Numerosos adultos y niños participaron en la ofrenda de flores en el grupo de El Hocino, quizá unos 30, aunque a falta del conteo final, que harán los propios participantes.
Parte de los asistentes con el cesto de flores
Este año han faltado personas que solían salir con el grupo, y no sabemos si habrán tenido quien cantase jotas por el camino.
Parte de los que estaban a la cabeza del grupo, con nuestro estandarte.
Salieron hacia las seis y cuarto desde la plaza de Aragón (solo 35 minutos tarde), en un día soleado, animado y bonito que ha permitido disfrutar de todas las actividades de las fiestas de la capital aragonesa.
A ver si algunos de los participantes escribe una crónica de las interioridades de esta jornada, sentimental, religiosa y auténtica fiesta del traje regional.