Este libro, titulado "Ante Cataluña" (que me he podido leer en pocos días), es un compendio de 28 excelentes artículos de Eloy Fernández Clemente, elaborados entre 1966 y 2014, sobre temas que nos afectan a tan imbricados colectivos de personas. Lo ha dividido en cuatro partes: "Visión de Cataluña", "Aragoneses y catalanes", "El catalán de Aragón" y "Ante el separatismo". Se puede descargar en formato de libro electrónico o PDF en la editorial eCícero de artículos de prensa: http://www.ecicero.es/products/ante-cataluna/ (obsoleto) (Actualización: Hoy en día se puede descargar desde la Fundación Gaspar Torrente).
Si se me permite una sugerencia, tras leer la necesaria y buena introducción del profesor, se puede comenzar a leer desde el final hacia el principio. Ya sea porque trata temas de la mayor actualidad con el análisis más preciso, y porque una vez convencidos de la ecuanimidad de sus argumentaciones, podemos asumir las críticas que puede hacer hacia un lado y otro.
Ha sido mucho lo que ha habido que admirar de la sociedad catalana durante tiempo, hogar de acogida para miles de aragoneses trabajadores, espacio de estudios y desarrollo para otros, ejemplo de regionalismo exitoso que se trató de imitar en Aragón sin apenas éxito, tierra y gente que muchos han aprendido a querer por sus virtudes; pero también matraz donde ha precipitado uno de los malos frutos de España, mezcla de anticatalismos, centralismos y regionalismo victimista (malas ideas que se autoalimentan y se necesitan para crecer); son muchos los que han vivido de primera mano algunos abusos y defectos de los políticos fabricantes de identidades de una y otra capital de España.
Y también hay en los artículos de Eloy Fernández muchas reflexiones escritas por otros intelectuales, por esos aragoneses y catalanes a los que ha entrevistado y conocido. Y algunos testimonios de aragoneses que son sufridores por la estulticia política aragonesa, ladeados por vivir, hablar y sentirse en la bisagra de dos espacios históricos igual de cercanos o lejanos a esa Zaragoza que no reconoce como propia una cultura que es más suya que otras, como es "la Franja".