En Blesa también hubo cofradías centenarias, varias, incluso la misma que ha sobrevivido en Muniesa, pero alguna se extinguió por dictamen del obispo de turno. En Blesa no queda casi nada de lo que fue su religiosidad histórica.
El informe de la Visita Pastoral a Blesa en 1771 fue muy completo y describía (y nos recuerda) la existencia de cinco cofradías: de la Sangre de Christo (muy antigua, conservamos cuentas suyas desde 1575 en el A.M.B.), de la Purísima Concepción, de Nuestra Sra. del Rosario, del Dulcísimo nombre de Jesús, y la del Santísimo Sacramento (precisamente).
En la visita de 1849 decían haber cuatro cofradías: la de la Sangre de Cristo (donde indicaba que estaban inscritos todos los del pueblo), seguía la de la Purísima Concepción, y las de SSº Sacramento y Santísimo Nombre de Jesús.
En la visita de 1868 ya se contaba con la de los esclavos de Minerva, cuyo libro de cuentas databa de 1834, y ya se mencionaba lo especial de la misa del tercer domingo de cada mes, también en nuestra localidad.
"No teniendo estas limosnas otro objeto que el de satisfacer el estipendio de las misas de Minerva que se celebran los domingos terceros década mes, invirtiéndose el sobrante en misas por las benditas [fol. 127 anv. fot. 8] almas no hay razón para admitir y aprobar otra regla que la establecida respecto a la celebración de misas de almas. Por lo tanto, con las limosnas a que estas cuentas se refieren se celebrarán en el domingo 3º de cada mes una misa cantada con exposición del Smo. Sacramento aplicándose ocho S vn [sueldos de vellón] al celebrante, dos S[ueldos] a cada sacerdote que en el altar o en el coro ayude o cante, un real a cada seglar que preste en el coro este servicio no excediendo de ¿? seglares, dos S[ueldos] al organista y uno al sacristan. [...] El resto de las limosnas se invertirán en misas rezadas en sufragio de las benditas almas con la caridad de ... de todo se llevará cuenta detallada."
En cambio, a la cofradía de la Purísima se la invitó a extinguirse (por ciertos excesos en las comidas de los cofrades) entre otras causas.
La de la Sangre de Cristo seguía existiendo en 1868. Pero el visitador de 1893, D. Mariano Supervía (poco más tarde obispo de Huesca) sugirió que aquella antigua cofradía se extinguiese, porque la razón de ser que tuvo, sempiterna, fue la de enterrar a sus cofrades, "y eso hace que nada se ingrese por los derechos parroquiales de funerales que se hallaban establecidos". Y efectivamente, en Blesa en 1899 ya no mencionaron capellanías ni cofradías, cuando en otros pueblos vecinos (Huesa, Muniesa, Moneva) si constan, por lo que se deduce que ya no existían en Blesa.
Por Javier Lozano