Brenan (1894-1987) posó durante años su lúcida mirada de forastero en nuestras costumbres, en un momento y lugar en que aún se conservaban casi vírgenes. Pero no solo en las folclórico-religiosas, sino en las relaciones humanas, políticas, las formas de viajar... Añadió a esa gran mirada, el reposo del tiempo, y con su perspectiva y el rigor que luego demostraría en libros sobre la génesis de la guerra civil (es autor del famoso “El laberinto español” -1943-) y, sobre todo con una excelente capacidad de concreción y una pluma rica e impecable. Proporciona al lector amante de rememorar un tiempo pasado del mundo rural, una deliciosa mezcla de literatura y ensayo que paladea y se vuelve para releer.
No es un ensayo al uso, en muchos pasajes se ha de esperar con suspense la solución de situaciones de la multitud de personajes de la aldea, una suerte de colmena, de un micro-universo donde lo que sucede o describe tiene cara, expresiones y nombres (estos cambiados con respecto a los reales). Brenan creó un gran cuadro coral, etnográfico, atento a valores o detalles que podrían escapársele a un verdadero etnógrafo: el significado de esas miradas en los bailes, más allá de las danzas; la subrepticia malicia de esas falsas atenciones amorosas destinadas a despertar celos en terceros más que esperanzas en el muchacho elegido; esos pleitos entre ricos encaminados a desangrar lentamente al oponente que era un poco menos fuerte; esas relaciones ilícitas de las muchachas, la naturalidad de las relaciones de algunos sacerdotes con sus barraganas (y la hoy sorprendente aceptación de tal, como una especie de garantía de alejamiento de las mujeres de la aldea), la educación y su relación con la religión... La llegada de titiriteros, los cuentos de ciego (que traían sucesos), la romería, la deliciosa descripción de una mesa camilla y como se usa...
Tantas situaciones y tantos matices recolectados con la transparencia, emoción, primorosos y bellos adjetivos y ante todo, sazonado con un sutil y elegantísimo sarcasmo (como cuando escribe sobre las creencias en brujerías), me hacen recomendarlo.
“South from Granada” se publicó en inglés en 1957 y en castellano en 1974 (y ha sido muchas veces reeditado). Qué envidia nos hace sentir ese pueblo de Yegen (en la Alpujarra) por tener entre sus habitantes a tal retratista (historiador e hispanista). Vivió desde 1919 prácticamente siempre en España.
Un excelente regalo para leer en estas fiestas.