemeroteca de Zaragoza).
Educación.
Siendo la cristiana y literaria educación de la juventud el cimiento en que estriba la felicidad de todo buen gobierno, publicamos con gusto la siguiente relación de un acto literario y religioso, que han remitido a esta Ilustre Junta de Instrucción los Sres. Rector, Alcalde y Síndico Procurador del lugar de Blesa, del corregimiento de Daroca. La relación dice así:
Muy Iltre. Junta de Instrucción del Reino de Aragon.=
José Sancho, Rector de Blesa, Juan Felipe Artigas, Alcalde. Gregorio Martín, Síndico Procurador, y como tales componentes la Junta de Instrucción pública de dicho pueblo, hacemos presente a V.S.I., que en cumplimiento de lo que se nos manda por el Reglamento general de Instrucción, hemos procurado practicar las diligencias necesarias para llevar a su debido efecto cuanto en él se nos previene, visitando para ello en su escuela a los niños de primeras letras con aquella frecuencia que nos ha parecido conveniente, a fin de que no careciesen de cosa alguna perteneciente a su debida y completa instrucción. Entre los varios cuidados de la Junta uno de los mas principales ha sido, el que hubiese siempre en la escuela un surtido competente de libros, Catones, Catecismos, Abecedarios, Silabarios, y demás cosas necesarias para la enseñanza de los niños, y con especialidad para los pobres, a quienes el Rector les ha hecho la caridad de proveerles a sus espensas [expensas] de cuantos necesitaban para su instrucción.
La Junta ha visto con grande placer el cumplimiento de sus deseos, pues tanto el maestro como los niños han desempeñado a nuestra satisfacción sus respectivas obligaciones. Viendo pues que nuestros desvelos producían todo aquel efecto que deseábamos, dispusimos, que D. Pablo Pérez maestro Real y encargado de esta escuela presentase los niños de la primera y segunda clase en público, para que manifestasen a éste el fruto de sus tareas, lo cual se verificó en el día primero de Pascua de resurrección en la Iglesia parroquial después de la misa mayor, y su egercicio [ejercicio] de certamen fue en la forma siguiente:
Colocados en el presbiterio los Eclesiásticos con el P. predicador de la cuaresma, y los Sres. de Ayuntamiento en sus lugares respectivos a presencia de todo el pueblo presentó señor maestro diez y ocho niños de las dos primeras clases, los cuales puestos en orden hicieron su oración al Santísimo Sacramento, y a seguida se entonó un cántico de Alleluya en alabanza de la resurrección del Señor, que cantaron» dúo dos de los niños con el P. predicador de la cuaresma, acompañándolos el maestro con el salterio, que sirvió después para llenar los intermedios. A este tiempo ya estaba preparado en el púlpito Francisco Román Sancho y Sanjuan de edad de ocho años, quien pronunció un discurso compuesto por el maestro, preparando al concurso, y manifestando los puntos de que se había de tratar, y suplicando al mismo tiempo el disimulo de las faltas que pudiesen ocurrir. Entre tanto que éste bajaba del púlpito al presbiterio, dijo José Nuez una fábula sobre las ventajas de la ciencia, y concluida alternó la música de salterio.
A seguida presentó el maestro sobre una mesa los libros que según el Reglamento usan en la escuela, y también el Oficio Parbo(1), y cada uno de los niños leyó donde se les señalaba por los Sres. Capitulares, ya en latín, ya en castellano, hasta que el Rector hacia señal con la campanilla, y se concluyó este ejercicio con la fábula del Labrador y el Niño.(2) Acto continuo se comenzó la esplicacion [explicación] de Historia Sagrada, que preguntó cuatro lecciones Francisco Román Sancho y Sanjuan, por el compendio del Abad de Fleuri, y respondieron los niños de la segunda clase sin errar un punto.
Luego entró a preguntar a los de la primera clase José Nuez, continuando esta interrogatorio de cuatro en cuatro lecciones, concluyendo en cada cuatro con una fábula por orden sacadas del “Amigo de los niños”, “Lecciones escogidas”, Samaniego, e Iriarte,(3) alternando a estas lecciones cuatro capítulos del Catecismo de Doctrina Cristiana, y en sus remates música: también digeron [sic] toda la segunda parte de dicho Catecismo, que es la esplicacion [sic] del Padre Nuestro, y Ave María. Concluido esto, preguntó dicho Nuez a los de esta clase las difiniciones [sic] de Aritmética, y se finalizó la función, diciendo todos de ambas clases las más principales reglas de urbanidad en verso, no habiéndose alargado los de la primera clase, a tratar de Ortografía y Calografía, [desus. caligrafía] por no permitirlo la brevedad del tiempo, pero suplieron esta falta los carteles, que presentaron y fueron fijados, en las puertas de la iglesia, los cuales imitaban bastante bien la forma de la letra de su maestro, donde permanecieron los dos primeros días de la pascua, y se finalizó el certamen con otro cántico, dando gracias al Señor. Se les gratificó por el Rector a los niños, y se les dio gracias por su buen desempeño a nombre de la Junta y de todo el concurso.
Dios guarde a V.S.I. muchos años.
Blesa .
B.L.M. de V.S.I. sus más humildes servidores
José Sancho, Rector.=
Por Juan Felipe Artigas, Alcalde, y
Gregorio Martín, Síndico, que no saben escribir, José Ruiz, Secretario.
Lista de los niños que asistieron a este ejercicio con espresion [expresión] de sus edades.
- Primera clase.
- 1.º José Nuez, 9 años de edad. =
- 2.° Mariano Alcayne, 10 ídem. [años de edad] =
- 3.° Maximiliano Pérez, 9 idem. =
- 4.º Francisco Román Sancho y Sanjuan, 8 Ídem.=
- 5.º Valero Martín, 12 idem. =
- 6.º Felipe Serrano, 10 idem.=
- 7.º Joaquín Domingo, 13 idem.=
- 8.° Manuel Ruiz, 10 idem.=
- 9.º Juan Esteban Pérez, 10 idem.
- Segunda clase.
- 1.º Joaquín Calbo, 9 años de edad
- 2.º Andrés Artigas, 10 idem. [años de edad]=
- 3.° Manuel Bello, 10 idem.=
- 4.° Blas Serrano, 10 idem.=
- 5.º Clemente Palacián, 10 idem. =
- 6.° Santiago Arnal, 7 idem.=
- 7.º Juan Mercadal, 9 idem.=
- 8.° Miguel Bardají, 8 idem.=
- 9.º Gerónimo Pérez, 6 idem.
Por asombroso que hoy en día parezca, el analfabetismo estaba a la orden del día. No sabemos la edad de este alcalde y el procurador, pero indican que no saben escribir; quizá les pilló la breve etapa educativa coincidiendo con la Guerra de la Independencia. En razón de su cargo estaban integrados (parece humor negro) en la Junta de Instrucción pública. Suerte que al menos figuraba José Sancho, el Rector de Blesa, entre ellos.
El que sí parece una persona de valor es el maestro (Pablo Pérez), que tenía además de sus obligaciones como maestro de una legión de niños en condiciones penosas, que organizar este público examen anual del avance de los alumnos de Blesa. Aparte de cumplir con todo ello, el hombre estaba ducho en música y tocaba el salterio, un instrumento de música tradicional. Ojalá los pudiésemos ver un momento por una mirilla al pasado.
El rector José Sancho en esa época aún autenticaba sus documentos con el escudo parroquial hecho en papel en relieve. Actualmente es el escudo municipal, por entonces no.
Los niños debían sentirse un tanto apabullados cuando los exponían para demostrar sus habilidades ante "los Eclesiásticos con el P. predicador de la cuaresma, y los Sres. de Ayuntamiento en el presbiterio" y en "presencia de todo el pueblo".
El "Diario de Zaragoza" fue un diario de una vida dilatada con cabeceras cambiantes en función de la época, según nos informan desde la Hemeroteca: "El aparece el Diario de Zaragoza, primer periódico diario aragonés, uno de los de más larga duración que continuó hasta 1907, con alteraciones que llegaron a cambiar su nombre en varias ocasiones según los avatares políticos: Diario de Zaragoza (1797-1820), Diario Constitucional de Zaragoza (1820-1823), Diario de Zaragoza (1823-1836), Diario Constitucional de Zaragoza (1836- 1844), Diario de Avisos de Zaragoza (1844-1845), Diario de Zaragoza (1846-1850), El Zaragozano (1850-1854), La Libertad (1854-1856), Diario de Zaragoza (1857-1907)."
1.- El "oficio parvo" (figura con "v" actualmente y no "parbo" como escribieron en 1829) es una expresión de alabanza a María usado en la tradición marianista. Sirve para cantar a María nuestro amor de hijos e hijas y para pedirle las gracias que se necesitaban. Todos los cantos, si se canta por horas, por partes del día o completo, más partes de su historia.
2.- El labrador y el niño es la fábula nº 5 del libro "El amigo de los niños" (véase nota 3). Esto declamaban los niños de Blesa hace casi 200 años:
El labrador y el niño. Lejos de maestros, Y libre del aula, Contento un muchacho El campo paseaba. Viéndolo cubierto De bellas y estrañas Flores, á cogerlas Alegre se baja. Llega á echar la mano A una de las plantas, Cuya flor hermosa Los ojos encanta. Un labrador viejo, Que al chico miraba, Viéndole en peligro De alguna desgracia, Le grita al instante; Digo, camarada, No toques las flores, Que te saldrán caras, Que hay muchas culebras Bajo de las matas: Y á los que las tocan Dan crueles picadas: ¡Y cuántos muchachos. Por tenerlo á chanza, Sacaron las manos Bien ensangrentadas! Al oir estas voces El niño se espanta, Y del prado ameno Muy lejos se aparta: Mas vuelto del susto, Cobrando confianza, Del rustico juzga Que el dicho es patraña, Que para burlarse De su edad temprana Inventó el buen tio, Y así se abalanza A coger las flores, Dando vueltas varias, Como mariposa Que de una á otra pasa. Una violeta Va á coger gallarda, Cuando una culebra El ahijon le clava. Llorando se vuelve El tontuelo á casa, Dando con su ejemplo Lección adaptada A jovenes necios, Que su tiempo gastan En leer libros llenos De máximas malas, Que como las flores Á la vista agradan Con hermoso estilo, Con frases limadas; Mas debajo esconden Sierpes enconadas, Que á los que se acercan Muerden y maltratan; Y al que se descuida, Y luego no escapa, Quitan venenosas La vida del alma. Me parece, amado Teotimo, que no debes hacer cosa mas acertada que entregarte al estudio, y sacrificar en su obsequio todo aquel tiempo de que puedas disponer: El alma que no se ilustra es como el cuerpo que no se alimenta. La lectura recrea el espíritu, adorna la memoria, y enriquece la imaginación; mas debes considerar que el acierto consiste en la buena elección de los libros que has de leer, entre tantos como se reproducen en el teatro del mundo. Te encargo, pues, no compres alguno sin consultar al menos con un sugeto hábil, instruido, honrado y virtuoso; y ten entendido, que la buena elección y no la multitud de libros, es la que adorna y rectifica el entendimiento.
3.- Sobre lo que cuenta de las fábulas que se enseñaban a los niños hay detalles de interés.
- Hay un excelente artículo sobre Tomás de Iriarte (1750-1791) y lo que tuvo de rompedor en su época.
- Sobre el otro fabulista mencionado, Félix María de Samaniego (1745-1801) y sus obras, como las "Fábulas en verso castellano para el uso del Real Seminario Bascongado".
- El “Amigo de los niños” fue escrito supuestamente por el abate Sabatier, pero según Palau y la BNE está falsamente atribuido al abad Sabatier, puesto que el autor es el abad Joseph Reyre (1735-1812). Su obra original en francés fue "Le fabuliste des enfans et des adolescens, ou Fables nouvelles pour servir à l'instruction et à l'amusement de la jeunesse". Las publicó en (1765 o 1763 según las fuentes).
Así que aunque a un lector actual le pudiese parecer que a los niños de Blesa les estaban haciendo leer literatura antigua, allá por 1829 no lo era en absoluto, son fábulas nacidas de autores del siglo de las luces que ellos tenían muy próximo, que es como para nosotros leer a Gabriel García Márquez.