Blesa, choperas del Aguasvivas, Huesa

Desde la calle Medio de Blesa (760 m) se deja el antiguo lavadero cubierto a la izquierda y las calles Verde y Corrales a la derecha, para continuar por Escuelas, junto a un lavadero nuevo, el frontón cubierto y la escuela. Allí una flecha indica el camino al Hocino de Blesa y Huesa del Común.

Discurre el sendero junto a los huertos cercados de muros y pasarelas realizadas con grandes monolitos, a la izquierda. En las inmediaciones de la escalera donde arranca el ascenso se encuentra el panel de senderos de la comarca, y te invitamos a sigas el curso del camino, antes de subir, visites el paraje del Hocino y el molino de la Cueva (a 2 minutos).

El molino de la Cueva, estaba enteramente bajo la montaña

Retrocederemos para iniciar el ascenso donde lo dejamos, a la derecha, subiendo por unas escaleras, por la margen orográfica izquierda del hocino; el espectacular y alto recorrido está protegido por barandillas en los tramos más comprometidos.

Cuando comienzas a rodear el abismo de la hoz, en la parte de abajo se ven tramos de la acequia molinar labrada en la roca más de 5 m de altura. Pronto llegará a estar sobre a la presa del Hocino, pero es peligroso asomarse, por lo que recomendamos alejarse un poco para crucar el río y llegar al privilegiado mirador que se encuentra sobre usted al que se accede por una pasarela metálica. El mirador tiene una mesa interpretativa. Remontando la margen izquierda, poblada de fresnos y chopos, se discurre sobre una vieja senda, sobre una canalización de agua. Todo el sendero está marcado. Pueden verse aves muy interesantes.

A mitad de camino están las choperas del Morenillo, entre Blesa y Huesa del Común.

Es normal que no haya agua en el cauce en este tramo entre Blesa y la chopera, porque la CHE desvió todo el caudal hacia un canal artificial.

Enseguida nos remiten a pasear por una pista, que circula sobre la vega del río, pero también puede ir por esta por la margen del río que prefiera, ya que llegarán al mismo lugar.

Tras sobrepasar la estructura del moderno azud de Huesa (3,5 km; menos de 1 h), (obra de los años sesenta) seguimos disfrutando de frondosos sotobosques que nos acercarán a Huesa. Junto al mas de Romanor la pista cruza el río Marineta y se separa del Aguasvivas.

De esta forma alcanza una loma, donde abandona la pista principal. A partir de este punto atraviesa un páramo con el río Aguasvivas abajo (izquierda), y la fortaleza de Huesa del Común al frente.

Tras alcanzar un solitario almendro se continúa hacia la derecha hasta una flecha y un corral en ruinas y se sigue de frente.

Peirón San Miguel

El sendero se aproxima al Aguasvivas y superando un paso rocoso baja a un camino, donde se encuentra el singular peirón de San Miguel (5,6 km; 1 h 30 min), el más alto de Aragón, bonito, con adornos de tipo mudéjar.

Desde aquí se sigue por la pista. Más adelante queda a la derecha la ermita de Santa Quiteria (0,5 km). Y muy cerca verá sobresalir del plano paisaje uno de los árboles monumentales de Aragón, un espectacular ciprés americano. Pronto llegará a la antigua villa de Huesa del Común (850 m; 6,8 km; 1 h 45 min) donde destacan su ayuntamiento, los restos del castillo, la nevera, y la espectar obra de la naturaleza de los cañones del Almadeo, donde hay numerosas vías de escalada.

El regreso

Se puede plantear por el mismo camino o abrirlo más para cruzar hasta el afluente llamado Marineta y ver varios de sus antiguos molinos en ruinas para llegar hasta el azud de Huesa en las inmediaciones del mas de Romanor, pero esa es una excursión más práctica para hacerla en bicicleta.

Una gran andada. De Huesa a Baños de Segura

Si se lo puede permitir, y se la prepara bien, lo tentador es continuar la excursión hasta los Baños de Segura, pero una vez llegado a los Baños la vuelta se hace larga, salvo que le pueden recoger o volver con un medio más veloz, como una bicicleta y por caminos, ya que la ribera del Aguasvivas no se puede recorrer con este estupendo vehículo.

Este tramo se caracteriza, en lo paisajístico, por albergar rincones bastante bellos y por la frondosidad de la vegetación, y en el apartado de las vías de comunicación y medios para llevarlo a cabo, por el abandono de los antiguos caminos o sendas y por la práctica imposibilidad de hacer el mismo en bicicleta, ni aun con una de montaña (al menos en . El camino está hoy en día señalizado (PR-Te 110).

Si partimos desde Huesa comenzaremos el recorrido rodeando el crestón del castillo de Peñaflor por la parte de atrás, la más abrupta y espectacular. Hay sendas que recorren las huertas de forma más o menos discontinua, pero para tomar el antiguo (y pedregoso) camino que recorre la margen derecha hasta el estrecho, habrá que vadear el río. El estrecho se encuentra a unos 2 Km río arriba (junto a un azud pequeño), y puede cruzarse por la margen derecha, por los restos de lo que parece una acequia. En esta pequeña hoz habrá que volver a vadear el río.

Desde ese momento se abre el valle y el camino desaparece, por lo que habrá que improvisar entre recorrer las orillas o cruzar por campos o eras. La vegetación puede entorpecer el paso y la circulación en bicicleta, y para los aprensivos es recomendable llevar pantalones largos. Este "camino" confuso dura unos cinco kilómetros por la margen izquierda, en la que sólo merece reseñarse algún estrecho en el río y un característico monte de piedras de color granate que recuerda por sus formas y texturas a algún paisaje desértico.

En las inmediaciones de Maicas el camino se convierte en una pista en buen estado. Hoy en día está indicado el barranco que asciende a Maicas, y podemos dejar la vega del Aguasvivas para remontar el barranco Cavadera hasta Maicas y ahí recargar agua en su buena fuente, ver el pueblo y volver a descender hasta el río Aguasvivas

Al fin, vuelve a aparecer el camino a unos dos kilómetros de la carretera, al principio tímidamente y posteriormente apto incluso para vehículos. Pasaremos junto a una caseta que dejaremos a la izquierda, y a unos 800 m junto a una cantera de la que extraían una piedra oscura y consistente. Ya sin pérdida, llegaremos al valle abierto a las altas cumbres, entre la muela de Anadón y el pico de la Planilla (1244 m). Poco antes de llegar a la carretera se encuentran los restos de un antiguo batán. Si ascendemos unos dos kilómetros por la carretera, podremos ver el gran cortado formado por el Aguasvivas entre las grandes cumbres, así como el balneario (pronto a abrirse de nuevo al público tras su reconstrucción) que aprovechaba unas excelentes aguas termales.