Todo un ejemplo a seguir. Mientras un grupo madrugador hizo limpieza en la zona ajardinada, próxima al puente viejo sobre el Aguasvivas y su merendero, la actividad principal, por lo vistoso y trascendente fue la escamonda de un chopo cabecero de gran tamaño, a orillas del río Aguasvivas. Por el diámetro de las ramas (mucho más gruesas que el tronco de otros árboles) llevaban décadas sin podarle las vigas.
La asociación cultural Castillo de Peñaflor se encargó de buscar a Moisés Moreno, un experto y nuevo podador (tras el cierre de Xiloforest que trabajó durante la fiesta del chopo cabecero), de buscar a propietarios de chopos y convencerles de que se prestasen para dejar descabezarlos y darles así nueva vida.
También es importante que estén en lugares relativamente accesibles. Este 2017 la asociación cultural de Huesa escogió unos pocos árboles junto a río. Aprovechando un vado del río Aguasvivas como lugar propicio para acercar el tractor, que luego ayudaría a mover las enormes ramas, un experto podador comenzó a cortar. El viento que soplaba ese día, que apenas se notaba dentro del cauce, en cambio entorpeció el trabajo en la altura y añadió peligrosidad, especialmente con las ramas más verticales, por su volumen. Por ello se podó solo un chopo de unas siete grandes vigas.
Algunos tramos de las vigas se aprovecharon para hacer un puentecillo de madera, que el amable serrador se molestó en descortezar y alisar para facilitar el paso de los presentes y quienes vengan otro día.
Tras la poda en sí, fue labor de la veintena de voluntarios personados (ayudados por el imprescindible tractor) el sacar las ramas y follaje del cauce e ir llevando las ramas a los dos destinos que se habían designado. Entre medio se realizó una comida en común para todos los ayudantes, con buenas viandas cocinadas en el merendero del río. Conversación, trabajo en favor de nuestros árboles de ribera, respirar el aire de nuestros pueblos… La jornada no terminó muy tarde, y la dimos por bien empleada.
Para los que os gustaría verlo, tratemos de avisar cuando anuncien la próxima venida del escamondador de chopos, para terminar la faena que el viento impidió.
Gracias a los propietarios de los árboles, a los organizadores y a los voluntarios.