Justo hace un año hallamos y publicamos una noticia de 1930, en que los blesinos, siguiendo el ejemplo de Santander, preparaban un homenaje al erudito Miguel Artigas, blesino de nacimiento y de gran preparación académica e intelectual. No hallamos entonces noticia alguna de su realización; gracias a la hemeroteca digital y abierta de La Vanguardia, ahora sabemos porqué: el homenaje se pospuso casi un año.
En la Vanguardia del 18/7/1931 hallamos la breve nota de que se están preparando los blesinos para el homenaje y las invitaciones.
El Ayuntamiento de Blesa ha invitado al de Teruel para que asista el día 26 del corriente al homenaje que dicho pueblo va a tributar al ilustre comprovinciano director de la Biblioteca Nacional don Miguel Artigas. El Municipio de Teruel enviará una comisión.
También se recogió en la prensa regional de Teruel (La Voz de Teruel - 1931 julio 17; pg.4) con más detalles [Fuente]
[...] Quedar enterada de la correspondencia oficial, así como de una carta del Ayuntamiento de Blesa en la que se invita al de la capital por si estima conveniente asistir al homenaje que el día 26 del presente mes, se ha de celebrar en honor del ilustre turolense don Miguel Artigas.
Tras breves palabras pronunciadas por la presidenta, ensalzando la personalidad del señor Artigas y la importancia del acto a celebrar, se acordó se nombre una comisión por la Alcaldía a fin de que asista a dicho acto.
Efectivamente, a los pocos días tuvo lugar el homenaje que pocos recuerdan, y en que se descubrió la placa en la casa natal de Artigas de la plaza Vieja.
La Vanguardia 29/7/1931
Homenaje a un sabio
Comunican de Blesa que se ha rendido un homenaje al ilustre hijo de
aquella localidad don Miguel Artigas Ferrando, director de la Biblioteca
Nacional.
El homenaje consistió en descubrir una lápida,
en la casa donde nació dando su nombre a la calle.
Al acto, que asistieron las autoridades turolenses
concurrió todo el vecindario. Pronunciáronse discursos
por el párroco, el maestro, el alcalde y el gobernador, terminando
con uno muy emocionante del homenajeado.
Después, en el Ayuntamiento se dio un banquete. Y por la tarde
un gran baile en la plaza. El señor Artigas se halla muy contento
por este voto de admiración y cariño de sus paisanos,
siendo felicitadísimo.
Sobre el cambio del nombre de la calle Mayor de Blesa por el de calle de Miguel Artigas, ya comentamos sobre las noticias que anunciaban la intención del homenaje, en 1930, que lo tenían planeado, pero puesto que tal denominación no prosperó ni arraigó deduje que finalmente no se había realizado el cambio. En esta valiosa noticia de 1931 indican que sí, que la calle Mayor se pasó a llamar C/Miguel Artigas.
Pero ¿llegó a ser cierto? Extrañamente, cuando hemos buscado la crónica en los periódicos aragoneses y las hemos hallado, no se hace mención al nombre de la calle, y eso a pesar de que son muy extensas.
Heraldo de Aragón
Martes, 28 de julio de 1931
Por un aragonés insigne
El pueblo de Blesa rinde homenaje a su hijo ilustre don Miguel Artigas
Descubrimiento de una lápida en la casa en que nació
Anteayer, domingo, el pintoresco y laborioso pueblo de Blesa se permitió un bello alarde de espiritualidad, honrando a un ilustre hijo suyo con hondo afecto y rara unanimidad. Fue un rasgo nobilísimo al que se asoció todo el pueblo sin excepción de clases y edades. Don Miguel Artigas, al recibir emocionado el homenaje de sus paisanos, pudo gustar las mieles del más sincero cariño. El acto realizado por Blesa le honra en alto grado y acusa en él un gran sentido de cultura y patriotismo.
Foto. Blesa (Teruel).- Acto de descubrir una lápida en la casa
que nació don Miguel Artigas,
director de la Biblioteca Nacional
Fot. Marín Chivite. Fotograbado Heraldo
Blesa es un pueblo eminentemente agrícola: agricultor de tierras poco fuertes pero de bondadosa producción, gracias a los buenos cultivos y a la tenacidad con que aquellos laboriosos y honrados labradores desenvuelven sus actividades agrícolas. Buenos trigos, vinos de alta graduación, considerable riqueza azafranera y una huerta que da exquisitas hortalizas y algo de fruta: éste es el exponente de su riqueza.
El presente año agrícola no es para sentir grandes optimismos: resulta un poco contrario a los anhelos de la labranza y a sus necesidades. La cosecha de trigo ha sido, en general, mala. Es la triste realidad de casi todos los pueblos aragoneses. Falta de agua en la primavera, unas desastrosas heladas para mayo y, cuando el fruto acaba de entrar en el periodo de granzón, el violento bochorno que precipitó la madurez, con una gran pérdida en el peso. Son reveses que la agricultura padece con frecuencia y que los pueblos recios y sufridos, como Blesa, aguantan con una elevada dignidad. De grandes quebrantos e inquietudes ha sido el resultado del presente año agrícola, y mirando a la posible compensación del azafrán, tampoco es tranquilizadora la perspectiva; pero no importa, pues ante estos contratiempos irremediables, Blesa sabe poner en juego, con éxito, toda su fortaleza y toda su fe.
Así las fiestas de Santa Ana han ofrecido hogaño el mismo rumbo y la misma solemnidad que en los anteriores; así ha festejado a su hijo insigne, don Miguel Artigas, con magníficas explosiones de entusiasmo y de optimismo.
Miguel Artigas
Sería una necia pretensión la de descubrir al eminente polígrafo, cuando ya lo hicieron quienes tienen autoridad bien ganada.
Es inmensa la labor cultural realizada por el insigne bibliófilo. Trabajo muchos años en el anónimo; su meritísima labor marchaba entre legajos y manuscritos, escudriñando sobre los siglos, rompiendo secretos de incunables, enriqueciendo uno y otro día el infinito caudal del ser humano.
Este hombre infatigable, investigador insigne, ha denunciado por sus obras, conocidas y elogiadas, lo mismo que en España, en Academias y Ateneos de los países más adelantados. El cargo que ocupa es una cima nacional. Sucesor de Menéndez Pelayo y de Rodríguez Martín, difícilmente habría podido darse a éstos un más digno continuador de su obra en la dirección de la Biblioteca Nacional. Y este esclarecido hombre de prodigiosa cultura, sabio bibliófilo, nació en Blesa y en la escuela de Blesa recibió la primera enseñanza. Don Miguel Artigas se fue de Blesa hace muchos años; pero Blesa no se fue de él.
Esto explica bien la naturalidad de su sencillez y el gran cariño con que su pueblo natal le recuerda y agradece el prestigio que le da con sus resonantes triunfos.
Grupo de personalidades que asistieron al homenaje tributado el domingo,
en Blesa, a don Miguel Artigas
El homenaje
Tras una festividad religiosa muy solemne, que presidió todo el Ayuntamiento acompañando al señor Artigas, salió la vistosísima procesión y, terminada ésta, celebróse el homenaje del pueblo de Blesa al insigne hijo de la villa.
La amplia plaza está materialmente atestada: han acudido todos los habitantes, pues se han asociado al acto absolutamente todos, incluso los niños y los ancianos.
Inicia los discursos el cura párroco don Melitón Beltrán [Oliver], quien, con gran precisión y elocuencia expone la vasta obra cultural del homenajeado, comentándola con notorio tino.
A continuación el maestro, don Julián Marco [sic Julián Calvo Marcuello], comenta extensamente y con juicios muy certeros, las actividades culturales del señor Artigas, y expresa, de modo acertadísimo, cuanto ataña a la primera enseñanza en relación con la cultura nacional. Lamentamos mucho que, razones de espacio nos impidan dar una referencia completa de estos notables discursos.
Después habló el gobernador de Teruel, don Jaime Ninet, quien llegó poco después de comenzado el acto. Su discurso comenzó por ser una fogosa defensa del régimen republicano y terminó dedicando al señor Artigas encendidos elogios.
En último término el homenajeado habló para agradecer tan expresivo rendimiento. Fue un breve discurso, modelo de oratoria sencilla y sentida. Su nacimiento, la cuna humilde, el venerable maestro que le enseñó las primeras letras, la modesta biblioteca del buen cura párroco, en la que saboreó por primera vez los clásicos que le habían de lanzar por el camino de la gloria. Luego, la partida, el mundo delante y el pueblo a la espalda; pero siempre claras en su retina y en su corazón las cosas de Blesa. El sentidísimo recuerdo que dedicó a sus padres vibró en todos con fuerte emoción. Discurso tan elocuente por lo sencillo, lo natural y sincero, culminó en un rasgo que conmovió a todas las conciencias cuando dijo: "Yo agradezco el homenaje: pero bien poco os he servido para merecerlo, y buscando razones para tales muestras de afecto y gratitud, quisiera encontrarlas en una bisabuela mía, que trajo a la comarca una nueva riqueza agrícola: la de la patata. A esa dama que fue, si que le debéis estar todos agradecidos." Durante largo rato no cesaron los aplausos y vivas a don Miguel Artigas.
El gobernador civil de la provincia descubrió la lápida colocada en la casa natal del ilustre homenajeado y le entregó un artístico pergamino, obra de los hermanos Albareda, nombrándole hijo predilecto de Blesa.
Representaron a Teruel en el acto del homenaje el gobernador civil, don Jaime Ninet; jefe de Negociado de aquel Gobierno, don Constantino Bartolo; alcalde, don César Arredondo; concejal, don José Giner, secretario, don León Navarro; canónigos, don Antonio Buj y el señor Royo: hermanos, don Juan y don Mariano Giménez, y los cultos periodistas turolenses Cano y Valencia. De otras poblaciones acudieron significadas personas para asistir al homenaje. Fue comentada la ausencia de la Diputación Provincial de Teruel.
Después de los actos del homenaje celebrose un banquete en honor del señor Artigas de treinta pesetas el cubierto, servido por un restaurant de Zaragoza. Ochenta comensales sentáronse a la mesa y al final hubo brindis entusiastas en honor de don Miguel Artigas.
Fue para éste un día de íntimas e imborrables
satisfacciones y, para Blesa, el éxito que más puede apetecer
un pueblo: el de verse encumbrado noblemente por el universal prestigio
de uno de sus hijos.
Al caer la tarde emprendieron el regreso los representantes de Teruel.
No pudieron regresar las representaciones de Zaragoza por la sencilla razón de que, como la Diputación de Teruel, no fueron.
¿No les parece a ustedes que será un contrasentido cuanto se hable de Estatuto, de sentido regional y de valores aragoneses?
HERALDO DE ARAGÓN se asoció al homenaje enviando a él
a dos de sus redactores.
La crónica publicada en Heraldo es muy valiosa porque da muchas pistas para proseguir:
- se habla de que se le hizo hijo predilecto, dato que
desconocíamos y
- existió un pergamino del que interesaría, si lo conserva
la familia o algún fondo, poder conseguir una copia como parte
de nuestra historia.
- El detalle de quien introdujo el cultivo de la patata en la comarca,
su bisabuela,
- ¡Las fotografías! Habría que encontrar dónde
se puedan hallar los clichés de este fotógrafo y si se pueden
obtener con calidad, o si la familia o un archivo turolense conserva fotos
de estas (¿archivos de Heraldo? ¿archivo familiar?...)
- Los discursos de D. Melitón y del Maestro. ¿Se los darían
a la D. Miguel Artigas? ¿Los tendrán entre una carpeta de
papeles algún descendiente?
Además, ofrece abundante información sobre los cultivos de los blesinos, y el estado de los mismos durante ese año 1931.
Muy diferente a la anterior es la siguiente crónica que hallamos en la prensa aragonesa, un tanto pelotera para con el gobernador, al que destaca mucho más que a Miguel Artigas (cosas de los aduladores).
En el periódico La Voz de Teruel el 27/7/1931 (nº 978. Año VIII) se publica una extensa crónica del día del homenaje:
Turolense ilustre
Homenaje de Blesa a Miguel Artigas
Un acto simpático y de gran emoción
El sábado por la mañana, al ir al Gobierno Civil, labor que realizamos diariamente, fuimos recibidos por el señor Ninet que por ser sus días, nos obsequió con la esplendidez y galantería que es proverbial en el ilustre catalán que rige los destinos de la provincia, para bien de Teruel y de la república.
Nuestro estimado y buen amigo, nos invitó a ir a Blesa
ayer domingo para asistir al homenaje que el pueblo dicho rendía
a su esclarecido hijo don Miguel Artigas director de la Biblioteca Nacional.
Aceptamos, y ayer mañana, serían las nueve, en el auto
del señor gobernador marchamos a Blesa con el señor Ninet,
el jefe de Negociado del gobierno don Constantino Bartolo y el compañero
Valencia por el colega local «República».
Poco antes de las doce entramos en el pueblo que bulle en fiesta. El acto ya ha empezado; en el balcón de la casa donde nació el ilustre turolense objeto del homenaje, el párroco don Melitón Beltrán, hállase leyendo su discurso en nombre y por delegación del Ayuntamiento de Blesa. La disertación del sacerdote, es una cosa seria por sus conocimientos históricos y por la elocuencia que desarrolla su brillante disertación.
(Periodistas de Zaragoza y Teruel, reconocemos por razón de su extensión, la imposibilidad de su publicación. El trabajo del párroco señor Beltrán es de un indiscutible mérito).
Habla después don Facundo Simón muy brevemente y
después el maestro don Julián Marco [sic Julián Calvo Marcuello], produciendo una impresión
muy agradable la notable disertación del educador de la niñez
de Blesa. Es muy aplaudido.
Al presentarse en el balcón el gobernador de Teruel, es saludado
con aplausos.
Agradece –dice- la distinción de que se le ha hecho objeto invitándosele a este acto que estima como el más feliz de su etapa como gobernador. Entra en consideración sobre la grandeza del acto que se celebra en honor del ilustre don Miguel Artigas, gloria no de Blesa, ni de Teruel, ni de Aragón, sino de España. (Aplausos.)
Esto que hacéis hoy –agrega- es una demostración
de cultura ciudadana que le cabe la honra de presidirlo, a él,
doblemente, por ser el primer gobernador republicano que habla en el
pueblo de Blesa a quien enaltece diciendo: Los pueblos que honran a
sus hijos, se honran a sí mismos. (Ovación y vivas)
Prosigue afirmando que cual misionero de la paz, recorre y lo seguirá
haciendo los pueblos de su provincia como gobernador, para llegar a
las gentes sencillas y decirles lo que para España significa
el cambio de régimen.
República –dice- es cultura, cultura como ésta que realizáis vosotros en Blesa hoy, pues el Gobierno de la República no solo atiende a la economía por ser su deber, sino que atiende como primer elemento a la creación de 27.000 escuelas, disminuyendo el armamento para que sobresalgan aquellas, y colocándonos así, a tono con las corrientes modernas.
La República, no es lo muchos creen, y por desconocimiento se la maltrata por algunos, cuando por su juventud está virgen todavía. Los que la maltratan, son traidores a ella y a España. La República, amigos míos –continúa- es el respeto a todo y a todos.
La República se preocupará de que la tierra sea más fecunda, como se preocupará del trabajador y como se preocupa de la cultura.
Enaltece el maravilloso discurso del párroco señor Beltrán y del maestro señor Marco [sic Calvo Marcuello], que muy bien pudieron haber sido pronunciados en el Ateneo de Madrid para haber dado la sensación de que también en los pueblos humildes de la provincia de Teruel hay quien sabe honrar a España. (Aplausos)
Al presenciar este acto tan sublime y darse cuenta de que se halla en Aragón, tiene necesariamente que dedicar un recuerdo al inmortal Costa que tanto luchó por la cultura a semejanza de los luchadores por la libertad Galán y García Hernández sacrificados en tierra aragonesa.
Enaltece a la persona del gran turolense Miguel Artigas y al descubrir la lápida que rotula su nombre en la casa donde nació, entona un canto a la escuela de donde salen o han de salir las raíces del engrandecimiento de España.
(La ovación y los vivas al gobernador de Teruel, se reproducen con verdadero entusiasmo). Hecho de nuevo al silencio, hace uso de la palabra el homenajeado que es saludado con una gran salva de aplausos.
Muy emocionado nuestro ilustre paisano, agradece a los suyos la demostración de cariño que le tributan. Dice que de todas las felicitaciones que recibió el día de su nombramiento, la que más le emocionó fue la del pueblecillo que le vio nacer. Cita frases del maestro Unamuno y en párrafos que emocionan por lo sinceros, hace un relato de los recuerdos de su niñez en el pueblo que hoy le homenajea.
Habla de sus viajes al extranjero donde al admirar monumentos notables, recordaba la torre de su iglesia y otros detalles de su cuna nativa.
Termina repitiendo varias veces la frase de gracias, gracias, gracias, mientras una ovación grandísima e inenarrable, ahogan sus últimas palabras.
Abajo, en la plaza, la banda de Aguarón, notabilísima corporación musical, deja oír sus agradables notas, mientras los últimamente llegados, ya podemos dedicarnos a saludar tanta y tanta cara que nos son conocidas.
En Blesa, cuando llegamos, se encuentra la representación del Ayuntamiento de la capital que no ha mucho tiempo declaró hijo adoptivo al director de la Biblioteca Nacional: La comisión la componen el alcalde ejerciente señor Arredondo, el concejal señor Giner y el secretario don León Navarro. También saludamos al deán de la Catedral de Teruel, profesor del señor Artigas, don Antonio Buj, al canónigo don Miguel Royo y a su hermano Aurelio, funcionario de la Delegación de Hacienda de Zaragoza.
La prensa zaragozana está representada por los señores don Marcial Buj y Marín Chivite que impresiona diferentes placas.
En el salón de actos del Ayuntamiento tiene lugar el banquete que sirve admirablemente, con todo lujo de detalle y presentación, la reputada casa de Zaragoza «Lac». Ocupa la presidencia de la mesa el gobernador que tiene a su derecha a don Miguel Artigas y distinguida esposa y a la izquierda al alcalde de Blesa y deán de la Catedral de Teruel.
El periodista no puede dejar en el olvido a los señores don Juan y don Mariano Jiménez, hermanos políticos del homenajeado, presentes en el acto, como igualmente otras distinguidas personalidades de Zaragoza y pueblos circunvecinos a Blesa.
A la hora de los brindis, ofrece el banquete el secretario del
Ayuntamiento señor Soriano.
Habla después muy breve pero muy acertadamente, el allí
alcalde de nuestra ciudad don César Arredondo. Su forma sencilla,
breve y elocuente arranca una gran salva de aplausos.
El secretario de nuestro Ayuntamiento habla brevemente. También
es aplaudido.
A petición reiterada de muchos asistentes, habla nuestro deán
y su forma y modo arranca miles de aplausos. Su disertación es
ingeniosa y elocuente.
El maestro saluda a todos en verso y se ovaciona.
El gobernador pronuncia nuevo discurso, mostrándose satisfecho
de verse allí con el deán, con el párroco, con
los hombres de letras, con la justicia, con el maestro, con los obreros,
en democrática unión lo que demuestra que podía
y se que se puede ser. (Vivas y aplausos).
Combate el caciquismo de unos y de otros en los pueblos (más aplausos) y reitera que en su actuación de mando, es el momento más emocionante que ha sentido.
Termina congratulándose de que en Blesa no es aplicable el viejo decir de: Ninguno en su pueblo es profeta, pues a don Miguel Artigas, su pueblo sabe hacerle justicia.
Y termina aquel simpatiquísimo acto con nuevas palabras del ilustre paisano para agradecer tales demostraciones de cariño.
La música vuelve a ejecutar la Jota, el Himno de Riego y
la Marsellesa, amen de otras composiciones.
Nutridamente acompañados, vamos a presenciar las carreras pedestres
y las de bicicletas y cerca de las siete de la tarde abandonamos el
simpático y culto pueblo de Blesa que bulle en espléndidas
fiestas en honor del festejado.
Como hemos visto, tampoco se menciona el cambio de nombre de la calle.
Posteriormente, en el diario La voz de Teruel se publicó entre las notas de sociedad del 31/7/1931 que:
"Con su distinguida señora e hijos, se encuentra pasando unos días en Teruel, nuestro ilustre paisano don Miguel Artigas, director de la Biblioteca Nacional."
Sin duda pasaron por la capital de la provincia de regreso del homenaje citado.
También se insertó una nota en el diario El Noticiero con un grabado de Miguel Artigas, pero al no mandar corresponsal no aportaba nada concreto.
Y por último, también hallamos eco del emocionante homenaje en el estupendo diario La Voz de Aragón, el 27 de julio de 1931, y que también reproducimos al aportar algunos otros detalles o nombres.
Aragón sabe honrar a sus hijos
El pueblo de Blesa rindió un homenaje al director de la Biblioteca Nacional don Miguel Artigas Ferrando.
En el acto intervinieron personalidades oficiales de Teruel. Magníficos discursos. Hombres que en los pueblos son orgullo de España.
TERUEL. Ayer, domingo, en el pueblo de Blesa se dedicó un homenaje al director de la Biblioteca Nacional, don Miguel Artigas Ferrando, hijo predilecto del pueblo.
Este homenaje se organizó al ser designado el señor Artigas para tan alto cargo, y hubo de aplazarse su celebración por diversas causas.
El Ayuntamiento de Teruel nombró a don Miguel Artigas hijo adoptivo y se sumó al homenaje de Blesa, asistiendo a él una representación de concejales.
También asistieron al homenaje el gobernador civil, don Jaime Ninet; el jefe de Negociado del Gobierno civil don Constantino Bartolo y varios periodistas turolenses.
Comenzó el acto leyendo un discurso, desde el balcón del Ayuntamiento, el sabio sacerdote y profesor que fue de Zaragoza don Melitón Beltrán, que ensalzó la personalidad del homenajeado.
Después pronunciaron palabras de elogio al señor Artigas el señor don Facundo Simón y el maestro don Julián Marcos [sic Julián Calvo Marcuello].
A continuación habló el gobernador de Teruel, señor Ninet, que fue acogido con una gran ovación por el numeroso público que tomaba parte en el acto.
Hecho el silencio, el señor Ninet agradeció la distinción de que ha sido objeto al ser invitado a este acto, cuya grandeza ensalzó.
"Me cabe el honor de ser el primer gobernador de la República que habla en Blesa, pueblo que al honrar a sus hijos se honra a sí mismo".
Dijo que continuará sus visitas a los pueblos para hacer saber lo que es el nuevo régimen.
La República es cultura, y lo demuestra el hecho de que el Gobierno crea 27.000 escuelas. Se crean escuelas y se reduce el armamento para ponernos al nivel de los pueblos más adelantados.
La República es respeto a todos.
Dedica elogios a los señores Beltrán [Melitón Beltrán Oliver] y Marcos [sic Calvo Marcuello], cuyos discursos podían haberse pronunciado en el Ateneo de Madrid, demostrando que en los pueblos más humildes hay talentos que saben honrar a España.
Enalteció a Artigas, gloria de España, y se sumó al homenaje que dedica el pueblo que le vio nacer.
El señor Ninet fue aclamado.
Hizo uso de la palabra don Miguel Artigas, quien, muy emocionando agradeció el homenaje de sus paisanos.
Recordó a su maestro, Unamuno, dedica un recuerdo cariñoso a Blesa.
En frases emocionantes recordó su infancia en el pueblo que le vio nacer, exaltando los trozos del ter¿mino? de los que guarda una impresión más honda.
Terminó su discurso diciendo "¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! "
El señor Artigas fue ovacionadísimo.
Después se descubrió una lápida en la casa donde nació el señor Artigas y a continuación hubo un banquete.
A la hora de los brindis ofreció el banquete el secretario, señor Soriano.
Después hablaron el alcalde de Teruel, don César Arredondo; el secretario de dicho Ayuntamiento, señor Navarro; el deán de la catedral de Teruel, don Antonio Buj; el maestro señor Marco y el gobernador civil de Teruel señor Ninet, que elogiaron al homenajeado.
El señor Artigas agradeció el agasajo.
Durante el banquete la banda de Aguarón interpretó la Jota, la Marsellesa y el Himno de Riego.
Con motivo del homenaje se han celebrado fiestas en Blesa, asistieron a ellas numerosas personas de los pueblos vecinos.
Lo mejor de las noticias, que nos brinda el valioso buscador de la hemeroteca de "La Vanguardia", ha sido que a partir de sus noticias breves hemos podido buscar en periódicos zaragozanos y turolenses, que se extendieron en este evento, y elaboraron un reportaje, e incluso Heraldo (28/7/1931) realizó y publicó dos fotografías.
Un gran testimonio; un gran camino el que ha abierto.
Han pasado varios años y las hemerotecas nacionales han comenzado a ser digitalizadas, y además con interpretación de los textos, por los que se puede buscar. Es una herramienta que valoramos hasta lo indecible. Gracias a la hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España (http://hemerotecadigital.bne.es) hemos podido hallar que se tomaron y publicaron otras fotografías que ahora podemos brindar y recuperar para la memoria de un pueblo.
La publicación y la página se pueden hallar en "Mundo gráfico" (Madrid) 5/8/1931 en la Biblioteca Nacional.