SUMARIO
n la época a caballo entre los siglos XIX y XX vivió un hacendado aragonés, natural de la localidad de Blesa (Teruel, España), que se incorporó a las corrientes reivindicadoras de la regeneración y posteriormente de un nacionalismo regional moderado frente al centralismo de la época de la Restauración y la pérdida de identidad y peso de Aragón. General Forniés Calvo residió entre su pueblo, Zaragoza, y nos consta que visitó Madrid, Cataluña... y sus inquietudes incluso dejaron su huella en el legado cultural aragonés. Pasado el tiempo esta huella casi ha desaparecido, y este artículo pretende rescatarla.
La suya fue una existencia aparentemente gris, pero nos aproximamos a su relativo valor si recopilamos datos de su proselitismo regionalista (incluso "proponiendo la formación del partido regionalista aragonés") cuando el aragonesismo estaba en mantillas, predicado sólo por un grupo de intelectuales. Le conoceremos sobre todo por las numerosas colaboraciones en la prensa de la época: "Miscelánea turolense", "Heraldo de Teruel", "La crónica de Aragón", "Aragón" y "El Ebro"; Su discurso fue bastante antipolítico, marcado seguramente por su experiencia en sus tempranas aventuras políticas provinciales. Y relacionado con su reivindicación de la identidad aragonesa estarían sus actividades de apoyo a proyectos de tinte filológico (la última de sus facetas descubierta), ya que fue autor de una gran recopilación de vocabulario de su localidad natal, para colaborar con el proyecto de Juan Moneva Puyol y el Estudio de Filología de Aragón (que es tan valioso para la conservación del patrimonio etnológico de Blesa). También hemos podido rescatar algunos detalles de la memoria de sus paisanos blesinos.
Palabras clave/Keywords: General Forniés Calvo, Forniés y Calvo, regeneracionismo, sindicalismo agrario, aragonesismo, regionalismo aragonés, política, centralismo, caciquismo, Centre català de Saragossa, Miscelánea turolense, revista El Ebro, semanario Aragón, Heraldo de Teruel, diario 'La crónica de Aragón', vocabulario, diccionario aragonés de Juan Moneva Puyol, Estudio de Filología de Aragón, etnografía, Blesa, Teruel, Aragón, España.
Summary:
This article examines the life of General Forniés Calvo,
born in Blesa (Teruel province, Spain, ca. 1864), who was a provincial
"regeneracionista" concerning the crisis at the end of the
19th century in Spain. He wrote in "Miscelánea turolense"
and "Heraldo de Teruel". And later, in the 20th century, he
had a significant position at the raising Aragonian nationalism, opposite
the problem of central state administration. He known centres of diffusion
of regional nationalism, like Catalonia. We have gathered a lot of Forniés'articles
published at the begin of 20th century at "Aragon" and "El
Ebro" magazines, and "La crónica de Aragón"
newspaper. Forniés was a secondary author, always, with regard
to key figures, like 'Almogabar' and other people.
He collect a lot of vocabulary of his village, to cooperate with the project "Diccionario de aragonés", very valuable to the cultural heritage of his village and Aragón.
I. Vida pública y privada
Primeros apuntes sobre su vida
Para situar a esta persona en su tiempo y su lugar debemos empezar por indicar que “General” nació hacia 1864 en la localidad rural de Blesa (Teruel), y que era hijo de una de las “casas fuertes” de la localidad. Los padres de aquel niño, al que bautizaron con nombre tan singular -General- fueron Timoteo Forniés Ardid y María Dolores Calvo Liedana. La riqueza de la familia era básicamente de naturaleza agropecuaria.
Dos partidas bautismales, de una hija y una sobrina de General, localizadas en el Archivo Parroquial de Blesa, ofrecen datos contradictorios sobre la procedencia de sus padres, de Timoteo y Dolores. En la partida de Dolores (hija de General) figuran los abuelos paternos como naturales de Blesa, mientras que en la partida de nacimiento de Mª Dolores (sobrina de General, hija de su hermana Natividad), se indica que Timoteo era natural de Híjar y Dolores de Lécera.(1)
General y sus cuatro hermanos quedaron pronto huérfanos de madre, cuando éste tenía unos 10 años, a consecuencia, probablemente, del nacimiento del último de los hermanos. Tenemos constancia de que Germán Forniés Calvo fue bautizado el 30 de marzo de 1874, y que su madre murió el , con 39 años (sin testar).(2)
Un blesino con estudios, marcando distancias.
Carecemos de ninguna otra información sobre la infancia de General. Sí sabemos que su padre se preocuparía por su educación, para que no fuese uno de tantos hacendados prácticamente incultos, lo que fue habitual entre tanta población blesina.(3)
Con unos 16 años General terminaba sus estudios de bachillerato en Zaragoza. Una nota en su expediente universitario indica que "Este interesado es Bachiller por el Instituto de esta Capital [Zaragoza] en 29 de junio del 1880 con calificación de aprobado en ambos ejercicios y título expedido por este Rectorado en 29 de septiembre de dicho año”. (4)
Estos estudios fueron únicamente el primer paso: tras terminar el bachillerato se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad de Zaragoza. Terminaría la carrera de abogado en 1886, según consta en la certificación académica del 25 de septiembre, cuando contaba unos 23 años de edad. (5)
Posiblemente sería uno de los pocos blesinos que recibió
estudios universitarios.
De la certificación académica podemos obtener información
sobre las materias que le impartieron, su preparación en ciencias
humanas y asignaturas más profesionales, y de las calificaciones
(que entran en un área más personal).
El choque de aquel joven de 16 o 17 años con el primer curso de Derecho debió de ser fuerte, pues tan sólo obtuvo “aprobado” en las tres asignaturas de aquel 1880-81 (Derecho romano 1, Historia universal 1 y Literatura general). En segundo curso, 1881-82, no mejoró: aprobó dos (Historia universal 2 y Literatura griega y latina), suspendió “Derecho romano 2” y no se presentó a "Economía política y estadística". Pero esta contrariedad debió de estimular al chaval (o le espolearon desde casa), ya que dedicó el curso de 1882-83 a recuperar las dos asignaturas, lo que hizo con calificación "buena".
A partir de ahí cambiaron los resultados de sus estudios. En el curso de 1883 siguió mejorando y comenzó a superar asignaturas ya con buenas calificaciones (Derecho político y administrativo, con “notable”, Literatura española, “aprobado”, "Derecho civil español 1" e "Instituciones de derecho canónico" “bien”). Siguió progresando en la recta final de la carrera en el curso de 1884-85, (“Derecho civil español 2” y “Derecho penal”, bien, y “Derecho mercantil” y “Derecho procesal 1” con notable). El último curso, 1885-86, terminó con buena calificación, la asignatura de “Derecho procesal 2”.
En resumen, comprobamos que General aprobó justo las asignaturas de "estudios preparatorios" (las humanidades), y obtuvo bastantes mejores notas en las asignaturas propias de su carrera de Derecho. Aunque no fuese un estudiante brillante, obtendría una base sólida para hacerse un hueco en diversas facetas culturales, políticas y administrativas que luego veremos.
Certificado de estudios de Derecho en la Universidad de Zaragoza.
General figurará como abogado en distintos censos electorales posteriores, pero sabemos que nunca ejerció de tal (como confiesa en el artículo "Examen de conciencia" publicado en 1920). En otros artículos renegaría de numerosos aspectos de la educación de la época, incluida la universitaria, de la que él fue ejemplo: ("La honorabilidad política y social" en "Aragón" del 11 de agosto de 1912).
Incorporación a la vida social y política de la Restauración
En 1890 (con unos 26 años a la sazón) General Forniés Calvo comienza a figurar en el censo electoral, como mayor de 25 años (que era la edad mínima para tener derecho a voto), y domiciliado como su familia, en la calle Baja, en Blesa.
Sus estudios de abogado le otorgarían un estatus muy por encima de la mayoría de los blesinos y le abriría puertas a puestos administrativos y a una carrera política.
En 1891 se convocó un certamen literario del Ateneo Artístico Turolense, con muy diversos temas. Uno de los premiados fue él: Al Sr. D. General Forniés Calvo (Blesa) se le concede una estatua de bronce, premio del tema 14, del Sr. D. Carlos Castel, diputado a Cortes.(6) Según José Ramón Villanueva (1997 pág. 34, nota 19) fue con su memoria sobre las causas del postramiento de la provincia.
No sabemos a qué influjo achacarlo (ambiente político, familiar, amistades), General se introdujo en el círculo político de la época de la Restauración. En abril de 1893 realizaría General un viaje a Madrid acompañando a dos personajes de la política en la provincia "...á la corte de Madrid no ha muchos días, nuestros conocidos, el diputado provincial D. Joaquín Calvo" y el Sr. Conde de Bureta." Sería para realizar peticiones sobre la "...carretera; una buena administración de correos" sobre carreteras, correo... [Puede ampliar detalles en la página ¿Qué ocurre que no llega el correo? (1893)]. Podría ser un viaje importante para General, acompañado de uno de los diputados nacionales (el Conde de Bureta) y el otro, Joaquín Calvo, que lo había sido diputado por Teruel entre abril de 1867 y diciembre de 1868, y que según Domingo Gascón Guimbao, era natural de Blesa como General Forniés. Quizá incluso fuese familiar de General, teniendo en cuenta que Calvo es su segundo apellido.
Pocos años más tarde se presentó a las elecciones a la diputación provincial de Teruel.
En la hemeroteca digitalizada por el Diario del Alto Aragón, hemos hallado una noticia referida a los candidatos, donde hay información.
Diario de Huesca - 30/08/1898. Página 3
Candidatos en Teruel
Se da como seguro que la candidatura ministerial para
diputados provinciales por el distrito de Teruel Albarracín,
la compondrán los Sres. D. Luis Matoses y Capilla, don Manuel
Fernández y Fuertes y don Tomás Arredondo y Calmache,
y para completarla se presenta el silvelista D. Bartolomé Esteban
y Marín.
Por el distrito de Montalbán Calamocha, los
Sres. D. Jaime Royo y Palomar, D. General Forniés y don José
María Sanz y Loscos, ministeriales, y para el cuarto lugar
el silvelista D. Antonio Valero y Andreu.
En el Eco de Teruel de 28 de agosto de 1898 añadían:
La confección de la de este último distrito ha sido laboriosa, pero por fin han podido vencerse las dificultades, quedando compuesta con los nombres expresados.
Hemos podido confirmar en la prensa de época que sí se integró:
La Diputación provincial de Teruel ha quedado constituida siendo elegidos: presidente, D. Bartolomé Esteban Marín, exgobernador de aquella provincia, por 12 votos;
vicepresidente, D. Jaime Rayo, por otros 12;
secretarios, D. Ricardo Palenciano, por 6 votos, y D. General Forniés, por igual número.
Y vicepresidente de la Comisión provincial, D, Atilano Dolz, por 10 votos.
La corporación turolense celebrará tres sesiones solamente en el actual periodo.
El Mercantil de Aragón, de 7 de noviembre de 1898.
Se conserva otra breve noticia de Heraldo de Aragón de 1898 que menciona a General Forniés como un candidato a las elecciones provinciales:
[...]
No se conoce todavía el resultado de las elecciones provinciales.
La candidatura ministerial la componen D. Genaro Fornes [SIC, es General
Forniés], D. Jaime Royo y don José Mª
Sasor [sic es Sanz] y la de oposición D. Antonio Valero Andreu.
Los tres últimos cuentan con muchas simpatías en el distrito por haber desempeñado diferentes veces dicho cargo, y en la actualidad los señores Royo y Valero, políticos consecuentes y de representación en esta provincia dentro del partido que militan.
[Heraldo de Aragón. 13 de septiembre de 1898]
[la noticia completa]
Sabemos que no figura entre los diputados o senadores nacionales en ninguna legislatura. Sabíamos que en 1901 figuró como Diputado provincial(7). Hemos hallado con quién formó equipo en 1899.(8)
Teruel
Diputación provincial. Presidente. D. Bartolomé Esteban
Marín.
Comisión Provincial.- Vicepresidente. D. Atilano Dolz Lucía.
Vocales: D. Pascual Zapater Moliner, D. José Pascual Orúa,
D. Manuel Fernández Fuertes, Sr. General Forniés Calvo.
Secretario. D. José Guirado López
No sabemos nada de su labor como diputado.
En enero de 1904 dejaba el cargo de concejal municipal: "La Comisión provincial, admite la renuncia de concejal del Ayuntamiento de Blesa, presentada por don General Forniés."(9)
Años después, el 1 de enero de 1917, el periódico La Crónica de Aragón se hace eco de la formación del Consejo provincial de Fomento. Se relacionan bastantes propietarios en diferentes secciones que se acaban de elegir para renovar cargos. Y a esos se añadían los "vocales natos", según expresión literal y uno esos representantes era Forniés.
Formando familia
Sabemos en qué fecha contrajo matrimonio con la también blesina, Dámasa Lomba Arnal. Se casaron el 6 de diciembre de 1893. Ella era hija de Martín Lomba y Francisca Arnal, de Blesa.
El 10 de mayo de 1895 nació el primer hijo de la pareja, Miguel Forniés Lomba.(10) Pero este niño no ha dejado (que haya encontrado hasta ahora), huellas documentales en la historia; posiblemente moriría más tarde de 1910.
Otro hijo, Francisco, se menciona en un pleito de 1916, como heredero de su madre, y que a la sazón ya no era menor de edad. Hubo de nacer como pronto en 1896
El 11 de febrero de 1900 nació su hija Dolores.(11)
Dámasa Lomba falleció en Zaragoza el 13 de abril de 1910 (no constó la edad en la esquela), dejando a su marido e hijos Miguel y Dolores Forniés.
Su casa. General Forniés y Calvo pudo vivir en una o más casas de su localidad natal, pero la que los blesinos identifican como “la casa de General Forniés” (aunque finalmente también fue vendida) es la casona solariega en la calle Baja, construida en 1608 si atendemos a la fecha que consta en su alero, (una de las pocas que conservaban a comienzos del siglo XXI su estilo prácticamente original, aunque hoy ya no).
Fachada, e interior de su antigua casa, en Blesa (Teruel).
El alero indica que se construyó en 1608.
Fotos de FJLA y Olga Royo.
En esa casa hallamos una habitación con vistas a la calle, que fue pintada probablemente en el siglo XIX, con una recargada decoración de bastante mérito, desde el ras del suelo hasta los techos incluidos, con estilo muy clásico, de extendido uso en la época. Quizá fuese el "despacho" o sala de estar de General Forniés y su familia.
Participación en la administración local
General Forniés comenzó a participar en la administración local de Blesa, desde pocos años después de terminar su carrera. Fue delegado de Juez Municipal, (no el juez principal) en 1894, 1900 y 1912, y como Juez en 1903 [según "Diario de Avisos" de 23 de junio de 1903] y 1920 y años posteriores aunque no sabemos si de forma continua.
Deja de figurar en este cargo en 1924, en cuyo lugar comienza a figurar Celestino Negro. No sabemos el porqué de la sustitución ¿edad, traslado?(12)
En cuanto a su vida pública se confirma que fue alcalde de Blesa, al menos en octubre de 1892, como leemos en esta noticia de "El Ateneo".
"Hemos recibido la visita del Sr. D. General Forniés, ilustrado joven que obtuvo el premio del Sr. Castel [Carlos Castel y Clemente 1845-1903] por su memoria sobre las causas y remedios de los males de nuestra provincia y la que, muy aplaudida por cuantos la conocen, será base de ulteriores trabajos del Ateneo. Muy de veras sentimos, cuantos a él nos unían los brazos de la patria y ahora los de la amistad particular, el que obligaciones de su cargo le hiciesen precipitar su regreso a Blesa, donde es Alcalde, pero nos dejó la promesa formal de remitir trabajos para esta revista y de venir más despacio en ocasión oportuna a contribuir con su valioso concurso a los fines del Ateneo".
El Ateneo. nº 5. 1 de octubre de 1892. Pág.75-76
Ya era alcalde en septiembre de 1891, pues como tal expidió las cédulas personales de dos sospechosos de robo y asesinato en la posada de Blesa, ocurrido en la noche del 2 al 3 de diciembre de dicho año. [BOPZ, 19 febrero 1891]
Vista de la decoración de su antigua casa en Blesa.
Foto de Olga Royo
Apuntes sobre su nivel de vida
Una de las "casas fuertes". Como herederos de una parte de los bienes de sus padres, Forniés Ardid, y Calvo Liédana, el matrimonio de General y Dámasa debía contar con muchos bienes raíces. Los blesinos nos cuentan que fueron de aquella familia gran parte de las vegas que hay aguas abajo de Blesa: la Vega y el Vado. Algunos detalles más sobre sus propiedades familiares se detallan en el anexo.
Del estudio de la Contribución y amillaramiento de 1851 (A.H.P.Te), pocos años antes de su nacimiento, comprobamos que entre los mayores terratenientes están alguno de los Calvo (el 2º y 4º con más propiedades rústicas, Doña Joaquina Calvo y la viuda de Pedro Calvo, propietaria esta última de la segunda mayor cabaña ganadera). Son muy grandes propietarios, a gran distancia de otros. En cambio, no figuran ni Forniés ni Ardid (apellidos del padre) o Liédana (segundo apellido de la madre).(13)
Leonor Naval, vecina nonagenaria de Blesa, nos cuenta algunos detalles, ya que su madre, Leoncia Pérez, fue criada para ellos, y salió de su servicio para casarse. Los Forniés-Lomba tenían coche de caballos, y tenían contratados peatones, detalle hoy curioso, aunque no eran los únicos en Blesa (también tuvo contratados peatones el pintor Santiago González, otro de los personajes culturalmente activos en Blesa de aquella época).
Entre los recuerdos de niñez de los blesinos más mayores, varios recuerdan haber conocido a General Forniés, (“y casi lo ven”), alto, con sus bigotes estirados.
En 1898, casado, con unos 34 años a la sazón, tenemos alguna huella de su vida social y contactos entre las personas de su clase social, hospedando a buenas amigas durante las fiestas patronales de Blesa, a donde acudían sinceras amistades y contactos de otro tipo, de pueblos próximos (ver Diario de avisos de Zaragoza, 9 de agosto de 1898).
General Forniés pertenecía a la elite local de Blesa, y porque se codeaba con ella apareció “retratado” en prensa, como este recuerdo publicado con posterioridad, en 1955.(14) Un sacerdote que inició su carrera en Blesa hizo referencia a él y a su grupo de amistades. [la noticia completa en www.blesa.info/hemeroteca.htm]
«Mis inicios de carrera tuvieron lugar en Blesa, a los veintitrés años y medio de edad.
El párroco mosén Melitón Beltrán, el abogado don General Forniés, el padre de Gabriel el «Cerero» y el médico don Enrique Pina, paseaban a diario juntos; a ellos me agregaba yo, y todos solíamos ir, en tiempo frío, hacia el camino antiguo (hoy carretera) de Muniesa; y, en días de calor, al molino de la Cueva, que era llamado «San Sebastián de los pobres».
No había paseo, en que no se peleasen, con fuertes disputas, el párroco y el abogado. Lo temible era que ambos usaban bastón. Quedamos aún para contarlo, el médico señor Pina (residente actualmente en Muniesa) y el que redacta esta crónica.»
II. Artículos. Pensamiento y obra
Colaboraciones con publicaciones
A General Forniés, cuando rondaba los treinta años, se le puede clasificar sin peros de regeneracionista turolense, al menos, por las referencias de sus colaboraciones. Sería aragonesista toda su vida. Encontramos sus escritos en periódicos, semanarios...
Como persona instruida y preocupada por el fomento y prosperidad de Teruel, era uno de los suscriptores activos de "Miscelánea turolense".
En mayo de 1892 envió a este singular periódico colaboraciones sobre el asociacionismo en localidades turolenses.(15)
Discurso regeneracionista
Aqueste abogado, aunque perteneciente a un estamento privilegiado, era
muy consciente de los problemas de la provincia de Teruel para prosperar
económica e industrialmente. Es iluminadora la reflexión que publicó
en el periódico “Miscelánea turolense” el 25
de diciembre de 1892. Su etapa como diputado provincial es posterior a
este escrito.
UN PENSAMIENTO REGENERACIONISTA DESDE 1892
El regeneracionismo fue un ánimo colectivo, un impulso de aquella época que se volcó con la fe en la prosperidad de la provincia si a esta se le daban los medios para explotar sus riquezas naturales y mercadear con sus productos. Para ello se reivindicaba la atención de los propios turolenses y las administraciones. Hunde sus raíces en esta provincia al menos tan lejos como los problemas intrínsecos a ella, que la despueblan y alejan el progreso que otras reciben desde estas tierras. General Forniés reconoció estos problemas e hizo un llamamiento a sus contemporáneos en el periódico donde pudieran tener eco sus inquietudes.
Reproducimos aquí el pensamiento que este hacendado remitió
al periódico Miscelánea Turolense. El espíritu que
quiso compartir estaba muy en línea con la filosofía de
esta peculiar publicación que se remitía gratuitamente.
Un pensamiento
Entre las muchas causas que concurren al abatimiento y ruina de la desventurada provincia de Teruel, es sin duda, la mayor de todas, el desconcierto y disensión en que perpetuamente se encuentran sus elementos más valiosos, aquellas personas de notoriedad reconocida, de posición desahogada y de cultura e ilustración bastantes para apreciar su precario estado y remediarlo, atacando y matando en su raíz los males que hoy padecemos.
No basta conocer el mal y deplorarlo; no es bastante indagar su origen, ni es suficiente, en último término, buscar afanosamente su remedio, si, una vez encontrado éste, cruzamos cobardemente los brazos y no lo aplicamos resuelta y enérgicamente a la necesidad sentida.
Esto es en puridad lo que en esta provincia acontece por espacio de más de medio siglo.
Ha llegado a ser proverbial, desgraciadamente por cierto, este estado miserable de la provincia de Teruel. Es hoy esta provincia el punto de comparación entre la cultura y la ignorancia, la riqueza y la miseria, el progreso y el atraso. Forma el tipo histórico nacional de lo inculto y abandonado.
Es esto tan evidente, es tan notorio, que ha degenerado en una vulgaridad. En cualquier rincón de España donde la casualidad suscite hablar de la provincia de Teruel es seguro que todo el mundo se hace lenguas, y valga el modismo vulgar, de todo lo malo y despreciativo que a una provincia puede imputársele en la forma menos piadosa y compasiva.
De ella se sabe que es un inmenso desierto abandonado a sus inclemencias, falto de todas las ventajas que la moderna cultura reporta a los pueblos que la poseen. Se sabe que el honor de llamarse provincia de Teruel cuesta algunos millones de pesetas a sus hijos, y que estos hijos de la provincia de Teruel, hijastros no más de la patria o hijos honorarios de la misma, han hecho en muchas ocasiones el penoso sacrificio de su vida cuando la libertad o la vida de su ingrata madre peligraba.
Siendo estas verdades harto conocidas, cuando se sabe evidentemente cuáles son las causas del triste abandono en que se encuentra esta pobre tierra; cuando es conocido el remedio a mal tan inveterado y grande, y, por último, es conocido otro tercer factor, que es la impotencia y mala voluntad de todos los Gobiernos para atenuar y remediar los males que sentimos, ¿no es una vergüenza para todos los hijos de esta tierra cruzarse perezosamente de brazos ante tal estado de cosas?
Por otra parte, es una insensatez esperarlo todo de los Gobiernos; y si esto es una verdad en términos generales, lo es mucho más en una región para la cual no ha habido siempre más que desdenes y, cuando mucho, falaces promesas de todos los sumos imperantes.
Planteada así la cuestión, ¿qué cabe hacer para la resolución pronta y eficaz? Una cosa sencilla, aunque su proceso sea lento y sus efectos algo tardíos. Consiste esto en hacer por nosotros mismos lo que en justicia perdimos e injustamente se nos niega. ¿Cómo hemos de realizar por nosotros mismos plan tan vasto? Por la asociación, y nada más que por ella. El axioma vulgar «Unión es fuerza» no es una frase hueca, es una verdad incontrastable y universalmente demostrada. Pues bien, por la unión de todos y para todos podemos conseguir algo de lo mucho que esta pobre tierra necesita. Concretando más mis afirmaciones, para darles la forma necesaria, lo que yo propongo demostrar es la necesidad de formar dentro de esta provincia una liga que podría llamarse de Patriotas turolenses, en la que cupieran todos los elementos hoy dispersos, y la que pudiera llenar todas las aspiraciones legítimas, tanto de la agricultura, industria y comercio como de todos los órdenes de cultura y del saber humano, sin distinción de ideas políticas ni religiosas, porque entiendo que el dogma, credo o programa de la liga habían de constituirlo únicamente el fomento y desarrollo de los intereses materiales de esta pobre tierra.
Este es mi pensamiento, expuesto con la sencilla desnudez y la ingénita franqueza con que pongo de manifiesto siempre mis ideas. Si merece tomarse en consideración, acéptese en buena hora; la idea está en embrión; agrándese cuanto se quiera, o modifíquenla los llamados a resolver estas cuestiones, que no por eso será menos la satisfacción por mí sentida si logro contribuir con mi pequeño óbolo a la mayor prosperidad y gloria de mi pobre tierra.
GENERAL FORNIÉS
Blesa, 30 septiembre del 92
Publicado en “Miscelánea turolense”
el 25 de diciembre de 1892
La provincia de Teruel ya apuntaba hace un siglo por la senda en que aún camina, hacia un oscuro horizonte, fruto de cierto abandono político, poco dinamismo económico, todo ello causa y fruto al mismo tiempo de una fuerte emigración y envejecimiento de la población.
Su memoria premiada en 1891 aún era citada por Federico Andrés en una publicación posterior en varios años, "Heraldo de Teruel" desde el número 2 (10 de octubre de 1896) en "Nuestra provincia Causas de su postración" (y siguientes hasta el nº 17 del 23 de enero de 1897).
Estas fueron las causas:
- 1º.- El carácter de los habitantes de nuestra provincia.
- 2º.- La falta de capitales que ayuden a la producción en todos sus ramos.
- 3º.- Fraccionamiento de la propiedad.
- 4º.- Situación topográfica de la provincia y la falta de canales y pantanos.
- 5º.- Los enormes tributos que pesan sobre la propiedad. ["el agricultor" en lugar de "la propiedad" indica Federico Andrés]
- 6º.- El forzoso abandono de la explotación minera.
- 7º.- La tala de los montes.
- 8º.- El atraso en la instrucción.
- 9º.- Falta de comunicaciones y medios de transporte
- 10º.- La usura
- 11º.- La inseguridad personal y de la provincia. ["propiedad" en lugar de "provincia" indica Federico Andrés]
Esta memoria fue muy desarrollada y analizada actualmente por José Ramón Villanueva.(16)
Siguiendo la pista de Ossorio busqué en Heraldo de Teruel y efectivamente hallamos alguno de sus artículos, sin poder buscarlos todos, ya que la colección de este semanario está incompleta. En el nº 53 de 2 de octubre de 1897 publicaba Forniés un artículo datado en Blesa en julio de ese año y en que escribía sobre que la iniciativa tenía que confiar en las propias fuerzas y proyectos económicos y difundirlo para crear el asociacionismo necesario para hacerlo viable. Pone ejemplos de proyectos de tejedores ingleses en 1844 asociados para disminuir los gastos y comprar al por mayor, engrandeciendo una cooperativa sin acordarse de su propio Gobierno ni esperar ayudas. Tras ello termina Forniés:
"Voy haciendo ya largo este deslavazado artículo, prometiendo, en otros sucesivos, hacer indicaciones acerca del funcionalismo de las sociedades cooperativas, de verdadera necesidad en esta tierra, sin las cuales, la miseria acabará pronto con todo lo poco que queda."
Lamentablemente el artículo no está completo, falta el título y el comienzo, por faltar físicamente la página de este ejemplar. Aparece en este semanal ilustrado una fotografía de General Forniés joven, (un gran testimonio, si no nos hubiesen proporcionado previamente una fotografía junto a su esposa).
Promotor del sindicalismo agrario
A. principio del siglo XX comienzan a fructificar alguno de sus esfuerzos, porque en "La Liga Agraria: órgano y propiedad de la misma asociación" de 22/01/1902 se publicaba sobre él:
"EL AZAFRÁN
Por iniciativas del general Forniés [sic], rico hacendado aragonés, se trata de constituir en Zaragoza una sociedad anónima, que se dedique á la explotación de tan preciosa planta, librando á los pobres agricultores aragoneses del vasallaje á que les tienen sometidos los extranjeros. Estos, aprovechando la miseria que se enseñorea en Aragón, como en toda España, bajan los precios cada vez más, no llegando casi en la actualidad á remunerar los gastos del cultivo; pero luego, en cambio, hacen un negocio verdaderamente colosal, y que asciende á muchos millones de pesetas.
Formada la sociedad que proyecta, ésta sería la encargada de la venta, y entonces se cambiarían las tornas, siendo ella quien impusiera la ley á los actuales explotadores.
Esas son las guerras de hoy, y el general Forniés [sic] está en su puesto dirigiendo semejante batalla."
Y su labor, hoy silenciada, debió ir dando algún fruto, porque, como nos ha señalado el historiador Serafín Aldecoa,(17) en 1902 seguía haciendo proselitismo por el cooperativismo en la provincia. Escondido tras el seudónimo de Anacleto Rodríguez, el historiador Eduardo Ibarra y Rodríguez (1866-1944) escribía algunas noticias en la "Revista de Aragón", y en dos de ellas mencionaron a Forniés. El primer párrafo es del número de marzo, el segundo del de octubre de ese año.
"También en la agricultura se notan iniciativas fecundas: mi antiguo
condiscípulo el abogado D. General Forniés, va logrando que se abra camino
en la provincia de Teruel un proyecto muy beneficioso para la misma,
el de sindicar a los productores de azafrán a fin de que, vendiendo directamente
sus cosechas en el extranjero, obtengan por su gestión directa, los
cuantiosos beneficios que los agentes intermediarios extranjeros logran: mucho
y bien ha batallado hasta hacerse oír, pero al fin parece que lo va consiguiendo."
[Revista de Aragón, marzo 1902, pág. 145]
Y finalmente, en otoño de ese año ya existía el sindicato.
"El Sindicato azafranero constituido en Monreal del
Campo merced a la iniciativa y propaganda del Sr. Forniés, funciona
a satisfacción de los labradores que lo constituyen y ha sido aceptado
por las casas exportadoras del extranjero y van finalmente los labradores
de las vegas sobre todo, aceptando y usando los abonos minerales,
base necesaria de un cultivo cada vez más intensivo y remunerador
que la escasez del abono animal dificultaba en extremo".
[Revista de Aragón, octubre 1902, pág. 733]
General Forniés promueve en sus círculos y artículos iniciativas e ideas que pueden promocionar la industria de Aragón. El 12 de agosto de 1905 publicaba una columna en el Diario de Avisos de Zaragoza (de Calisto Ariño) donde aboga por la industria transformadora de los bienes que produce el sector primario y que ganan valor fuera de Aragón, y el motor del cambio debe pasar primero por el uso del carbón de Utrillas (que acaba de estrenar la unión por ferrocarril desde las minas turolenses con Zaragoza) y segundo:
"...Zaragoza necesita, principalmente dos escuelas; una de Agricultura, y otra de Industria, para encauzar las aficiones de la juventud docente por derroteros más positivos y triunfadores que los actuales.
Con esto, y dedicar el capital zaragozano en empresas fabriles, por medio de una labor perseverante bien estudiada y entendida, los carbones de Utrillas tendrían en su propia casa, sin los dispendios del kilometraje, un precio más que remunerador; un precio elevador con relación al costo de extracción y de acarreo de las minas hasta la estación de Cappa [La estación de tren de Zaragoza donde terminaba el trayecto del ferrocarril minero Utrillas-Zaragoza].
Blesa 4 Agosto 1905."
Estas son algunas de las colaboraciones de General Forniés en "Diario de Avisos de Zaragoza":
- 12 de agosto de 1905: (Zaragoza industrial) Las minas de Utrillas
- 18 de enero de 1906: (Tribuna libre) La incultura política. (Zaragoza)
- 9 de febrero de 1906: (Tribuna libre) ¿Por qué no se suprimen los [impuestos de] consumos?
- 19 de diciembre de 1906: (Diario Agrícola) "Procedimientos culturales", una delicia de crónica de la introducción de innovaciones técnicas agrícolas en una cultura tradicional algo reacia y sufridora de malos animales de tiro.
Regionalismo militante. El semanario “Aragón”
Tras aquella memoria de 1891 y la colaboración de 1892, a lo largo de veintiocho años, General Forniés siguió en activo, pero poco podemos escribir en concreto: transcurriría su etapa como Diputado Provincial de Teruel, evolucionaría su pensamiento, y su esfuerzo pro provincia de Teruel se ampliaría, abrió su horizonte reivindicando la mejora de toda la región aragonesa, y entró en contacto con destacadas personalidades intelectuales y conservadoras de aquel arranque del siglo XX.
Entre 1901 y 1910 se mudó de Blesa a Zaragoza. Sabemos que en 30 de enero de 1909, General Forniés Calvo era socio de La Real y Excma. Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, que a la sazón formaban unas 200 personas. Entre ellos había médicos, filólogos, escritores, personas de renombre con títulos nobiliarios... Y quizás a través de esta sociedad entrase en contacto con Juan Moneva y Puyol (socio desde 1902) o Gregorio García Arista Rivera (socio desde 1903), que pocos años más tarde serán activos promotores, como Forniés de las recopilaciones del vocabulario de Aragón. En los BOP de Zaragoza de 4 de febrero y 8 de agosto de 1913 o 3 de febrero de 1914 podemos hallar la lista de socios de la misma y su año de ingreso.
No debió ser una pertenencia pasiva, pues el 22 de junio de 1909 en Diario de Avisos de Zaragoza hallamos a Forniés entre los miembros de una comisión de estudio de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País (firmado el 23 de marzo).
Una pista de esta segunda etapa la hallamos dos décadas más tarde, cuando General Forniés rondará los 50 de edad y tenía domicilio en Zaragoza (en la calle Mayor, 19, según varios BOPZ). El catedrático de derecho, escritor y periodista conservador Miguel Sancho Izquierdo recuerda a General en unas memorias, en torno al año 1912(18):
“Yo fui desde chico [Miguel Sancho] regionalista, [...] Mas no podía faltar y no faltó tampoco mi colaboración en el semanario “Aragón”, portavoz del regionalismo aragonés en aquellos años de feliz recordación.
Dicha revista la fundó don José García Mercadal y eran destacados colaboradores en ella don Juan Moneva, don Andrés Giménez Soler, don General Forniés y don Genaro Poza, que firmaba con el seudónimo Jena. García Mercadal, Giménez Soler, Forniés y Poza desfilaron, además por la tribuna del Centre Catalá en una serie de conferencias que sobre regionalismo había organizado dicha sociedad.”
La revista semanal Aragón la fundó en enero de 1912 un veterano del periodismo aragonés, José García Mercadal. La revista tiene un tono conservador pero muy volcada con el regionalismo, una palabra que según dicen “no había sonado en nuestra tierra hasta que nosotros la estampamos en nuestras columnas”.(19)
Numerosas de sus colaboraciones abogan por la creación de un partido aragonés que represente los intereses de la región aragonesa en Madrid.
Forniés colaborará con frecuencia, y al parecer, además
de firmar con su nombre muchas colaboraciones, en la lista de colaboradores
figura junto a un alias: “Bachiller Carrasco”.
Varias fuentes sobre periodistas y escritores repiten este dato [Ossorio y Cejador], más
no sabemos cuándo lo utilizaría. Solo lo he hallado en la revista "Aragón" en 1912, pero el alias no figura al pie de sus artículos, solo en la lista de colaboradores de la revista (junto a su verdadero nombre, como el de otros colaboradores que tienen un "alias").
Los mensajes de los artículos de Forniés suelen abogar porque
se aúnen los aragoneses en torno al regionalismo (que no separatismo
nos aclararía), la creación de un partido aragonés,
y la posterior exasperación por la acidia de los aragoneses al
respecto. En su escritura sobreabunda el lenguaje de tono victimista,
contra el desinterés del gobierno central por Aragón, lo
aragonés y sus posibles intereses o desarrollo.
Estas son algunas de las primeras colaboraciones de General Forniés en “Aragón” (Revista semanal):
- 31 de marzo de 1912 (nº 12): “Tarde y con daño”.
- 21 de abril de 1912 (nº 15): “Regionalismo aragonés”.
- 28 de abril de 1912 (nº 16): “Remachando el clavo”.
- 12 de mayo de 1912 (nº 18) “El partido regionalista aragonés. Actuación regionalista”.
- 19 de mayo de 1912 (nº 19) “El partido regionalista aragonés. Cada ascua a su sardina”.
- 16 de junio de 1912 (nº 23) “Pro Victis”.
- 7 de julio de 1912 (nº 26) “¡¡¡Para cuándo son los rayos!!!”
- 11 de agosto de 1912 (nº 31) “La honorabilidad política y social”
Durante este tiempo Forniés viviría en Madrid, no sabemos si de forma eventual o permanente, pues en su artículo de 19 de mayo de 1912 reconoce que desde allí siente más el latir del regionalismo y que “Jamás me sentí más español, que cuando me hallé lejos de España, y creome más aragonés lejos de Aragón de lo que fuera si en Aragón viviera”.
Contenido de su discurso
Una crítica larga y afilada la dedica Forniés a los diputados cuneros:
“Los regionalistas aragoneses creemos que la presencia de los cuneros en Aragón es una ofensa que se nos hace, porque entendemos que en esta tierra sobran los aragoneses dignos de ostentar nuestra representación en Cortes, y [...] resultan unos asalariados del poder central, unos mercenarios del abstracto imperante, y ...”
A Forniés le gusta rebatir con argumentos a quienes le contestan en artículos o quienes no han sabido apreciar sus preclaras ideas. Algunos fragmentos corresponden a interesantes réplicas a otros articulistas en diversos medios, como a un tal Ben-Amel que escribe en “Lealtad” (21/04/1912), a las palabras y actitudes de Heraldo (16/6/1912), y alguna replica a colaboradores del propio periódico Aragón, como S. Kossti (19/5/1912).
De sus escritos obtenemos pistas que nos hablan de una pasada actividad pro-regionalista, que da apuntes del periodo con menos datos sobre él (entre 1892-1912):
“Aunque yo tuve la ocurrencia (quiero llamarla así por no despertar emulaciones que yo respeto mucho) de iniciar este despertar del regionalismo, (porque el regionalismo latente es ya viejo en Aragón) no he querido precipitar los hechos.
Paciente, a usanza benedictina, he aprovechado cuantas ocasiones creí propicias para propagar mis ideales regionalistas.”(20)
Sus escritos también nos ilustran sobre su carácter, de su convencimiento y está claro que la modestia no estaba entre sus virtudes:
“Mucho antes de escribir mi primer artículo proponiendo
la formación del partido regionalista aragonés, sabía
ya que mi idea, por lo original, por lo grande y por lo generosa, había
de tropezar con los obstáculos tradicionales que surgen siempre
en esta tierra de abúlicos, de envidiosos, de mansos y pobres
de espíritu, antes de toda idea desinteresada, noble y honrada.
[...]
No me importa.
Creo que un hombre ha tenido muchas veces razón contra toda la
humanidad, y en el caso presente, creo yo, que tengo razón sobradísima
para pedir en nombre de nuestra propia conservación como aragoneses,
de nuestra historia, de nuestro derecho, de nuestra cultura y de nuestra
dignidad como pueblo, la constitución de un partido regionalista
aragonés, que conserve los restos de un pasado glorioso y que
reivindique lo presente y futuro que en justicia nos es debido.”
(21)
¿Era costista General Forniés? Se puede considerar que sí, así como muchos de los colaboradores de este semanal. El propio Forniés, así lo expresa en un artículo:
“Por lo demás creo que el programa de Costa es el único que aún podría manumitirnos de la esclavitud afrentosa en que nos han colocado la debilidad regional, enfrente de la arrogancia cada día más creciente y desapoderada de los cesaristas de opera bufa.”(22)
En otros párrafos de sus artículos (Véase especialmente “Actuación regionalista”, 12 de mayo, nº 18) aboga por la potenciación de instituciones históricas aragonesas y restablecimiento de antiguos fueros, que tiene por más perfectos y con más libertades para el individuo que las leyes y estructuras castellanas que se impusieron doscientos años atrás, aunque él mismo creía todo ello improbable. También difunde como una aspiración regionalista la potenciación de los municipios, como nervios del Estado, que recuperen las funciones que antes ostentaban, aunque también cree que es inviable sin “su libertad nativa y su dinero” [...] “no a la antigua usanza, porque a ello se opondría entre otras causas la enajenación bárbara de los bienes comunales y propios de los municipios”.
La época en que se expresaban todos estos pensamientos estaba marcada por un excesivo centralismo, y algunos argumentos estaban motivados por el tipo de defectos que tiene cualquier burocracia excesivamente centralizada:
“Aspiración regionalista debe ser la cesación de esa vergüenza que nos obliga a suplicar años y más años un miserable pantano, que mientras se construye con el dinero que el Estado suministra con cuentagotas, perecen dos generaciones de hombres, si antes de verlo construido no se marcharan los sedientos aborígenes de las tales obras a construir las obras hidráulicas del extranjero”.
De hecho, todo su artículo “Actuación regionalista”, resume muchos puntos y razonamientos por los que creen que es necesario ser regionalista y fomentar el regionalismo en Aragón.
Un sentir personal que creemos entrever en las palabras de Forniés en diferentes artículos es su falta de esperanza en que finalmente cuaje un espíritu aragonesista en la región. Seguramente Forniés hubiera querido encontrar y fomentar el ánimo y energía colectivos que se despertó en los regionalismos de las comunidades vecinas como Cataluña o el País Vasco, que viven en esta época de entre siglos un periodo de búsqueda y revalorización de sus señas de identidad, que calaría finalmente en muchas capas sociales y serían asumidas por las clases burguesas dirigentes.
En junio de 1912 el motivo de las quejas contra el centralismo vino motivado por el regreso con las manos vacías de la “Comisión de peticiones y agravios” que se desplazó a Madrid “en busca de la protección centralista”. Fue el argumento perfecto para Forniés, quien vio así corroborado por los hechos, lo que argumentó tiempo ha contra algunos aragoneses que le debatieron que no era necesario un partido regionalista, sino confiar en el patriotismo común... A Heraldo de Aragón, el diario de la competencia, que reacciona en su editorial tras el regreso de la comisión, lo califica de aragonesismo deslavazado. Le replica que:
[...] “Tarde ha recordado el Heraldo para predicar el aragonesismo, muerto airadamente por los sicarios del cunerismo, del forasterismo y del virreynato.
Tardía la iracundia del periódico del Trush, al sentirse ofendido por los políticos que según él asegura, hace de la política negocio y especulación.
Muchos años hace que el Heraldo pudo percatarse de esas miserias y haber abominado de ellas; hoy es tarde; aquí no queda nada. Conservadores, liberales, republicanos, jaimistas, con la mirada puesta en el fajín, la banda, la condecoración, la plaza para el hijo, la colocación para el sobrino y el momio para sí propios.
Es triste decirlo, pero aquí no hay más que una multitud de perros hambrientos rondando los presupuestos de la Nación, de la provincia y del Municipio, otra multitud de falderillos vanidosos enamorados de los collares condecorados, y una muchedumbre, imbécil, abúlica, mansueta, descreída e indiferente a todo, puestos los ojos en Dios y las manos donde caigan. Aragoneses que quieran y sepan serlo, unos cuantos adoradores platónicos del país, que tienen la suerte de amar a su tierra y la paciencia de sufrir con resignación las flaquezas y burlas de sus descreídos coterráneos. [...]” (23)
Crítica de la educación en España
No solamente escribe de política en sus columnas General Forniés, pues al hilo de otras críticas sociales, nos dibuja en ocasiones pesimistas panoramas de algunas facetas en la base del retraso de nuestro país respecto a otros del contorno: la educación.(24) Lo exponemos con detalle porque tal vez trasluce parte del pasado de nuestro protagonista.
Forniés cree que la función de la educación debiera ser perfeccionar a la persona en lo profesional, en su actuación política y para llenar los fines de la vida. En cambio, la realidad de la educación en España pasaba en 1912 por:
“Primero una escuela primaria donde por los métodos
atrasadísimos del siglo XVIII, se le enseña al pequeñuelo
a leer mal, a escribir peor y a llenar su reducido intelecto de jeroglíficos
[...]
Como excepción tenemos, y siempre tuvimos, maestros de primera
enseñanza meritísimos y progresivos, aun cuando estas
excepciones honrosas no se prodiguen y residan en los grandes centros
de población, en las escuelas que podríamos llamar privilegiadas
[...]
Ayudando a la imperfecta escuela elemental en su tarea de estropear
inteligencias y malograr voluntades, están esas fábricas
de sopa (vulgo colegios), donde la juventud de los pueblos pequeños,
los desdichados huérfanos y muchos de las ciudades que en cada
casa son un estorbo, hacen sus primeras armas en las letras y ciencias
que jamás logran entender por la defectuosa y torcida educación
pedagógica que se les da.
Y como complemento del desastre y ruinas pedagógicas, el Estado
ha fundado los Institutos provinciales de Enseñanza, que son
una vergüenza nacional, porque en ellos pierde la juventud lo mejor
y más florido de su edad, pierden los padres el dinero malversado
en matrículas y en la porquería de los libros de texto
impuestos [...]
Con esta preparación inmoral, inculta, llena de prejuicios, de
rutinas y de errores, es como la juventud entra en la Universidad, no
con el estímulo ni la emulación nobles de aprender, de
adquirir conocimientos, sino con la ambición de adquirir un título
profesional, que muchas veces significa el testimonio de la ineptitud
[...]
La familia ayuda por su parte lo que puede para completar la obra destructora,
comenzada en la escuela elemental y terminada con la obtención
de su aspirado título. [...]”
¿Generaliza Forniés o leemos entre líneas retazos de su experiencia vital? ¿Realizó los estudios primarios en Blesa el niño General? ¿Sufrió los anticuados métodos que nos han contado nuestros abuelos y algunos de nuestros padres? ¿Se referirá a su paso por el Instituto en Zaragoza? ¿No hay mucho de subjetivo en cómo habla de los objetivos que impulsan a la juventud en la Universidad? ¿Esa referencia a que la familia ayuda a completar la obra destructora, cuando ésta intenta dar un mejor porvenir a sus vástagos, nos esconde alguna vivencia, escarmiento, desengaño? Todo ello es probable, creemos, pero no sabemos a qué podría deberse ese poso de frustración ya que él es un privilegiado con carrera. Quizá se mezclen sus recelos, su experiencia, con el poco fruto que observa en el conjunto de una sociedad bastante cateta tanto en el ámbito rural como ciudadano.
Modelos políticos de Forniés
Algún artículo suyo refleja las facciones y personalidades políticas de la época de comienzos del siglo XX, de cara a quienes tenemos una idea somera, y nos ilustra sobre las afinidades y animadversiones de General Forniés.
Es significativo el artículo “¡¡¡Para cuando los rayos!!!” del 7 de julio de 1912. En él menciona a Montero Ríos, Canalejas, Maura... como parte del sistema centralista que no está dispuesto a implantar ni siquiera las reformas que ellos mismos proponen, caso de las “mancomunidades”.
Pero es más revelador del pensamiento de Forniés lo que
escribe sobre Françesc Cambó (1876-1947).
Este regionalista catalán, banquero y político, militante
de organizaciones nacionalistas desde su juventud, abanderó movimientos
en Cataluña y contactó con el equivalente de otras regiones.
Cambó fue la figura de mayor relevancia en el regeneracionismo
de base catalana, y líder del catalanismo conservador, al que Forniés
no puede sino admirar. Forniés habla del regionalismo catalán
como “hermano mayor de los demás” y espera en ocasiones
que arrastre al resto.
Así, cuando Cambó se integra en la política nacional formando un “contubernio del regionalismo y del centralismo”, y Forniés cree esa posición errónea, trata de justificar su actuación de 1912, en varios párrafos:
“No acierto a comprender cómo a un espíritu tan intenso y ecuánime como el de Cambó hayan podido deslumbrarle los espejuelos madrileños. Sólo una impaciencia disculpable por la actuación del regionalismo desde el poder [...]
No debemos los nacionalistas españoles escuchar las menguadas ofertas madrileñas; nada de componendas ni vergonzosos maridajes [...]”.
[...] Las mancomunidades eran unas migajas, que Maura ofreció primero amedrentado por la Solidaridad catalana, y Canalejas ha ofrecido después, desconfiando de la eficacia del lerrouxismo ministerial barcelonés perteneciente al gremio imperante, pero tanto uno como otro al prometer las mancomunidades era con el propósito firme de no implantarlas.
Cambó no tuvo inconveniente en integrarse en la política madrileña para hacer cambios desde dentro del sistema; y fue partidario del mantenimiento del orden público a cualquier costa, así como de prevenir cualquier ruptura del orden social y sus clases. Sufrió rechazo en Cataluña por esta misma actitud, por parte de sus compañeros o rivales nacionalistas más radicales, o impacientes, pero éste financiero creía que “la regeneración sólo podría venir desde la derecha, lo que excluía posibles escrúpulos nacionalistas en los acuerdos con Madrid”.(25)
Impacto de los discursos de Forniés
El discurso de Forniés se basa en argumentos y los expone mayoritariamente con tono vehemente. Su prosa hace gala de una riqueza de léxico, expresiones o referencias clásicas que nacen invariablemente de la formación intelectual decimonónica de Forniés (a un lector actual le obligarán a consultar diccionario y enciclopedia); aunque él la describe como desaliñada, “porque mi pluma nada galana no da para más” y reconoce sus limitaciones como conferenciante porque “lo que lamento es no tener la arrebatadora elocuencia de Mirabeau”. (26)
Creemos que Forniés, mediante sus argumentos y vindicaciones, acumularía una pequeña comunidad de lectores y seguidores... Publicaban en la revista “Aragón” muy prestigiosos colaboradores, de mayor talla intelectual que Forniés posiblemente, pero él figura varias veces en la primera página, y no pensamos que sea únicamente por la conveniencia del montador de un periódico diseñado a la vieja usanza (cuya primera plana aún era una página más, y no un reclamo o escaparate del contenido).
No sabemos la tirada del semanal “Aragón”, u otras publicaciones previas donde escribió. Recordemos su conferencia en el “Centre catalá” de Zaragoza, o la mención a las burlas de que dicen son objeto los aragonesistas. Todo hace pensar que los aragoneses regionalistas serían entonces minoritarios y su impacto pequeño.
Por esa incertidumbre es valiosa la existencia y publicación de un artículo de terceros alabando a Forniés, al que no conocen y cuyo nombre creen que es un seudónimo. No hace sino constatar que las colaboraciones de Forniés en prensa regionalista tenían eco en la sociedad aragonesa, pero un tanto escaso, y que las figuras regionalistas son relativamente anónimas. (27)
“No hemos pretendido indagar quién sea el mencionado escritor: los hombres valen por sus ideas, y por esto nos importa muy poco conocer la materialidad de su persona: sabemos como piensa y eso nos basta. Así, también dejando en el misterio de un pseudónimo o de un nombre desconocido [...]”
Otras personas como Juan P. Esteban y Chavarria (que publicó en El Eco de Navarra, un artículo que se reprodujo el 25/8/1912 en "Aragón"), hablan de Forniés como amigo, junto a otros de los mismos ideales, y escribió palabras laudatorias de muchos colaboradores del semanario "Aragón".
Un joven regionalista, escondido tras el seudónimo de Ben Amet, escribirá en "Lealtad" (Semanario de la Juventud Conservadora de Zaragoza, que mencionaba más arriba) el 28 de abril de 1912 una excusa al rapapolvo que le dedicó Forniés, tras publicar el primero una colaboración en "Aragón", y matizarle o refutarle sus posturas, desde un maximalismo de regionalista veterano hacia un bisoño con ideas absurdas que no respeta ciertos "cánones". Ben Amet se justificará con respeto, algo que no es recíproco en Forniés.
1912 es un año prolijo en interacción con lectores de Forniés dado el eco que alcanza Aragón entre los regionalistas idealistas y conservadores de la época. El 26 de mayo, en dicho semanario, le escribe un tal Juan Pio Membrado porque a una colaboración de este señor, un "cuentecillo", Forniés reaccionó en un artículo con sentido positivo, y con el que parece no discrepar.
El 11 de agosto de 1912 “Aragón” reproduce un artículo dedicado a General Forniés, publicado en el periódico “El Porvenir”, de Huesca. El desencadenante es un artículo de Forniés que no conocemos titulado “Mentiras tradicionales. Nuestra agricultura” del que dicen que “hay un fondo de ira, un mucho amor a España, un noble sentimiento de justicia [...]”
Tras algunos párrafos que nos hacen reflexionar, en que aclaran que la primera sensación lleva a rechazar de plano las teorías de Forniés sin meditarlas, sólo leyendo con detenimiento el artículo desde la primera línea a la última, sin perder sílaba, se puede asentir y sentir al mismo tiempo. Concluyen que:
“Nosotros leemos con fruición los artículos
de «General Forniés», hechos con rudeza y fuerza
de pensamiento. Sentimos vibrar dentro del alma cuerdas que sólo
las grandes ideas logran conmover. Aprendemos cosas, nos enseña
a razonar en muchos puntos, nos hace ver relaciones ignoradas o no bien
sabidas. Para nosotros «General Forniés» es maestro.
Hoy al saludarle por primera vez desde estas columnas, lo hacemos con
respeto, esperando que nos lo agradecerá enseñándonos
sus teorías como a discípulos que tienen ansia de aprender.”
Pero el apunte más importante de este panegírico, aparentemente desinteresado, es una pequeña introspección que se permiten apuntar sobre lo que la personalidad de Forniés trasluce, y que refuerza nuestra propia teoría:
“«General Forniés» es pesimista, como lo son la minoría de españoles que piensan y tienen contextura de europeos: dicen que el pesimismo es de almas enfermas, pero siempre han sido y serán casos patológicos en psicología los hombres superiores. Pero, y aunque fuera un enfermo espiritual «General Forniés», deseamos a todos los españoles la misma enfermedad.”
1914. Una vía hacia... ¿la agonía?
En febrero de 1914 comienza a publicarse la segunda época del semanario “Aragón”. Ya en su segundo número (22 de febrero) encontramos una colaboración de Forniés, titulada “Un pueblo sin conciencia”.
Cambia el tono de su elocuencia, y empieza con ánimo, crítico, profundo y relativamente sereno, comparado con sus inflamados discursos de un par de años atrás. No trascribo el artículo por su tamaño, pero estos dos párrafos entresacados son muestras significativas:
“La conciencia individual se condensa en los pueblos como se condensa en la atmósfera el vapor de agua. Cuando la conciencia individual está muerta, no puede haber una condensación de conciencia nacional o colectiva.
[...]
Estamos en circunstancias tan críticas como se encontraba Egipto hace cincuenta años, y si nosotros no hacemos un esfuerzo para llegar al estado de conciencia que nos capacite para reconstituir una patria que se desmorona, tendremos, tendremos que suplicar el auxilio espiritual de hombres superiores que carguen con la misión de educarnos, y desinfectar esta charca pestilente, poblada de renacuajos y culebrones.”
Esta es la triste y desesperanzada opinión, muy crítica, de General Forniés. Sigue denunciando en otras frases el status quo, a los diputados cuneros, el caciquismo, la falta de conciencia colectiva del pueblo y las cabezas pensantes... Nos da la impresión (subjetiva, no se olvide) de que es un hombre distinto el que nos escribe. Éste se halla en un final de etapa, ya no puede luchar contra el sistema y apela al “auxilio espiritual de hombres superiores”... “a desinfectar esta charca” que ciertamente era la política española en la época de entre siglos. Quizá hecha de menos una figura intelectual que arrastre al país y las facciones políticas y el pueblo hacia arriba. Todos sabemos que en España estas personalidades apenas existen; cuando brotan, como fue, por ejemplo, la gran conciencia y figura de Joaquín Costa, o Miguel de Unamuno (contemporáneo de Forniés, –nacieron el mismo año-), unos las ensalzan, otros las derriban, pocos la comprenden en su profundidad. Históricamente hemos recibido la herencia de una clase política bastante imperfecta y sufrido el espíritu y mediocridad de la visceralidad militar, conformado por el interesado egoísmo de determinadas facciones.
Pero, lo que es más importante en el discurso de Forniés, es que, distinguiéndose de las colaboraciones en la primera etapa en “Aragón”, dos años antes, ahora no se menciona ni una vez a Aragón, "su pobre tierra". Amplía sus miras. La falta de conciencia y los otros defectos que expone con meditada resignación hacen referencia explícita a España y los españoles. Casi podríamos afirmar que General Forniés, en 1914, medita en un sentido unamuniano, y que “le duele España”, como les ocurrió a otros íntegros intelectuales. ¿Leía Forniés los artículos y obra de Unamuno?
Con certeza, porque tenemos localizada en el semanario nacional "España", una carta remitida en abril de 1915 por General Forniés.(28) La carta apareció resumida por la propia redacción, centrando así el mensaje que transmite Forniés desde Aragón, contra los acaparadores de grano y caballerías vendieron con ganancias a las naciones beligerantes en la primera guerra mundial, y llamó la atención sobre los problemas que tendrían los agricultores para reemplazar las caballerías y los granos que les serían necesarios. [Enlace a la publicación]. Aparte del interés del propio mensaje, señalar la alta categoría de algunos colaboradores de la misma publicación, entre los que estaban Ortega y Gasset, Gumersindo de Azcárate, Luis Araquistain, el pedagogo Lorenzo Luzuriaga, y Miguel de Unamuno, al que mencionábamos antes.
Lamentablemente, de esta segunda etapa del semanal Aragón apenas se conservan, en el Archivo Biblioteca Hemeroteca Municipal de Zaragoza, una pareja de ejemplares, y no podemos atestiguar si hubo más colaboraciones de Forniés, o si de haberlas eran combativas o descorazonadoras, regionalistas o de ámbito nacional. La tercera etapa del semanario (1917-1918) apenas la he podido estudiar ni he hallado colaboraciones de Forniés, pero también es un registro incompleto de ejemplares.
Conferencias en el Centre Català de Saragossa
Siguiendo la pista que nos dejó Miguel Sancho Izquierdo sobre ciertas conferencias organizadas en Zaragoza, que se dieron en su Centre Català, hemos dado con las mismas. Tuvieron lugar en varias semanas de 1914 por personas destacadas. La de General Forniés fue precisamente el día 23 de abril de 1914.
El Centre Català, una vez finalizaron las mismas, tuvo a bien publicar las conferencias o el resumen en algún caso. Como regalo extra, un caricaturista, seguramente ligado al mismo, Díaz Alonso, realizó un dibujo de casi todos los ponentes. Y así hemos contemplado tras 110 años la impresión que causaba General Forniés cuando tenía unos cincuenta años, acompañado del bastón que ya había mencionado anteriormente Francisco Izquierdo.
Dibujo de General Forniés con poco más de 50 años, con su bastón.
Ilustración Díaz Alonso (1914).
La conferencia de Forniés en el Centre Català de Saragoça el 23 de abril de 1914 fue una diatriba en un tono de feroz anti-centralismo y lisonjera admiración a la unión conseguida en Cataluña.
[...] Cuando hayamos logrado tener una conciencia colectiva, iremos al recobro de nuestras libertades históricas, a la reconquista de normas de derecho ajustadas a nuestro sentido jurídico, a nuestra autonomía municipal y a la administración de nuestra hacienda.
Tenemos derecho a regular nuestra enseñanza hasta llegar a la autonomía universitaria, que no es el Estado central maestro infalible de la verdad científica.
[pág. 4] Tenemos derecho a trazarnos las obras hidráulicas y las obras de comunicación, según nuestras necesidades.
Fuimos mayores de edad y disfrutamos de la libre administración de nuestros bienes, y no necesitamos de tutelas vergonzosas.
El Estado ha vendido nuestros bienes de propios; nos ha derrochado el dinero de nuestras fundaciones benéficas; ha disipado la hacienda de nuestros municipios, y hoy nos da una enseñanza deficiente, nos arroja a los pobres a la calle y comarcas enteras huyen de Aragón porque carecen de agua para mitigar su sed.
No puede Aragón sufrir esta esclavitud.
No vamos hoy los regionalistas aragoneses a recabar el reconocimiento de nuestra personalidad, como vosotros, hermanos catalanes, la reivindicáis; vamos a la lucha por la prosaica reconquista de un pan que se nos niega; vamos porque el instinto de conservación nos empuja a mantener una vida que tenemos en precario.
Seguimos en el barranco de que os hablé al principiar mi conferencia; vosotros, hermanos catalanes, luchasteis sin abatiros contra los comunes enemigos y estáis a punto de vencer; pero todavía necesitáis, no de nuestra ayuda -baldía de verdad- pero sí de estímulo de nuestro abatimiento, para enardeceros más y más de esa lucha legítima, justa, hermosa por vuestras reivindicaciones, por el respeto de vuestra honrada personalidad; nosotros nos atrevemos a pediros que estrechéis nuestra mano, que jamás debió estar separada de la vuestra, para luchar unidos y vencer la última batalla.
Las conferencias de otros ponentes aragonesistas, todos conservadores y católicos, en diferentes días, versaron sobre distintas materias. Los nombres figuraban en catalán en el original (los pongo aquí en los dos idiomas):
- I. La política africana de los Reyes de Aragón, por Andreu Jiménez Soler (Andrés Jiménez Soler)
- II. Mancomunidades, por Jenar Poza (Genaro Poza Ibáñez)
- III. El Regionalismo y los partidos políticos, por General Forniés
- IV. Mirando a Catalunya, por J. García Mercadal
- V. Economía de las Regiones, por Manuel Marraco
- VI. Los Juegos Florales y la moderna literatura catalana, por Josep Pujal i Serra
- VII. La lucha contra la delincuencia. Cómo se defiende Cataluña, por Ignoscenci Jiménez (Inocencio Jiménez Vicente)
- VIII. Los movimientos nacionalistas, por Marçal Trilla i Rostoll
Como curiosidad de los papeles hombre/mujer de la época es interesante leer el final del anuncio que de dicha conferencia se realizó en su día, en el periódico "La Crónica":
“CENTRE CATALÁ:"
Hoy, jueves, a las diez de la noche, se celebrará en este Centro la tercera de las conferencias organizadas por la Sección de Cultura del mismo.
Esta tercera conferencia está a cargo del abogado don General Forniés, quien desarrollará el tema «El regionalismo y los partidos políticos.
La entrada a estas conferencias es pública, y a ellas pueden asistir señoras.
Otras conferencias
Del 2 de septiembre de 1916 se conserva en el periódico "El ideal de Aragón (Órgano del Partido Republicano Autónomo)" que inserta un anuncio de una conferencia que dará General Forniés, entre otros.
El Centro Republicano Autónomo de la calle Estévanes reanudará el próximo mes de Octubre su cursillo de conferencias culturales.
Por la tribuna del Autónomo desfilarán los hombres de más valía de la intelectualidad zaragozana.
Hasta la fecha sabemos comenzarán la serie los cultos Catedráticos Giménez Soler y Luis del Valle, los ilustrados escritores General Forniés y José Viana Cólera.
Continuando con la relación y análisis de los artículos localizados, por orden cronológico, destacamos una breve nota de su pesimista visión, que hallamos en Diario Turolense, el 11 de enero de 1917, en que se aporta un detalle curioso.(29)
Envíos del pasado
La provincia mísera, arrastrando una vida precaria, se encuentra feliz endiosando a los pequeños personajes. Mis tercios decaídos, habiendo transigido con todo lo que significa ruina, han dejado sin gobierno a un pueblo fiel. Por todas partes surgen politiquillos con pretensiones de cacique, y yo en el ostracismo de una política austera, soy como la última voz de la conciencia de un pueblo que va perdiendo su vitalidad.
Un día abogué por la traída del ferrocarril, que tanto bien había de reportar a mi provincia; hoy rodearía de mar a la provincia de Teruel y pondría para su gobierno a un príncipe alemán de recio chafarote y endiablado carácter, para que fuese tormento de los felones que han empobrecido a mi pueblo.
General Forniés.
El discurso de Forniés, con unos 53 años, es bastante pesimista; la política está envenenada y dirigida por numerosos personajes con poder pero sin calidad, de la que Forniés siempre se arroga depositario. Estamos a mitad de la I Guerra Mundial y parece que Forniés es germanófilo, añora un Kaiser que con su espadón o chafarote (Alfanje corto y ancho, que suele ser corvo hacia la punta; o sable o espada ancha o muy larga, según la RAE) hiciese esa revolución y limpieza que algunos de los mejores intelectuales preconizaban, como Joaquín Costa, en Oligarquía y caciquismo, 1901.(30)
¿Participó Forniés en algún partido político?
¿Al menos en "Acción Regionalista de Aragón" (de 1918), o en la previa "Unión Regionalista Aragonesa de Zaragoza" (de 1916)? En "Acción Regionalista de Aragón" figuraba destacado Juan Moneva Puyol, uno de sus colegas de inquietudes políticas y culturales, así como algunos de los conferenciantes susodichos. Pero General Forniés no menciona tal implicación en sus escritos, y ¿quedará acaso documentación de tales movimientos regionales? Algunas personalidades con las que coincidió firmaron el "Manifiesto de Acción Regionalista Aragonesa a los aragoneses y a los que viven en Aragón"el 6 de diciembre de 1918. Tampoco figura Forniés en las juntas Consultiva o Directiva elegida el 16 de febrero de 1919 de la Unión Aragonesista Aragonesa. [1919-05-12 "El Día Gráfico"]
En el trucado juego político de la Restauración, con sus turnos y altibajos, tenían poco que ganar partidos ajenos al sistema bipartidista. Pero el sistema concedió uno de esos forzados pequeños avances en 1913 con el Real Decreto de Mancomunidades de Diputaciones de 1913, que permitía concebir esperanzas de revivir algo parecido al autonomismo en algunas parcelas, reuniendo funciones de diputaciones provinciales. Para aprovechar las oportunidades ofrecidas por este, se creó un grupo político regionalista en Aragón. Pero los regionalistas aragoneses tenían diversa procedencia política e ideológica: republicanos, monárquicos o accidentalistas; y, además, ser conscientes de los problemas generales de Aragón no era suficiente y a buen seguro, envidiaban, como Forniés, el ejemplo catalán, "pero difícilmente dispuestos a la formación de un potente partido regionalista que barriera el sistema de partidos de turno de la Restauración, el cunerismo, etc." [GEA 2000, Voz: Unión Aragonesa, La] como sí hizo la Lliga Regionalista en Cataluña, con gran peso electoral a partir de 1907, y que pudo aprovechar el Real Decreto de 1913 para formar la Mancomunidad de Cataluña en abril de 1914, una institución de autogobierno regional que tras meses de discusiones fue concedida por el presidente del Consejo de ministros, Eduardo Dato.
Acción Regionalista de Aragón [cuyos fines puede leer en la GEA 2000], reunió a la Unión Regionalista Aragonesa de Zaragoza como decía, y a otras agrupaciones comarcales en Aragón (la GEA 2000 cita los distritos de: Alcañiz, Barbastro, Benabarre y Boltaña). Tenemos noticias de que en el distrito de Montalbán, al que pertenecía el pueblo natal de Forniés, también hubo un "Centro regionalista de Montalbán" que comunicó su existencia en mayo de 1918 a la Unión Regional de Aragón, en cuya junta de nueve personas no figuró.(31)
El impulso o acción aragonesista era un tanto tardío (dada su creación en 1918). La asamblea regionalista del 7 de diciembre de 1919, aprobó un programa, una suerte de borrador de Estatuto "en el que defendía la formación de la Mancomunidad aragonesa, el Apéndice foral aragonés, la comarcalización del territorio, la ejecución de los riegos del Alto Aragón, la organización corporativa de la producción industrial, la construcción de varias líneas de ferrocarril, la navegabilidad del Ebro y la construcción de un puerto marítimo para Aragón en los Alfaques". Postrero, porque, dado el poco peso político de la región y el cambio político que supuso la dictadura de Primo de Rivera (septiembre 1923-1930), no pudo prosperar.
Quizá se pueda seguir su pista en el Boletín del Centro Obrero Aragonés, o en otros boletines que quizá se conserven en archivos de Barcelona, así como en la Unión Aragonesista,(39), siempre teniendo cuidado de no confundirlo en la prensa con Eliseo Forniés, presente a partir de 1934 o antes, y para el que no siempre hacen constar el nombre.
Unos escritos amargos
En enero de 1919 se lanza una nueva publicación absolutamente regionalista, EL EBRO; se edita en Cataluña, en Barcelona. Sus colaboradores están todos comprometidos con el regionalismo aragonés, por lo que seguimos viendo entre sus páginas a muchos de los convencidos defensores del aragonesismo que antes publicaron en "Aragón" ¿Escribiría todavía General Forniés? Sí, pero ya muy poco.
De la Gran Enciclopedia Aragonesa (2000), una lista de sus colaboradores: "Gaspar Torrente, Isidro Comas, Matías Pallarés, M. García Colás. Como colaboradores desde Aragón, la revista recogía en 1920, entre otros, la siguiente lista, con las más conocidas firmas aragonesas del momento: A. Giménez Soler (Z.), Manuel Marraco (Z.), J. M. Sánchez Ventura (Z.), J. Moneva y Puyol (Z.), Domingo Miral (Z.), Salvador Minguijón (Z.), Silvio Kossti (H.) Felipe Alaiz (H.), Ricardo del Arco (H.), Ángel Samblancat (H.), J. Pío Membrado (T.), General Forniés Calvo (T.)."
Hallamos un primer artículo en el nº 10 de EL EBRO, el 29 de junio de 1919 ("Los dioses se ausentan") con el mismo tono reivindicativo y victimista, abominador del centralismo y la política de la Restauración; el nº 14 de 20 de agosto publica otro: "Dignum et justum est" criticando el cáncer del "fulanismo" que invade muchos ámbitos políticos y se acerca al regionalismo. Hay que tener cuidado porque a veces su firma está trastocada y lo publican como "General Jornés" o "General Jorniés Calvo". Advertir que, como otra prensa de la época, esta publicación está revisada por la censura militar.
Y tras bastantes números leemos una colaboración tremendamente valiosa. El último artículo que hemos hallado de Forniés en esta publicación es muy especial por el tono y por lo que cuenta. Cronológicamente es el más tardío de los publicados en cualquier otra publicación de las estudiadas. Data del 5 de noviembre de 1920 (nº 41) y en él ofrece detalles de su vida, de su infancia y deficiencias de la educación provinciana, de las ingratitudes y de sus colaboraciones en determinado medio de prensa. Por su estado de ánimo y algunas frases, parece una clara despedida de la faceta de colaborador en prensa. En este momento tendría en torno a 56 años. Suena a testamento como escritor de opinión. Lo reproducimos completo por lo que de interés tiene en estos aspectos. Algunos matices se han perdido al no poder reconstruir el ambiente político, tendencias de diversas publicaciones o referencias temporales. En otro orden de cosas, hace gala de la soberbia que caracteriza otros escritos.
"Examen de conciencia"
No soy actual: debí nacer en el siglo XXII; he nacido en el siglo XIX y de ahí mi fracaso. No es mía la culpa. Cuando comencé a ser hombre me maleducaron. Quisieron los rancios hijos-dalgos de mi casa que mi educación respondiera a las tradiciones honradas y venerandas de su vetusto solar. Me colocaron desde niño un corsé-coraza que abroquelara y difundiera mi espíritu contra la gitanería, la mansuetud y la cobardía racial del medio en que principiaba a vivir, y lograron sin gran esfuerzo que yo fuera caballeroso, honrado e independiente.
Pero lo que los míos no contaron fue con la huéspeda, y la huéspeda fué la gitanería, ruindad y miseria que encerraba la sociedad donde forzadamente tenía que frecuentar.
De ahí mis tumbos. Llevo medio siglo de lucha, y siempre he perdido. Por cada persona decente que Dios me deparó, he tropezado, en este maldecido mundo, con mil granujas. Cuando no granujas, imbéciles; si no, lacayos; siempre los sepulcros blanqueados; como los de los Santos Evangelios.
Todos los canallas que he tratado acudieron a mi con el mismo estribillo:
«¡¡Ayúdeme usted, por Dios!!» «¡¡¡Si
usted fuere tan amable, que me ayudara!!!»
Y el corsé, que me ceñía los lomos como un cilicio,
podía más que mis desengaños; y muchas veces, a su
despecho agarraba la cruz y hacía de cirineo, sospechando por anticipado
la ingratitud y la burla a mi servicio y buen deseo. Hace treinta años
que escribo de balde; sólo por amor al arte; por ayudar; por sacar
de apuros a muchos Don Nadies que cargaron con pesos fuertes; sin medir
las mediocres y desmembradas fuerzas. Y el pago fue siempre el mismo.
La ingratitud más negra por puño y alguna zancadilla gitanesca
por contera.
Está sangrando todavía la última injuria.
Tuve la condescendencia de colaborar en La Crónica; veía a su director Miral asediado por un Directorio, en donde el miembro, que más y que menos tiene una dinastía de reyes –un rey me parece poco- en el pecho y un anarquista en la espalda. Tuve compasión a Miral, al que conocía sólo por sus artículos, que entre las líneas adivinaba yo su suplicio, y viendo a un pobre hombre sudando amarguras y bebiendo berrinches, me apiadé y, espontáneamente, aproveché la primera ocasión y le remití unas cuartillas. Mi primer artículo de La Crónica creo que no pudieron leerlo. En un rincón del periódico apareció en caracteres tan microscópicos, que había que dejarse los ojos en el papel para entender aquello. Disimulé como pude el desaire, y a los pocos días, aprovechando la plancha que el señor Castel hizo en Tortosa y la defensa que de aquel acrobático duplante hizo Rocasolano, quise poner las cosas en su punto, y al hacerlo hube de llamar cándido al buen doctor, a quien, como tal, respeto y hasta reverencio, y me mutilaron el artículo, y para que fuera mi éxito menos ostensible, me mandaron el artículo a segunda página.
Como consecuencia de aquel artículo, unos cuantos renacuajos de la charca turolense se me insolentaron y quise volverlos a la charca a trallazos, y entonces tuve que aguantar que la La Crónica admitiera el pestilente croar de los renacuajos, y no me admitió que les pusiera un correctivo ni que me defendiera de sus babeos y de sus estridencias lacustres. Y que el motivo fue gordo. Para Miral, mis réplicas a los innominados eran, según carta suya, que guardo, asunto limitado, trivial, sin importancia; para La Crónica, en cambio, los insultos y salivajos de los quidam eran de interés general.
Al mismo tiempo La Crónica publicaba una carta del novillero «Nacional». Y ya, entonces, me expliqué que don Domingo menospreciara mis artículos. Yo, un pobrete literato aragonés, abogado sin ejercicio, en funciones de juez rural, vecino de un lugar de cuatrocientos vecinos en donde todavía no se lidia ni un mal novillo, ni tenemos plaza de toros, ¿con qué derecho podría yo disputar un espacio en La Crónica nada menos que a «Nacional», hombre que, por su mote y por su profesión, tiene una circulación ibérica y hasta ultramarina? Yo, en cambio, mi circulación es limitadísima; sólo abarca las tres provincias aragonesas, y un poquito en Barcelona, donde El Día Gráfico me ha publicado, en contactos honores, cuantos artículos he remitido.
Por lo que cuento, me he propuesto no escribir más que cartas familiares, porque lo que es esas no me las trunca nadie. Por otra parte, yo no quisiera tener que decir a la hora de mi muerte lo que dijo un famosísimo crítico del divino Dante.
Yo quiera decir todo lo que siento de Aragón y sus arrabales, en plena salud, y cómo me gusta decirlo, en aragonés neto y con el brazo remangado.
No con la cobardía y mansuetismo en circulación.
En Aragón no tenemos hoy conductores de verdad; nos faltan
plumas y periódicos.
Plumas que traicionan el pensamiento por cobardía; plumas torpes
que no saben conducir la idea del cerebro a la pluma; plumas vendidas
a la conveniencia del momento; plumas vendidas al status quo dominador;
plumas avasalladas, servilonas, lacayunas, las tenemos por cientos; plumas
fieles, fuertes, conscientes, rotundas, encariñadas con la verdad
y enamoradas de la justicia, esas se pueden contar con los dedos de una
mano, y sobrarían dedos, de las disponibles en Aragón.
Porque hay escritores honrados y hasta talentudos, en la Corona aragonesa,
pero es una lástima; casi todos ellos, con una independencia absoluta
en apariencia, con esclavos de los chinchín que voluntariamente
aceptaron; el chinchín jaimista, el chinchín maurista, el
chinchín liberal, el republicano, cuando quieren jugar sinceramente
en política, fallan indefectiblemente, o los mismos palos, o fallan
a oros, o fallan a espadas. Fallan siempre.
Hoy la propaganda es estridente, en todos los frentes.
La sacudida mundial nos ha dejado como reato, un ardor apasionado, provocativo.
Hoy la elocuencia y la escritura están más en los puños que en la cabeza. Corazón y puños, y es lo que faltan.
Aunque parezca irreverente, Jesús hoy dejaría las sublimes y sencillas parábolas y predicaría con una ametralladora preparada a sus pies; el látigo con que acarició los lomos de los mercaderes, sería el instrumento más eficaz de sus elocuentísimos sermones. Los lomos curtidos de los esclavos, hechos a las soleas y verdascos de sus señores, no reaccionarían con halagos y caricias mujeriegas.
Y Aragón es ya una barricada madrileña; si se la quiere reconquistar y volverla aragonesa, hacen falta domadores con buenos puños, corazón fuerte y de conciencia honrada. Lo demás es jugar, pasar el rato y hacer el pendón con las oriflamas y oropeles retóricos que heredamos del bajo imperio.
General FORNIÉS CALVO
Publicado en El Ebro. 5 de noviembre de 1920
Revisados los números posteriores (hasta el nº 189, que llega a febrero-marzo de 1933), no hallaremos su firma al pie de artículo alguno, pero, significativamente, tampoco figura Forniés entre quienes "protegen" al periódico en una lista de los mismos en un más cercano febrero 1924 (n.º 89 año VII. Pág. 5) "Personas que anualmente protegen “El Ebro”", donde figuraban bastantes de Barcelona, Zaragoza, Huesca, Graus y menudeaban de otras muchas ciudades y localidades.
Sus colaboraciones en "La Crónica de Aragón"
Siguiendo las indicaciones de Forniés de que había colaborado en este diario aragonés de la segunda década del siglo XX (La Crónica de Aragón, 1/10/1912-10/10/1920), buscamos en dicho periódico hasta dar (con cierta sorpresa) con una abundante serie de artículos suyos. Retrocedemos ahora unos meses en el tiempo: Forniés daba a entender en su artículo posterior, de "El Ebro", lleno de amargura y espinas, que habían arrinconado su primera colaboración y después se había enzarzado en alguna discusión publicada que motivaría el cesar en sus colaboraciones. No parece eso a la vista de lo hallado, por lo que seguramente hay razones que desconocemos.
No hemos hallado aquel primer artículo orillado, sí en cambio una serie de colaboraciones, la mayoría de las cuales se publicó en primera plana de este diario (que ofrecía entre cuatro y ocho páginas).
El primero de una serie de artículos firmados por Forniés bajo el epígrafe "Voces" se publicó el 4 de junio de 1920. Apareció en primera página. Las colaboraciones versan sobre aragonesismo político, anticentralismo, tienen tono victimista y en algunos casos critican a determinadas personas públicas, a las que no se cortaba en señalar públicamente.
Encontramos sus colaboraciones entre el 4 de junio y el 9 de septiembre.
- 4 de junio: "Voces". Contra el centralismo y las diputaciones
provinciales, sus "taifas"; aboga a favor de la fundación
de una escuela de zootécnia, unida a la de Veterinaria, para formar
profesionales, mediante becas.
- 10 de junio: "Voces". Sobre los beneficios de la explotación
del Ebro entre Fontibre y el mar, fruto de una conferencia del aragonés
Lorenzo Pardo. Describe el buen ambiente e ideas apoyadas por los catalanes
y aragoneses asistentes; pero Forniés juzga que la intervención
posterior de un "representante de la Curia madrileña",
el diputado por el distrito de Montalbán, Sr. Castel, arroja un
jarro de agua fría con su discurso. Menciona también el
mal estado de la carretera que pasa por su Blesa natal, y da más
argumentos contra Carlos Castel. [Carlos Castel y González de Amezúa (1873-1927)]
- 20 de junio: "Voces". Sobre la conveniencia de acudir los
municipios a un encuentro de la Semana Municipalista, a la cual algunos
ayuntamientos se oponen, lo que les recrimina Forniés.
Forniés es bastante maximalista en sus opiniones. El 24 de junio de 1920 se ve obligado a escribir a ... D. Isidro Salvador, alcalde de Teruel, en contestación al artículo "Voces" (del 20 de junio). Según el alcalde era términos injuriosos para Teruel y sus pueblos comarcales, respecto a hechos históricos y actuales. Entre estos últimos le replica que "Teruel tiene acordada su adhesión a la VI semana municipal y en especial al Día aragonés, por amor a la tierra y deferencia a Zaragoza."
Pronto comienza una segunda polémica. El día 26 del mismo mes se publicó un artículo en contestación al del 10 de junio de Forniés. Un tal Tomás Gascón, de Estercuel, escribe en defensa del político provincial atacado por Forniés, Carlos Castel, a la sazón, Director General de Obras Públicas y diputado del distrito de Montalbán. No parece seguirse polemizando por la diferencia de pareceres, y Forniés sigue publicando a buen ritmo.
El siguiente artículo es del 6 de julio de 1920, y en este sí que contesta en tono solemne, restregando por la cara al alcalde de Teruel, nada menos, sobre la nobleza de su apellido, conocimiento y amor a Teruel y muchos otros detalles biográficos de General Forniés, que corroboran datos que ya poseíamos anteriormente. Posiblemente sería esta serie de artículos a favor y en contra de los políticos turolenses los que originarían el roce con La Crónica que antes detallábamos, según el absolutamente parcial juicio de General.
Sigue publicando Forniés sin aparente discriminación, por
parte del Director:
- el 14 de agosto con "Sindicato del hambre", acerca de los
males de la clase media, acorralada entre los conflictos entre la clase
obrera y los patronos, que por causa de las huelgas, las demandas de aumento
salarial, ver mermado su poder adquisitivo.
- el 7 de septiembre con "Arbitraje", sobre que los patronos
y obreros aragoneses acepten un arbitraje en sus numerosas huelgas, por
el bien de la industria de la región.
- el 9 de septiembre con "Avaricia, ignorancia y cobardía".
Sobre las huelgas y las malas soluciones que según Forniés
se aplican en los conflictos laborales del momento.
No hallaremos más artículos de Forniés, pero acaso porque el diario que fuera competencia de Heraldo de Aragón terminaría su vida tipográfica sólo un mes más tarde.
Por su gran interés como biografía de Forniés, reproducimos completo el artículo de Forniés en La Crónica de Aragón, del 6 de julio de 1920:
Siento infinito molestar la atención del periódico y de los lectores en una discusión baldía; y además hacerme cómplice de la cursilería de quedar en rectificaciones ñoñas, con don Isidro Salvador, a quien desconozco, por más que ese señor sea alcalde de Teruel; que tampoco me consta.
Por mí; a quien debo mucho por respeto a mi apellido ya ilustre
en el siglo XIII, y aragonés desde entonces; desciendo a un plano
que me repugna; a contender con un alcalde de Teruel, que olvidando la
Templanza que debe a su cargo y el respecto y consideración que
debe a un aragonés que hace treinta años ha puesto su pluma
y su dinero al servicio de su país; quiere defender a Teruel y
su Ayuntamiento, tratándome como pudiera hacerlo el último
alguacil, en la última aldea turolense. Dice ese señor que
en un artículo mío vertí conceptos injuriosos y falsos
contra Teruel, y no hay tal. Yo comenté el viaje a Teruel del señor
Berdejo y este señor dijo en Zaragoza:
«Así lo dijo «Heraldo de Aragón» que algunos
concejales de Teruel se oponían a que su Ayuntamiento concurriera a la Semana municipalista de Barcelona.»
Esto me pareció absurdo, y no quise, como hombre culto –pero culto de verdad- por mis estudios por mi amor a un país, por conocerlo y por ajustar mis acciones a una estrecha disciplina intelectual y moral. Yo por esto protesté contra ese absurdo y nada más.
Díceme el señor alcalde de Teruel que yo he recogido del arroyo voces, confundiendo lastimosamente la oposición estólida y sistemática con los demás concejales. Luego el señor Berdejo y «Heraldo» estaban en lo cierto. Hubo, pues, en el Ayuntamiento de Teruel la oposición de una minoría al concurso municipalista.
No, señor alcalde; yo me precio de persona limpia y como tal me guardo mucho de recoger de la calle como decimos los aragoneses, no del arroyo, que eso transciende a cursi, nada que pueda ensuciar mi bien cuidadas manos. A no ser que usted entienda que los periódicos son calles o arroyos, que es donde yo leí la versión que motivó mi más acendrada protesta.
Ahora bien, si usted cree que «Heraldo de Aragón» y LA CRONICA son arroyos, usted con ellos; allá se las entiendan.
Eso es lo injurioso para mí; cree que un hombre de mis circunstancias
se dedica como una comadre como las que hacen calceta en las grandes avenidas
turolenses, a recoger chismes y enredos de bajo coturno.
Entre las cosas que se le ocurren al señor Salvador, es decir que
yo siento afirmaciones, sin conocerlas ni de lejos siquiera, ¡¡¡Hombre
ni que hubiera caído de un bólido la semana pasada!!! Me
precio de conocer Teruel mucho mejor y más intensamente que usted.
El año 1892, en el único certamen literario del Ateneo turolense, me cupo la honra de ganar el primer premio de una Memoria que presenté estudiando «Las causas de postración de la provincia». Tuve el honor de que dos docenas o tres de hombres cultos (en Teruel no ha habido más nunca) me felicitaran efusivamente.
He representado el distrito de Montalbán, en su Diputación; en el año que fui a la Comisión provincial, como soy estudioso, conocí a conciencia lo que es Teruel.
Por mis cargos de alcalde, y juez municipal, y diputado provincial, he tenido muchas ocasiones de conocer a Teruel. Recientemente en el Estudio de Filología de Aragón; tengo presentada una colección de artículos aragoneses que pasan de 6.000; cosa que no ha hecho ningún turolense; primero porque no saben ni les caben en la cabeza, y segundo porque entre todos los de Teruel no tienen la mitad de cariño que tengo yo a Aragón, porque en el siglo XIII, mi familia era nombre con solar conocido por Olsón; en el Pirineo, y creo que en setecientos años que llevo de aragonés me obliga a amar mucho a mi país.
Conozco su legislación, su literatura, su idioma, yo sé aragonés; y cuando lo hablo, sé por qué y lo digo sin matizarlo de madrileñerías cursilonas.
Y como conocer Teruel lo conozco bien de verdad.
Teruel es un pueblo muy pobre y muy ignorante. Es la clase baja, que lo es muchedumbre, muy buena muy honrada y muy sufrida; y su ignorancia y su pobreza las debe a un gremio politiquero, de ahí que no se han preocupado nunca de hacer de Teruel una población sana; y sino rica; por lo menos, no tan pobre.
El Ayuntamiento de Teruel no ha hecho más que cobrar los consumos y repartir en calderilla su producto una colección de empleados mal retribuidos.
No tiene Teruel el agua suficiente abundando tanta en sus alrededores; no tiene alcantarillado; no tiene las escuelas necesarias; no tienen la asistencia benéfica, con sus enfermos y desvalidos, pues la Diputación consume las tres cuartas partes de su haber, en menesteres que debieran de ser municipales; y en cambio, a la provincia se la ordeña como a una vaca; para que en Teruel se puedan sostener centros docentes y benéficos que debieran pagarlos su Ayuntamiento.
Los pocos pobres que en este pueblo han acudido a la Casa de Beneficencia de Teruel, se les podía haber mantenido aquí con langosta y foiegras y haberles puesto automóvil, pues en treinta años ha habido dos huérfanos, cuatro o seis años cada uno; y este le ha costado a este pueblo más de 70.000 pesetas de contingente provincial.
En Teruel no hay bueno más que la gente obrera del campo y la ciudad; las torres mudéjares del Salvador y la Andaquilla; la techumbre de la catedral; los restos del antiquísimo palacio de la Judería y las buenas mozas de cántaro que hacen lo que buenamente pueden al llenar en la fuente de Torico. Lo demás de Teruel es muy malo; usura, pagarés, tiendecicas, juegos de azar, vaquillas del Ángel, flamenquismo, pana y alpargata. Vea, usted, señor Salvador, si conoce de cerca a Teruel. Y como esto es el Evangelio de San Mateo, siempre que quiera usted iré ilustrando su memoria, con lo mucho que sé de la ciudad de los Amantes.
General FORNIÉS CALVO
La Crónica de Aragón. 25 de junio de 1920
Tras el detenido estudio de este artículo añadimos a nuestro conocimiento de Forniés que aquella colaboración en Miscelánea Turolense, sería, seguramente, el texto de su «Las causas de postración de la provincia», que fue el primer premio del certamen literario del Ateneo turolense, en un lejano 1891, con un General de 27 años.
Confirma de primera mano que está colaborando con uno de los mayores esfuerzos por la conservación del idioma aragonés, en un estudio que describimos un poco más adelante y que es parte principal de su legado. Sabíamos por diversa documentación que había sido juez municipal, pero este artículo fue el primero donde leímos que fue alcalde de Blesa (cargo del que no tenemos más detalles de su actuación, al destruirse las actas municipales en guerras posteriores).
También critica en este artículo el impuesto de consumos, otro de sus temas. Los males del impuesto y sus alternativas los desarrolló en otro artículo que copiamos completo dentro de este trabajo donde el impuesto era contestado por el sacerdote de Huesa ante la Hacienda turolense, y se le daba la razón, creando roces con el Ayuntamiento. En él se puede abundar en las razones de la época para suprimirlo o mantenerlo, a costa de los pobres y a favor de la oligarquía.
Forniés tiene ese carácter orgulloso de los elegidos, quizá un sentido realista o fatalista de la sociedad, un inconformismo con su sociedad patente en otros aragoneses intelectuales (Costa, Sender, Servet), quizá "un labriego aragonés, forrado en intelectual" como alguna vez parece que dijo Joaquín Costa de sí mismo. Da por muy antiguas sus señas de identidad aragonesas, un tipo de abolengo que tiende a mitificar su origen, que no tuvo porque ser especialmente destacado, pero sí aragonés. Cuando ha vivido fuera ha seguido proclamando su regionalismo aragonés, pero no independentista, "nunca aislado de su entorno histórico total en el conjunto de la península, ni mucho menos sentido ni pensado en contradicción con él" como Ángel Alcalá dirá de Sender.(33)
Colaboraciones en otras publicaciones
En La Voz de Aragón de 22 de mayo de 1927 hallamos una de las últimas colaboraciones de General Forniés. Pero contrariamente a todo lo que ha escrito a lo largo de su vida, ensayos y opinión, nos sorprende con un cuento, titulado "El hermano Antonio" (escrito el 7 de mayo de 1927 en Zaragoza). Es un cuento sobre un hermano de un convento, que realiza su trabajo y recoge limosnas. Pero un día se ve tentado de guardar una parte de dichas limosnas para cuando sea viejo y a partir de ahí hay un nudo y un desenlace, que no desvelamos.
No fueron Miscelánea turolense, Aragón, El Ebro, y La Crónica de Aragón los únicos medios impresos donde publicó. Dos recopilaciones de comienzos del siglo XX sobre escritores o periodistas incluyen a Forniés, y mencionan otros periódicos donde colaboró en su primera etapa como articulista, lamentablemente, de la que menos material hemos hallado:
En la obra de Manuel Ossorio, "Ensayo de un catálogo de periodistas españoles del siglo XIX", publicada en 1904 ya figura General Forniés, “abogado y diputado provincial; colaborador del Heraldo de Teruel, El Siglo y otros periódicos de la misma capital y del Diario de Avisos de Zaragoza” (Pág. 501).
En la obra posterior de Cejador y Frauca (publicada en 1919) decían de él:
"General FORNIÉS CALVO (n.1862-),ó Bachiller Carrasco de Blesa (Teruel), periodista de acerado estilo, ferviente defensor de todo lo aragonés, ha escrito en todos sus periódicos y revistas y publicado "Causas de la postración de la provincia de Teruel y medios de combatirlas", Zaragoza, 1892.
Colaboró en Heraldo de Teruel, El Siglo, Diario de Avisos de Zaragoza, y en La Miscelánea Turolense."(34)
La labor de buscar en los medios turolenses: El Siglo o en el zaragozano Diario de Avisos, aún está por hacer. La de buscar en Heraldo de Teruel está comenzada.
III. Su recopilación de vocabulario
Como hemos visto Forniés fue colaborador en diversas publicaciones aragonesas, marcadas por su inclinación al regionalismo, reforzar una identidad aragonesa, o al espíritu regeneracionista. Ahora sabemos que la de articulista no fue una faceta aislada, sino que se movía en los mismos círculos que muchas de las personalidades de la cultura, el periodismo, la literatura... Forniés colaboraba en 1912 en el semanario “Aragón”, donde también lo hacía Juan Moneva y Puyol.
Este gran estudioso tenía el proyecto de crear el Estudio de Filología de Aragón, que fraguaría en 1915, y que quería fructificar en un “Diccionario de aragonés”, realizado con profesionalidad y amplios estudios de campo, que fueron públicamente anunciados, para recopilar vocabulario. Aquí es donde Forniés, en contacto o enterado del proyecto del Estudio de Filología de Juan Moneva, realizó la gran aportación a la herencia cultural popular de Blesa y Aragón: su recopilación de vocabulario. Pero todo el esfuerzo quedó enterrado durante décadas, así que... empecemos por el final.
Portada actual del "vocabulario" donde se incluye la gran
regesta o registro de vocablos realizada por General Forniés a comienzos
del siglo XX. El diccionario es un gran documento histórico
por sí mismo, dado que recopila 19.683 acepciones (2.500
documentadas en Blesa por Forniés).
[Más detalles...]
Volvamos a 2004, cuando se publicó sorpresivamente "Vocabulario de Aragón", que a pesar de lo reciente de su aparición, se basa en la edición de un manuscrito inédito presentado entre 1922 y 1924 a la Real Academia, realizado con el material recopilado a lo largo del primer cuarto del siglo XX. La procedencia y volumen de vocablos recogidos es el de un auténtico y amplio diccionario aragonés.
Aunque la autoría del "vocabulario" se presenta encabezada por Juan Moneva y Puyol, en él colaboraron una serie de personalidades aragonesas de la época, y contó con la virtud de su publicidad requiriendo la colaboración de la sociedad. Moneva preparó el manuscrito para la Real Academia, donde quedó semioculto, y tras casi 80 años lo ha rescatado José Luis Aliaga Jiménez que realizó un buen trabajo de investigación.
Uno de los valores esenciales de este diccionario es su vocación de documentar, no sólo el significado, sino también el ámbito geográfico donde se recoge. Y ahí es donde el pueblo de Blesa es absolutamente destacado. En él figuran cerca de 2.500 acepciones recopiladas en esta localidad. También figuran en mucho menor grado palabras tomadas en la zona del norte de Teruel y sur de Zaragoza: Huesa del Común, Moyuela, Montalbán, La Hoz de la Vieja, Lécera, Oliete, Plenas, Alcaine o Anadón.
Según las investigaciones del filólogo José Luis Aliaga, General Forniés fue el autor de una recopilación de casi 2.500 palabras recogidas en Blesa o sus inmediaciones. Téngase en cuenta que el total del diccionario recoge 19.683 acepciones, así que la aportación de Forniés supone más de 10%. Aunque estuvo previsto publicar esta recopilación en el Boletín Oficial de la Provincia de Teruel, alrededor de 1916. Hoy en día sabemos que no llegó a publicarse, pues "...quedaron sin publicar, por falta de medios, otras colecciones parciales, entre ellas, la más copiosa, de don General Forniés y Calvo."(35)
Tras casi 90 años oculto, nos encontramos ante este tesoro inesperado, una hermosa herencia aplazada, que invita a viajar a través del contexto de las palabras y las expresiones... un libro, en suma, imprescindible para la localidad de Blesa y los que buscan entre su ser, su historia y señas de identidad. Forniés regaló a la cultura aragonesa mucho más que un diccionario del vocabulario de los blesinos, se trata de una ventana al pasado que recopila, sin duda, el habla pura y rural del siglo XIX. Para todos los curiosos es un material insustituible para estudio y catalogación, hojear y consultar, para contrastar con las palabras que todavía usan los mayores de esa zona.
Detalles de su aportación al E.F.A.
Gracias al estupendo libro de José Luis ALIAGA JIMÉNEZ y Mª Pilar BENÍTEZ MARCO de 2011, "El estudio de Filología de Aragón", podemos leer las actas o diario de trabajo de los filólogos, para constatar la larga y progresiva labor de ayuda al proyecto, y varias de las cartas remitidas por Forniés a la DPTe y al propio Estudio de Filología de Aragón.
En el libro diario figura una primera y modesta entrada, el 28 de enero de 1916, diciendo “que son traídas unas notas de voces de Teruel enviadas por don General Forniés y Calvo, de las cuales han salido 13 papeletas”. Era solo el comienzo de quien aportará, según escribirán luego, la mayor colección de vocablos de Teruel. En el diario seguimos hallando huella de las siguientes contribuciones, y no fue infrecuente la presencia de Forniés en el EFA.
Juan Moneva y Puyol
Forniés se implicará mucho en el proyecto de recopilación de vocabulario, intercambiado varias misivas con el líder del proyecto, Juan Moneva. Hará de puente con la Diputación de Teruel, moviendo sus viejos contactos en la institución (además de las cartas remitidas a este organismo por el del propio Juan Moneva). Tuvieron Puyol y Forniés el propósito de que el BOP de Teruel publicase la colección de Forniés para darle publicidad y oportunidad a muchos lectores de aportar puntualizaciones locales. Pero se postergará mes tras mes, a pesar de sus misivas, por razones administrativas, de oportunidad o por falta de peso político de los amigos de Forniés.
El 22 de mayo de 1916 figura una entrega que parece definitiva: “y con esas 10 papeletas completa la dicha colección Forniés y Calvo".
Pero más tarde leeremos un testimonio de Forniés como que pretende extenderla más allá (incluso a finales de noviembre seguirá solicitando y recibiendo papeletas para colectar más vocablos y “para completar mi Colección, que quiero estirar hasta las 3000 voces.”).
Por otro lado, una labor era la definición de las voces que se recibían en fichas, y otra clasificar lo recibido. Era otra de las grandes labores de los miembros del EFA. El 31 de julio escribieron que continúan con la clasificación de papeletas de la colección Forniés, lo cual terminaron el 4 de agosto. Todo parecía preparado. Por ello, en las notas del diario del de 16 de agosto de 1916 escriben al presidente de la D.P. de Teruel que le adjuntaban las cuartillas con una primera remesa de la colección de D. General Forniés:
“Estudio de Filología de Aragón. Señor Presidente: Son adjuntas cuartillas que contienen 276 voces aragonesas, letra A, 111, letra B y 273, letra C. Son la primera remesa de la colección presentada a este Estudio por don General Forniés y Calvo. Las envío a V.S. para que puedan ser publicadas según acuerdo de la Comisión Permanente de esa Excelentísima Diputación, tomado según creo, el día 22 de abril último, y del cual tengo noticia confidencial.
Comenzará por esas voces la publicación provisional del Diccionario aragonés, que ha de ser revisado por los ciudadanos, fundamentales autoridades del habla popular, y por los eruditos. El Estudio guarda esta atención a la tierra de Teruel, de cuya Excelentísima Diputación ha logrado afectuosa acogida, y a don General Forniés y Calvo, su más copioso colaborador hasta hoy. [...]”
El día 20 de octubre, trascribe Juan Moneva en el diario la “carta aludida en el fol. 362v. es como sigue”:
"Blesa, 13 de octubre de 1916. Señor don Juan Moneva y Puyol.
Mi estimado compañero y amigo: He agotado las doscientas papeletas que me remitió V. y tengo en estudio unos cien artículos más.
No creía que mi orgullo pudiera hacer milagros, pero fue preciso que lo invocara con el tesón y firmeza con que suelo lanzar mis ruegos cuando quiero satisfacer al dios que guardo en mi cuerpo. [...] He necesitado de mi orgullo, que es mi sostén espiritual, de mi tesón y terquedad aragonesas, heredados y transmitidos por más de veinte generaciones de fundadores de Aragón, para llegar a los 2800 artículos que llevo definidos.
Entretanto el escribe una carta al Sr. Moneva, y hablaba de que estaba trabajando en una segunda parte de la colección de palabras.
Día 16 de noviembre de 1916
Es recibida la carta cuyo texto es como sigue:
"Blesa, 13 noviembre de 1916. Señor don Juan Moneva y Puyol.
Mi estimado amigo y compañero:
He agotado el material que V. me remitió y tengo definidos 400 artículos. Como van afluyendo algunos más, necesitaré papeletas, porque tengo diez y ocho en estudio y no sé si iré recordando alguno más.
Como veo que se retarda la publicación no me doy prisa en remitir mi colección segunda, aparte de que al correo no me parece bien entregarla y que el franqueo es algo costoso. [...]
Esta carta de finales de noviembre de 1916 ilustra los contactos culturales y políticos de Forniés.
Blesa, 25 noviembre 1916.
Señor don Juan Moneva y Puyol.
Mi distinguido amigo y compañero:
Recibí su grata y las papeletas que adjuntaba a ella. En el correo de hoy salen dos cartas para el Presidente de la Diputación y para el Vicepresidente de la Comisión. En ellas les encarezco el interés de la publicación, a que se comprometió aquella Corporación, de todos los trabajos del Estudio.
No dispongo hoy en la Diputación de Teruel más que de una exigua minoría muy devota mía, pero sin votos bastantes para hacer las cosas a medida de mi deseo.
Cierto que, a pesar de mi lejanía de la política militante, dejé gratos recuerdos de tiempos ya viejos en la Diputación y lo mismo los Diputados que los empleados, todos me estiman y hacen lo posible por complacerme.
Si V. me hubiese iniciado en sus propósitos yo hubiera solicitado apoyo más eficaz para nuestros proyectos y hoy estaría todo hecho porque desde Madrid, aunque a V. le parezca un poco raro, se hubieran cursado los ukases correspondientes. [(*)Léase hoy en día "ucase" del francés ukase del ruso ukáz 'decreto o edicto del zar', 'orden dada despótica o apremiantemente'.] Llevo acabados 460 artículos más y, cuando lleguen a los 500, que espero llegar, se los remitiré para completar mi Colección, que quiero estirar hasta las 3000 voces.
Así mi amor propio queda satisfecho de tan ingrata labor.
En Teruel no han recibido hasta hace bastantes días el Boletín de la Sociedad de Labradores, según me dice el Oficial 1ª de aquella Diputación. Vea V. de que lleguen ejemplares a manos del Vicepresidente de la Comisión y del Secretario.
Queda de V. suyo afmo., amigo y compañero, General Forniés (rubricado)
Diario, 26 de noviembre de 1916 [ALIAGA y BENITEZ (2011), pág. 292]
Parece que gran parte del trabajo está hecho cuando el 13 de febrero de 1917 “Visitó el Estudio don General Forniés y Calvo y trajo de su colección 552 papeletas”.
Y el 8 de junio de 1917 llega una carta de General un tanto desesperanzada respecto a la publicación de la colección en el boletín turolense, pero Forniés, no se detiene, le bullen otras ideas en la cabeza. El E.F.A. ya ha recopilado el vocabulario y la toponimia aragonesa, y Forniés tras su gran recopilación apunta a lo que falta, los apellidos y apodos. Ya los tiene recopilados; Juan Moneva le anima a presentarlas para publicarlas.
[…] Blesa, 3 de junio de 1917. Señor don Juan Moneva y Puyol.
Mi estimado amigo:
Me ha ocurrido muchas veces si sería o no de algún provecho filológico dar a conocer los apellidos aragoneses; y todavía más que los apellidos, los apodos, tan arraigados en tierras de Aragón. Tengo una buena colección de unos y de otros, de este mi pueblo y de algunos vecinos; y si V. consiente en publicarlos, se los remitiría.
Por última vez voy a insistirle a V. en que se dirija a la Diputación de Teruel para que se publique en el Boletín Oficial mi colección. Creo que lo más eficaz sería que si V. está en buenas relaciones con dos Carlos Castel, se dirija V. a él pidiéndole este favor, porque no yo no lo trato.
Según noticias han hecho hasta política esta cuestión y, como mis amigos son minoría, conseguí mucho por mi amigo Ferrer [Juan Miguel Ferrer] que la Diputación acordase la publicación, pero por lo visto hoy se han arrepentido.
Queda de V. suyo affmo. ss. y comp., General Forniés (rubricado)”.
¿Se conservará en algún archivo de la EFA tal colección? Fue contestada así:
“Estudio de Filología de Aragón. Consejo. Señor don General Forniés y Calvo.
Mi querido amigo y compañero:
No estoy en buenas relaciones con Castel; me hizo una informalidad como de idóneo y yo no doy lugar a la segunda cuando hay quien me hace la primera.
En el Consejo del martes 12 de este mes plantearé la cuestión de insistir con la Diputación de Teruel; nos dirigiremos a ella por comunicación solemne y apremiante, si el Consejo no opina en contrario. Si inmediatamente no es publicada en Teruel, la colección de V. será publicada en Zaragoza.
Son de interés los apellidos y motes; los acepto, los espero y se publicarán.
Muy de V., Juan Moneva y Puyol (rubricado).
Ciudad, día 8 de junio de 1917”
RECOGIDA DEL MATERIAL PASADO CATEGORIZADO Y CLASIFICADO. El 25/06/1917 sigue trabajando Forniés pues el EFA le entrega en mano 400 tarjetas. El 30 de julio indican en el diario que “son recibidas de la imprenta 2000 papeletas de la colección Forniés y Calvo”. Tardará en recogerlas el autor, no será hasta el 3 de diciembre de 1917 cuando visitó el Estudio don General y “le son entregadas 2000 tarjetas de su colección”. Firma el diario Luis Boya Saura. El asistió Forniés junto a otros muchos, pero no figura detalle de su actividad. Desde hacia unos meses los diarios del Estudio comienzan a ser menos detallados, mucho más sumarios, pues no los realiza Juan Moneva y Puyol.
ENTREGA AL ESTUDIO DE LA COLECCIÓN VISADA POR FORNIÉS. Pero en la visita de Forniés del 28 de enero de 1918 sí hay una noticia de interés: “Son recibidas 2005 tarjetas de la colección Forniés y Calvo, que unidas a las ya existentes dan un tal de 217.002”. Y este sí parece ser el final del trabajo para Forniés.
Continuará una gran labor de fondo de fichar, ordenar y redactar, por personas muy competentes, pero finalmente sin fruto. La publicación del diccionario será rechazada en 1924 por su alto coste, el relativamente bajo número de suscriptores comprometidos y la actividad del Estudio se reorientó. [Puede ampliar detalles en el capítulo III “La oficina de la EFA por dentro. Proyectos, labores, resultados” en el estudio de 2011 referido]
A Forniés ya solo lo he he hallado mencionado dos veces, visitando el Estudio el , 23 de abril de 1919, coincidiendo con días de pago a los secretarios (“Son entregados a cada uno de los secretarios que suscriben cincuenta duros en oro por su pensión semestral, cuyo pago es hecho en este día por ser fiesta de los Santos Apóstoles Simón y Judas, en la cual es tradición en muchas corporaciones aragonesas la finalización de cuentas.”). Don General Forniés se propuso como secretario por la provincia de Teruel por septiembre-octubre de 1916 ante el Estudio y la Diputación de Teruel y aunque varias cartas plasman dudas sobre si sería pertinente o no parece que acabó consiguiendo que se le pensionase a cuenta de su trabajo adelantado y sus gestiones. Pero ya no aparecerá después ¿no figura o no acudió? el 28 de octubre de 1919. Seguramente ya no acude en más ocasiones, no hallo mención alguna hasta el cese de actividades del EFA en noviembre 1925 o el breve renacer del Estudio de 1930-31.
IV. Epílogo... y finalmente, una imagen de él
Gracias a descendientes de hermanos de General Forniés (en concreto a Carmen Plou Arroyo, nieta de Doña Dolores Forniés Calvo), tenemos la primera imagen de él que conocemos, junto a la que fue su esposa. También por ellos sabemos que General murió en Zaragoza, aunque aún no tenemos documento que lo corrobore y nos dé la fecha del óbito.
Fotografía de General Forniés y su esposa Dámasa Lomba (sobre
1890) que refleja fielmente la descripción que, quienes aún
lo recuerdan, hacen de su imagen. Foto proporcionada por Ernesto Conesa
No sabemos si fue General el Forniés Calvo que en febrero de 1927 asistió en Madrid al funeral del "Bienhechor de Teruel" D. Carlos Castel y González de Amezua (1873-1927), donde, según cuenta "La Voz de Teruel" del 23 de febrero de 1927, que "entre otras personalidades de Teruel con significación en éste y su provincia... Forniés Calvo (D.J.M)...". En contra de que fuese General están las iniciales del nombre, que no coinciden, y que Calvo no opinaba ni escribía en buenos términos sobre este Castel en 1920. A favor, que no son apellidos muy comunes, pero aún así uno de los dos hermanos de General se llamaba Jesús. En resumen, es dudoso, pero en los periódicos a veces se deslizan errores.
General Forniés Calvo figura como votante en el censo electoral de Zaragoza de 1934, cuando contaba con 71 años de edad (y profesión abogado). Por ahora es la última noticia que tenemos de él. Es significativo que ya no vivía por entonces en su domicilio de la calle Mayor, sino en Avda. San José, 22, que no es una vivienda; allí están establecidas desde hace décadas las Hermanitas de los Ancianos Desamparados (Avda. San José, 14-28).
Cerramos por ahora este artículo siempre a la espera de conseguir más información o publicaciones de artículos de General en el futuro. Como habrá apreciado el lector, desconocemos cuándo murió este destacado turolense, así como detalles de su etapa política, además de algunos detalles sobre su descendencia, familia y patrimonio. Si algún lector tiene algún dato que aportar, por favor, se pueden poner en contacto conmigo (blesa.gaceta@gmail.com).
Complementamos este trabajo con un anexo sobre facetas secundarias de la familia de General Forniés.
F.J.L.A.
Marzo de 2006, agosto 2007, junio 2008, abril 2023
V. Anexos
Anexo I. Propiedades y adquisiciones
General debió contar con recursos económicos que le permitió invertir y comprar bienes raíces, como tenemos constancia a comienzos del siglo XX. No obstante, los blesinos que nos hablan de su prosperidad también nos comentan, sin poder precisar mucho, el desgaste de aquellas fortunas de antaño. Para mantener su posición social, (y en muchos casos evitar trabajar) estas familias se iban desprendiendo gradualmente de sus tierras o inmuebles, que eran comprados por quienes en aquel momento disfrutaban de un momento próspero o tenían liquidez.
Por diversos documentos de la época que hemos hallado en el A.H.P.T., sabemos que el 31 de mayo de 1902 compró a D. Joaquín Calvo Blasco (su cuñado): el horno de pan de la calle la Hilarza, la casa macelo de la plaza Vieja, además de un pajar en los Altos y las parideras en la Hoya del Pozo, Sanched, Galindo, Cañadavellida, las Costeras, Valdeoria. Además adquirió otra en la era de los Sobrinos comprada a Pedro Arnal.(36)
General Forniés y Calvo compró en 1903 la casa macelo (matadero) que existió en la planta más baja de las escuelas, local que más tarde venderían Fabián y Manuela a Germán Lomba en 1916 para instalar la carpintería que hoy es Museo de esta actividad.
Las familias Forniés, Calvo y su patrimonio
Timoteo Forniés Ardid (padre de General) nació en 1828 (según el censo de 1906, o 1830 según el de 1890) y era uno de los "propietarios", según figura en ellos, domiciliado en la calle Baja. Sus actividades económicas tienen reflejo en unos pocos documentos de contribuciones locales: en la contribución de 1868-69 figura como abastecedor de carnes para arrieros[?]. Más adelante lo hallamos como uno de los ganaderos de Blesa en la contribución urbana de la localidad en 1878-1879.
Sus padres fueron D. José Forniés y Dña. Clara Ardid.
También sabemos que fue alcalde del ayuntamiento de Blesa a fecha del 30 de junio de , como figura en la Contribución de inmuebles, cultivo y ganadería, [Restos del A.M.B. carpeta 5]. Fue Juez Municipal en 1884 [Anuario de 1884] y aún figuraba como uno de los principales propietarios en 1905, junto a su hijo General, cuando éste fue Juez Municipal a su vez. [Anuario de 1905]
Parece claro que se trataba de un propietario potente y con liquidez económica, pues adquirió una dehesa en el término de Moneva a mediados de siglo XIX, el periodo de las desamortizaciones. (37)
También figura este hacendado como una de las partes en una interesante "Carta de pago y cesación de consorcio" que tiene por otorgantes: Francisca Magallón y Calvo acompañada de su esposo D. Tomás Royo y Esteban, de una parte, y de otra, D. Timoteo Forniés y Ardid. Tomás Royo y Esteban era otro de los grandes terratenientes. (38)
Timoteo Forniés no figura como propietario en la contribución industrial de 1858, ni en el censo electoral de 1897, pero sí en el de 1906 cuando contaba con 78 años. Nada más sabemos de él por el momento.
En cuanto a posibles antecedentes familiares, Ernesto Conesa me dio a conocer su posible relación familiar con antiguos infanzones y administradores de la Casa Ducal de Híjar, como efectivamente aparecen algunos en este artículo de Mª José Casaus Ballester, sobre su administración entre los siglos XV a XIX (entre 1766-1788 fue administrador de Híjar, Antonio Forniés).
La madre de General Forniés, Dolores Calvo Liédana era muy probablemente de las familias con más propiedades de la localidad (si acaso no había nacido en Lécera), por lo que cuentan los testimonios orales... pero es difícil seguir su pista, dado que las mujeres raramente constan en los registros, en favor de maridos, padres, hermanos...
Por datos del archivo diocesano de Zaragoza sabemos que sus padres fueron D. Pedro Calvo y Dña. Josefa Liédana.
Paño bordado por Dolores Calvo Liédana en 1862 (fotografía de Ernesto Conesa)
Gracias a los datos proporcionados por Ernesto Conesa sabemos que Doña Dolores Calvo Liédana y su esposo tenían en la localidad zaragozana de Lécera casa solariega y gran patrimonio. Nos han remitido una imagen de un paño bordado y pintado, que ella ejecutó en el Colegio de San Rafael de Belchite el año , testimonio de que fue educada allí. También nos transmitió que poco antes de casarse era todavía alumna de este Colegio. Murió en abril de 1874 según consta en uno de los pleitos y hemos corroborado en el A.D.Z.(39)
Blesa a comienzos de siglo estaba constituida por una gran masa de pequeños y medianos propietarios, además de las pocas casas ricas de que todavía se podía hablar hace medio siglo. A este panorama se llegó en el transcurso de pocas décadas en el periodo de entre siglos.
En las postrimerías del siglo XIX gran parte del término
(campos y parideras) y propiedades de urbanas estaban en pocas manos.
El vecino Ricardo Salas, octogenario ex-alcalde de Blesa,
nos contaba que él todavía conoció aquella situación
de principios de siglo, cuando según él “Blesa era
de tres familias”.
• Tomás Royo, dueño de molinos y masadas,
• la familia de los Calvo que tenían la mitad de Cañavellida,
la Hilada del Val y la Mangada de Barcallén que se prolonga casi
hasta Azuara.
• General Forniés que tendría la mitad de Cañavellida,
el Galindo y muchas casas en Blesa.
Por lo demás, el resto de los 1.300 habitantes de la localidad se repartían con más o menos equilibrio numerosas parcelas de tamaño entre pequeño y mediano, la mayoría de secano y alguna en regadío. El 81% de los varones mayores de 25 años (303 personas) se dedicaba al sector agropecuario. De ellos una veintena eran pastores, y el resto se dividía entre los agricultores y los jornaleros. El otro 16% de la población adulta masculina tenía diversos oficios o comerciaba, y restaba el 3% que tenía empleo en la administración o servicios.(40)
Anexo II. Sucinto árbol genealógico
Los hijos de Timoteo y Dolores, y sus descendientes
Los hermanos del protagonista de este trabajo tienen importancia para conocer mejor el árbol genealógico de esta familia y poner orden en algunos documentos que han llegado hasta nosotros. Ernesto Conesa nos comunicó que los hermanos de General, cuando dejaron Blesa, se establecieron en su casa de Lécera que correspondió a los tres hermanos: Doña Natividad, D. Germán y Doña Dolores Forniés Calvo. Ésta última y su esposo Pedro Arroyo Plou son los abuelos de Carmen Plou. Por otra parte otro hermano, D. Jesús, se estableció en Zaragoza.
Natividad Forniés Calvo, hermana de General.
(remitida por Ernesto Conesa)
Ernesto Conesa que ha estudiado los antecedentes familiares dice que el apellido Forniés no existía en Lécera antes de que se establecieran los Forniés Calvo venidos de Blesa, lo cual es lógico si la allí emparentada era la madre y no el padre.
- Su hermano Germán falleció en Zaragoza el 25 de febrero de 1958.(41)
- Su hermano Jesús, fue padre de María y José.
- Dña. Natividad con sus hijas: Dolores y Joaquina, se establecieron
en Zaragoza poco antes de 1936. No podemos precisar el año de su
óbito. Las dos hijas permanecieron solteras, mientras que un hijo
llamado Juan que residía en Lécera falleció allí
en el año 1936 (por causas naturales), y aunque estaba casado no
dejó descendencia.
En cuanto a descendientes directos de los General y Dámasa, nos cuentan que una sobrina de Don General les trasmitió que éste tenía una hija casada en Madrid (Dolores), y que por tanto sus descendientes ya no se apellidarán Forniés, y que él murió en Zaragoza. Los datos son válidos para hallar alguna pista más sobre el posible archivo familiar, si existe.
En los archivos públicos existen bastantes documentos sobre la familia y algunas ramas de los pueblos próximos a Blesa.(42)
Fuentes de archivo
- A.H.P.T. Sección de Hacienda. Contribuciones industriales.
- A.H.P.T. Contribución y amillaramiento de 1851.
- A.H.P.T. Boletines oficiales. Censos electorales.
- Archivo de protocolos de Montalbán (Teruel). Protocolos. 1883. LOP BIELSA, Ramón 335/1035 nº 177. Blesa 8 octubre 1883.
- A.H.P.Z. Sección Administración central periférica. Subsección Hacienda. Organismo: Delegación provincial.
- A.H.N. UNIVERSIDADES, 4027, EXP.2.
- Archivo Municipal de Blesa (Restos del...).
- Archivo Parroquial de Blesa. Libros de bautizos reconstruidos.
- Archivo Diocesano de Zaragoza.
Fuentes de hemeroteca
- La Crónica de Aragón (A.B.H.M.Zaragoza)
- Diario "Heraldo de Aragón". (Biblioteca de Aragón)
- Revista Semanal “Aragón”. (Archivo biblioteca hemeroteca municipal de Zaragoza)
- Revista “El Ebro”. (Archivo biblioteca hemeroteca municipal de Zaragoza) (Hemeroteca de Barcelona)
- "Miscelánea turolense", periódico. (1891-1901). Edición facsímil I.E.T. 1993.
- El Ateneo. (revista quincenal) Año I, nº 5. 1 de octubre de 1892. Teruel.
- Revista de Aragón (números de marzo y octubre de 1902), B.N.E. (digitalizados)
- Heraldo de Teruel.
- "Extracte de les conferencies celebrades per la Secció de Cultura del Centre Català de Saragoça durante el curs de 1914"
- Foment : Portaveu oficial en les comarques tarragonines, del partit d'Unió Federal Nacionalista Republicana. 1913-02-19.
- El Día Gráfico.
- La Verdad. Órgano de la Unión Republicana Nacional [30/4/1893].
- ALDECOA, Serafín (7 de febrero de 2016) "General Forniés, regeneracionista y regionalista". Diario de Teruel. Pág. 35-36 (sección Gente de esta tierra).
- ALIAGA JIMÉNEZ, José Luis, BENÍTEZ MARCO, Mª Pilar (2011) "El estudio de Filología de Aragón. Historia de una institución y de una época"; Institución Fernando el Católico.
- BENÍTEZ MARCO, M.ª Pilar (2012) El Estudio de Filología de Aragón en la Diputación de Zaragoza (1915-1941). Hacia un centro de estudios aragoneses; Aladrada Ediciones/Diputación de Zaragoza/Prensas Universitarias de Zaragoza.
- CEJADOR Y FRAUCA, Julio (1919) “Historia de la lengua y literatura Castellana” Tomo X. "Comprendidos los autores hispano-americanos (época regional y modernista: 1888-1907)" Reeditada por Ed. Gredos en 1972.
- FERNÁNDEZ CLEMENTE, Eloy; FORCADELL ÁLVAREZ, Carlos (1979), "Historia de la prensa aragonesa". Guara editorial.
- OSSORIO Y BERNARD, Manuel (1904) "Ensayo de un catálogo de periodistas españoles del siglo XIX". Publicado por Imprenta y litografía de J. Palacios.
- PÉREZ MORENO, Rubén (2013) El salón de artistas aragoneses de 1935. Artigrama, núm. 28, 2013, pp. 439-452. [Enlace]
- SANCHO IZQUIERDO, Miguel (1979) “Zaragoza en mis memorias (1899-1929)” I.F.C.
- SERRANO GARCÍA, Montserrat (1996), "La provincia de Teruel durante la Restauración. Elites, elecciones y comportamiento político (1875-1907)", Instituto de Estudios Turolenses.
- "Vocabulario de Aragón" por Juan Moneva y Puyol. Edición y estudio de José Luis Aliaga Jiménez. Institución "Fernando el Católico", Prensas Universitarias de Zaragoza y Xordica Editorial, 2004.
- VILLANUEVA HERRERO, José Ramón (1997) "Un sueño de Regeneración provincial: Heraldo de Teruel (1896-1897)". Rolde n.º 79-80. Rolde de Estudios Aragoneses. Zaragoza.
- "Colección legislativa de España, primera serie parte tercera", "Jurisprudencia civil (sentencias del Tribunal Supremo sobre recursos de casación y competencias en materia civil" Tomo XIII Volumen I de 1903 (enero a junio). Madrid 1903. (B.DPZ)
- MORET I COSO, Hèctor (1994) "Escriptors aragonesos d'expressió catalana en el primer terç del segle XX" ALAZET, Revista de filología, 6. Instituto de Estudios Altoaragoneses.
- Correspondència entre institucions, entitats i la Junta Directiva de l'Orfeó Català, 1915. Centre Català de Zaragoza. Signatura 2.1_0500. Memòria Digital de Catalunya en mdc.csuc.cat.
Debemos nuestro agradecimiento especialmente a los siguientes vecinos de Blesa (Teruel) por sus testimonios orales: Leonor Pérez, Ricardo Salas, Tomás Sanz por sus testimonios. Por otra parte, a Ernesto Conesa y su esposa Carmen Plou Arroyo, descendiente de Dolores Forniés Calvo, hermana de General, por sus notas sobre la familia y la fotografía del protagonista de este trabajo y de otros de sus parientes.
También debemos nuestro agradecimiento a Gregorio Lagunas, compañero de inquietudes por sus horas de búsqueda en la Hemeroteca de Barcelona buscando artículos en la prensa regionalista aragonesa.
- Labara Ballestar, Valeriano C. (2008). "Isidro Comas, Almogávar. La poética vida de un aragonesista de Tamarite de Litera.". Rolde de Estudios Aragoneses. Huesca. [Ficha]
Esta obra, editada en colaboración con el "Centro Aragonés de Barcelona; Casa de Aragón", constituye un magnífico acercamiento a la figura de un aragonesista e investigador de la historia y la cultura, figura bastante destacada, que escribía tras el seudónimo "Almogávar". Es tremendamente útil para conocer el ambiente cultural, el círculo de amistades, no sólo de Isidro Comas, sino, también de otros, que como Forniés, compartían las ideas y objetivos de este aragonesismo, más rico y constructivo gracias a su "moderado" exilio en Cataluña o Madrid. Un libro muy recomendable por lo particular del tema y el personaje, y por lo bien recopilado de lo general sobre el aragonesismo, los aragonesistas y la labor desarrollada desde las casas de Aragón, el SIPA y otras iniciativas.
- Respecto a las elecciones de la época de la Restauración, puede ampliar detalles en el magnífico estudio de Montserrat SERRANO GARCIA (1996) "La provincia de Teruel durante la Restauración: elites, elecciones y comportamiento político (1875-1907)"; Instituto de Estudios Turolenses. Teruel. págs. 121-128.
- Y prescindiendo del análisis profesional, pero documentando unas elecciones sobre
el distrito electoral del pueblo natal de Forniés, puede leer en esta misma página
LOZANO ALLUEVA, Fco. Javier (2014) Noticias de caciquismo y compra de votos en el distrito de Montalbán (Aragón) en 1905. Casos concretos de manipulación de las consultas electorales por Conservadores y Liberales. Esfuerzos proselitistas del Republicanismo en el mundo rural.
Publicado en internet en "Blesa, un lugar en el mundo" en
[www.blesa.info/his-1905-EleccionesRepublicanismoCaciquismoDistritoMontalban.pdf].
1905-1908: Plagas, impuestos y... desencuentros del sacerdote con el Ayuntamiento, por Javier Lozano Allueva. Publicado resumido en la Revista Ossa 64 (junio 2024)
Notas
↑ 1.- Archivo parroquial de Blesa. Libro de bautizos. Dolores: Nº 134 L000486 F78 (inscripción de octubre de 1958), y Mª Dolores: Nº 68. L000486 F45 (inscripción de febrero de 1957). Estas partidas no siempre son fuentes fiables en el caso de Blesa, pues tras la destrucción del archivo parroquial y municipal en la última guerra civil, algunas partidas de bautismo fueron reconstruidas "de palabra" (como es el caso de estas), y pueden ser fuente de errores. En este caso, nos inclinamos a pensar que la correcta será la segunda, la que hace a los progenitores oriundos de otras localidades, pues da la impresión de que, para quien solicitase la partida bautismal, la primera pudo ser fruto de cierta desidia por buscar información, o desinterés del lugar de nacimiento de los abuelos, ya muertos hacía tiempo.
Confirmamos nuestra sospecha cuando hallamos estos datos sobre Timoteo en la sentencia
del recurso de casación de 1903 con parte de sus descendientes
se indican los datos que aportó en el comienzo del litigio en
1900, donde expuso "No tener oficio ni profesión, ser
natural de Híjar, vecino de Blesa, donde había residido
desde que quedó viudo de Doña Dolores Calvo, en abril
de 1874; tener de su matrimonio cinco hijos; contar setenta y un años
de edad, y no tener otros medios de subsistencia que el producto de
los bienes que fueron de su mujer ... ser la renta que producían
los bienes de los hijos de Doña Dolores, que usufructuaba el
demandante."
- "Colección legislativa de España, primera serie
parte tercera", "Jurisprudencia civil (sentencias del Tribunal
Supremo sobre recursos de casación y competencias en materia
civil" Tomo XIII Volumen I de 1903 (enero a Junio). Madrid, 1903.
Núm. 177 de 15 de junio (publicada el 20 y 21 de agosto de 1903)
(págs. 931-934).
Para General Forniés Calvo no tenemos la seguridad de la fecha de nacimiento ni de óbito. La de nacimiento que damos es aproximada, la deducimos de los censos electorales, donde de tres de ellos calculamos como año 1864 (1890, 1897, 1901), y de dos calculamos que nació en 1863 (1910 y 1934), pues depende del mes de nacimiento del sujeto y el mes del censo. El registro civil y religioso de Blesa fue quemado al comienzo de la guerra civil de 1936 y los duplicados de libros parroquiales que se conservan en parte, comienzan en 1868. Quedan por consultar posibles registros de defunción o testamentos en Zaragoza.
↑ 2.- A.D.Z. Registros de libros parroquiales de Blesa, duplicados. 1874. Tomo 21.
↑ 3.-Sólo el 37% de los hombres blesinos mayores
de 25 años sabía leer y escribir a finales del siglo XIX.
Véase: Lozano, F.J. “Población,
instrucción y empleo en 1897. Los electores blesinos a finales
del XIX”, publicado en Internet en “Blesa, un lugar
en el mundo”, en www.blesa.info y en la revista cultural El Hocino,
nº 10 (agosto 2003).
Por otro lado, tampoco era el primer abogado
originario de Blesa, pues sabemos que Juan Gerónimo Calvo, era
en Abogado de los Reales Consejos de Aragón; véase
Lozano, F.J. (2008) "Los Calvo y
nuevas noticias sobre blesinos en la Guerra de la Independencia", publicado en www.blesa.info.
↑ 4.-Archivo Histórico Nacional UNIVERSIDADES, 4027, Expediente 2. De la certificación del Expediente académico de General Forniés Calvo, alumno de la Facultad de Derecho de la Universidad, expedido por la Universidad Central.
↑ 5.-Ibid.
↑ 6.-"La unión : periódico de primera enseñanza" (Año XII, Número 48) 1891 diciembre 17. Y también en En "El Eco de Teruel : periódico democrático y de intereses generales" (Año VI, Número 291) 1891 diciembre 13.
↑ 7.- En el periódico "Miscelánea turolense" pág.512. Índice general - 1891.
↑ 8.- Guía Oficial de España (Madrid, 1899). Pág. 610 [la original, en el PDF la 551]. Hallado en la hemeroteca digital puesta a disposición de todos por el Ministerio de Cultura. Enlace a la publicación.
Sobre el ambiente político nacional de esos años, una pequeña síntesis. Las elecciones a Cortes de 1898 se produjeron
a raíz del asesinato de Cánovas en agosto de 1897, acceder
los liberales al poder, y preparar las siguientes elecciones, en medio
de una gran conflicto colonial. Pero en la provincia de Teruel había
otro factor más cercano que la guerra de Cuba, el resurgimiento
de la actividad carlista. Ello conllevó que las fuerzas políticas
pactaran pacíficamente, y así los resultados respetaron
el podrido acuerdo de alternancia política de los partidos dinásticos.
Ganaron los liberales en el distrito de Montalbán (el encasillado
ministerial) así como en otros cuatro de la provincia, frente
a Mora de Rubielos que ganó el Conservador (donde ganó
el encasillado de la oposición). Coincidió ese año
con la derrota y pérdida de las últimas colonias, cayó
el gobierno Liberal y en sólo un año hubo nuevas elecciones
que ganaron en toda la provincia de Teruel los candidatos encasillados
conservadores.
No tenemos constancia de que Forniés participará en ninguna elección nacional, sino a las de la Diputación Provincial, cuando los integrantes de
estas eran elegidos.
↑ 9.-La Voz de Teruel Año VI Número 582 - 1929 enero 14 en su sección "Hace 25 años".
↑ 10.-Las fechas de matrimonio y nacimiento del primogénito, Miguel (una de las últimas aportaciones a este artículo), la hallé en el archivo diocesano de Zaragoza, en los duplicados de libros parroquiales que existen para unas pocas décadas. Si algo enseña el estudio de los libros de bautismos y defunciones de finales el XIX es que las epidemias seguían matando niños con regularidad y con la eficacia de una guadaña, tanto si nacías en una familia humilde, como si lo hacía en una familia acaudalada, o como si eran hijos del médico local.
Apenas hay menciones documentales al segundo hijo de General y Dámasa, Francisco Forniés Lomba. Francisco y su hermana Lola constan en en el pleito conservado en el A.H.P.Z. P.C. 6526-02, contra General Forniés y sus hijos. Por entonces un familiar, soltero de 27 años, Juan Calvo Forniés (hijo y heredero de D. Joaquín Calvo Blasco) pleitea con hermanos suyos, y con General, que representa a su hija Lola como menor y a Francisco de quien ya no se dice que lo sea, como herederos de su madre.
↑ 11.- A.P.B. Partidas bautismales. Tomo 1. El 12/2/1900 D. Fco. Bullie párroco, bautizó a Dolores, nacida el a las 5.
Las dos tumbas que todavía se conservan en el cementerio de Blesa, de son de las dos niñas apellidadas Calvo y Forniés, fueron sobrinas de General (hijas de su hermana Natividad y de D. Joaquín Calvo).
En el A.D.Z. he hallado la partida de bautismo de María de los Dolores, en Blesa el 9/11/1886, hija de D. Joaquín Calvo y Dª Natividad Forniés, siendo sus abuelos D. Joaquín Calvo y Dª Rafaela Blasco, y maternos D. Timoteo Forniés y Dª Dolores Calvo.
↑ 12.- En 15/3/1894
también era Delegado Juez. Municipal. General Forniés
era delegado del Sr. Juez municipal en 22/10/1900 [según consta
en la copia del certificado de la boda de Tomás Artigas González
(hijo de Florencio y Catalina) con Vicenta Iranzo.
El día 4/3/1912 también era Delegado del Sr. Juez Municipal,
en la copia del certificado de la boda de Joaquín Carbó
Bonet y de la otra parte Teodora Lomba Polo.
1/10/1923 Figura General Forniés, pero en 1924 ya no es ni Juez
ni Delegado, en cuyo cargo aparece Celestino Negro
(27 años a la sazón, y natural de Tramacastiel).
Sí sabemos que seguía haciendo viajes en ese año de 1924, pues el 21 de mayo, el diario "La Provincia (diario independiente, Año IV, Número 894) indicaba:
De sociedad
viajeros
Hemos tenido la satisfacción de estrechar la mano de nuestro muy querido amigo y
comprovinciano el conocido abogado y exdiputado provincial don General Forniés, residente en el pueblo de Blesa.
Ya sabe el amigo estimadísimo lo mucho que se le aprecia en Teruel y en esta casa, donde se le recuerda por sus campañas de prensa en pro de los intereses de la provincia.
↑ 13.-A.H.P.Te. Contribución y amillaramiento de 1851. No sabemos de quien de los Calvo es familia, pero está claro que será de los Calvo más ricos. La ficha de Joaquina Calvo nos habla de 24 fincas rústicas, 10 construcciones (cuarto mayor contribuyente de rústica), y la viuda de Pedro Calvo (segunda mayor contribuyente) con 23 fincas rústicas, 11 construcciones y 938 cabezas de ganado lanar.
↑ 14.- Heraldo de Aragón, . Francisco Izquierdo Trol, natural de Belchite, bajo el pseudónimo de Orlando.
Con posterioridad a este estudio sobre General Forniés he publicado un artículo sobre dicho párroco que vivió un cambio de época: LOZANO ALLUEVA, Fco. Javier. (2019) Mosén Melitón Beltrán Oliver. Un sacerdote para una época.; Publicado en la revista El Hocino Nº 43 - julio 2019, págs. 13 a 22.
↑ 15.- En la "sección varia" figura bajo el epígrafe de "La Asociación en la provincia de Teruel" que respondiendo a nuestra invitación, nos han enviado muy curiosos datos y noticias: D. General Forniés, de Blesa;... "Miscelánea Turolense" nº 10, de 25 de mayo de 1892. pág. 183. El llamamiento era hecho público en un número anterior para conocer las asociaciones de la provincia y su movimiento sociológico antiguo y moderno (asociaciones religiosas, administrativas, producción o comercio, mutualidad, instrucción, recreo...) M.T. (pág. 109). nº 7 de 10 de noviembre de 1891.
"Miscelánea turolense" fue una revista singular, gratuita, sin suscriptores, sin período fijo de publicación y "aparecerá cuando su confeccionador tenga tiempo disponible".
Labor de un sólo hombre, Domingo Gascón y Gimbao, el propulsor y redactor de la revista quiso promocionar desde esta publicación la provincia de Teruel, sin caer en exageraciones regionalistas, dar a conocer a los turolenses ilustres, contar las historia, las tradiciones, efemérides, arte, describir sus ciudades y pueblos, recopilar su bibliografía, etc. Gascón realizó su proyecto durante diez años, con gran independencia política.
"Aunque el peso principal recae sobre Gascón, cuenta con una larga lista de colaboradores, muchos de ellos residentes en pueblos de la provincia. Los más destacados: Santiago Vidiella, Federico Andrés (director del Heraldo de Teruel), Jerónimo Lafuente, el P. Calasanz Rabaza, José Garcés Tormos, Emilio Marconell, General Forniés y la gran feminista alcañizana Concepción Gimeno de Flaquer."
Los 23 números que constituyen la revista aparecieron entre 1891 y 1901 suman 532 páginas, numeradas correlativamente.
[FERNÁNDEZ y FORCADELL (1979), pág. 95]
[Para saber más: artículo en la Gran Enciclopedia Aragonesa, 2000]
↑ 16.- VILLANUEVA HERRERO, José Ramón (1997) "Un sueño de Regeneración provincial: Heraldo de Teruel (1896-1897)". Rolde n.º 79-80.
No he encontrado la memoria publicada para una transcripción literal. Pero las causas principales de la postración de la provincia de Teruel las reeditó Federico Andrés unos años más tarde en Heraldo de Teruel (10 de octubre de 1896) y las extractó y la redacción final es de Andrés, como indica J.M. Villanueva.
En los valiosos números conservados de Heraldo de Teruel encontramos estas partes:
- Número 3 - 1896 octubre 17, pág. 2: 1º. El carácter de los habitantes de nuestra provincia.
- Número 4 - 1896 octubre 24, pág. 1-2: 2º. La falta de capitales que ayuden a la producción en todos sus ramos.
- Número 5 - 1896 octubre 31 , pág. 2: 3º. Fraccionamiento de la propiedad.
- No se ha conservado el número 6 de Heraldo de Teruel, donde se resumiría el punto 4 de la memoria de Forniés.
- Número 7 - 1896 noviembre 14 , pág. 2: 5º.- Los enormes tributos que pesan sobre la propiedad.
- Número 8 - 1896 noviembre 21, pág. 2: 6º.- El forzoso abandono de la explotación minera.
- Número 9 - 1896 noviembre 28, pág. 2: 7º.- La tala de los montes.
- Número 10 - 1896 diciembre 5, pág. 2: 8º.- El atraso en la instrucción.
- Número 11 - 1896 diciembre 12, pág. 2: 9º.- Falta de comunicaciones y medios de transporte (I).
- Número 12 - 1896 diciembre 19 , pág. 2: 9º.- Falta de comunicaciones y medios de transporte (II).
- Número 13 - 1896 diciembre 26 , pág. 2: 9º.- Falta de comunicaciones y medios de transporte (III).
- Número 14 - 1897 enero 2 , pág. 3: 9º.- Falta de comunicaciones y medios de transporte (IV).
- Número 15 - 1897 enero 9 , pág. 3: 9º.- Falta de comunicaciones y medios de transporte (V).
- Número 16 - 1897 enero 16 , pág. 2-3: 10º.- La usura.
- Número 17 - 1897 enero 23 , pág. 2: La inseguridad personal y de la propiedad.
↑ 17.- Serafín Aldecoa, (7 de febrero de 2016) "General Forniés, regeneracionista y regionalista". Diario de Teruel. Pág. 35-36. Aldecoa halló y publicó el dato de estos esfuerzos pro sindicación de productores de azafrán, en la "Revista de Aragón", si bien indica que fue en el número de febrero y que quien escribe es el muniesino Santiago Guallar, y aún debo hallar la razón de tal diferencia de autor de las notas.
↑ 18.- SANCHO IZQUIERDO, Miguel (1979) “Zaragoza
en mis memorias (1899-1929)” I.F.C., Págs. 94-95. El referido
“Centre Catalá”, donde se reunía Sancho Izquierdo
con diversos amigos estaba “en la calle de Santa Cruz, frente
a la que entonces se llamaba calle de Goya [en el casco antiguo de Zaragoza].
También allí se hacía teatro de aficionados [...]
También se bailaba. Junto a los bailes modernos en boga entonces,
estaba lo tradicional, la sardana [...] Ibíd., pág. 83.
Según documentación del Centre Català con la Junta Directiva de l'Orfeó Català, que he consultado, dicho centro se constituyó a finales de 1909. [Memòria Digital de Catalunya en mdc.csuc.cat]
He podido consultar los números que se conservan del "Butlletí del Centre Català de Saragossa" que existió desde febrero de 1911 a abril de 1916. Son 22 números. No hay mención a Forniés, sí a Moneva y Puyol. Hay saltos de mayo a 1912 a marzo de 1915, o de octubre de 1915 a abril de 1916. Sin embargo hay notas con menciones a fechas de boletines del Centro que no se publicaron.
Por otro lado "Juan Moneva y Puyol fue socio del Centre Català de Saragossa y redactor de la sección de cultura del butlletí, redactado en catalán, de este centro (1911-1916?)" [Moret, 1994, páginas 101 y 102.]
Es más.... El 19 de febrero de 1913 se publicó la nueva Junta Directiva del Centre Català de Saragoça, que tenía entre sus componentes, como "President honorari, don Joan Moneva i Puyol" [Juan Moneva y Puyol] [diario: Foment]
Fue una época de creación de este tipo de centros. Por otro lado, el Centro Aragonés de Barcelona "se creó el tres de enero de 1909" y "a finales de 1909 ya había 1.300 socios". [http://centroaragonesdebarcelona.es/nosotros/historia/].
En cuanto al domicilio de Forniés en Zaragoza, véanse "Boletín Oficial de la Provincia de Zaragoza" de 8/agosto/1913, 13/enero/1914 y 4/mayo/1915.
↑ 19.- FERNANDEZ y FORCADELL (1979) pág. 131. Frase tomada del último Editorial de la primera época.
Este periódico semanal zaragozano, cuyo primer número se publicó el 14 de enero de 1912 fue fundado y dirigido por José García Mercadal, quien en 1910 había abandonado La Correspondencia de Aragón, al pasar ésta a ser expresión del Partido Republicano Radical (dirigida por Álvaro de Albornoz).
La primera etapa de Aragón duró hasta el 1 de septiembre del mismo año y, tras un largo eclipse, su director lo volvió a imprimir desde el 15 de febrero de 1914. Una tercera etapa, con Felipe Aláiz al frente, tuvo efímera vida en julio 1917.
Las dos primeras etapas conjuntaron una lista de colaboradores magnífica en el que figuraban M. de Cavia, J. Cejador, S. Kossti, E. Ibarra, J. Moneva, Dicenta, Matheu, Darío Pérez, Leopoldo Romeo, López Allué, Blas y Ubice, Del Arco, Gascón de Gotor, G. Poza, Manuel Marraco, Baselga, Casañal, Pamplona Escudero, Sixto Celorrio, Antonio y Ricardo Royo Villanova, Eduardo Ibarra, Ricardo Horno y un largo etc.
Imprimieron al semanario un tono de vindicación regionalista muy acusado que no tardó en ser replicado en La Correspondencia de Aragón por los antiguos compañeros de García Mercadal. Se insistía repetidamente en «la necesidad cada día más apremiante y avasalladora de constituir un partido sano, de recias iniciativas aragonesas...».
[FERNÁNDEZ CLEMENTE; FORCADELL ÁLVAREZ (1979), pág. 129-131; GEA 2000 (artículo Aragón)].
↑ 20.- G. F. Aragón. (n º 15).
↑ 21.- G. F. Aragón. (n º 16).
↑ 22.- G. F. Aragón. (n º 18).
↑ 23.- G.F. “Aragón”. Artículo “Pro Victis”, de .
↑ 24.- “Aragón”. G.F. Artículo “La honorabilidad política y social”, de .
En ese artículo de agosto de 1912 se apuntan varios defectos con respecto a la educación en el mundo rural aragonés de la época, donde las fotografías antiguas y la memoria de los mayores nos hablaban de las aulas absolutamente masificadas, con niños y niñas de todas las edades mezclados, con maestros heroicos que apenas podrían aplicar algún método didáctico en sus escuelas de una o dos aulas, donde sabemos que se aplicaban esos métodos mecánicos y memorísticos de enseñanza y esa corrompida forma de enseñar la lengua, más orientada a los estudios filológicos que a dominar la forma de exponer o escribir, mediante esas las fórmulas academicistas de enseñar que ahondaban un foso, ya de por sí profundo, del divorcio entre lo que se enseñaba en la escuela y los niveles y necesidades de las comunidades rurales.
Seguramente Forniés, sobre la educación en España, detentaba esta postura que expuso en 1912, o incluso alguna más tajante o contundente, ya décadas antes, y en algún medio que la debió exponer porque en la prensa de finales del XIX, en “El Magisterio Aragonés: revista de instrucción pública” de 22/2/1899, parecen contestar a alguna carta que no hemos hallado por el momento:
“Un vocal archi ilustre.
Ha sido nombrado Vocal de la Junta provincial de Instrucción pública de Teruel, en concepto de Diputado, D. General Forniés.
Este ilustre General se permitió no ha mucho publicar una sarta de majaderías altamente ofensivas para todo el Magisterio de España, a las que no contestamos porque lo único que merecen es nuestro desprecio.
No cabe duda que con Vocales de este jaez se engrandecen los pueblos. Es lo único que falta a Teruel para continuar siendo la Cenicienta de España: gente que la administre suprimiendo escuelas Normales e insultado a los Maestros.”
↑ 25.- Enciclopedia Universal Multimedia de Micronet. 2004. Artículo Cambó i Batllé, Françesc. Ahí puede ampliar muchos más detalles, así como consultar bibliografía.
↑ 26.- “Aragón”. G.F. Artículo “Regionalismo Aragonés”, 21 de abril de 1912.
↑ 27.- Artículo “General Forniés”, reproducido en “Aragón” el , y primeramente publicado en “El Porvenir” de Huesca en fecha aún por determinar.
↑ 28.- España (Madrid) - N.13, pág. 10, conservada y digitalizada por la Biblioteca Nacional de España. Enlace a la publicación.
También la tenemos transcrita en "La gran sequía del otoño e invierno de 1912 en gran parte de la España Mediterránea (1912)" (2022), de F. Javier Lozano, inscrita en un artículo sobre el contexto de sequías generalizadas e inundaciones en las localidades aragonesas del río Aguasvivas, de la inflación ocasionada por la guerra y desazón por el futuro, que llevó a que esa década fuese de gran emigración, tanto interior como exterior.
↑ 29.- - Diario Turolense: "periódico independiente defensor de los intereses de la provincia", Año IV, Número 847. Biblioteca virtual de prensa histórica.
↑ 30.- [http://www.aafi.filosofia.net/publicaciones/el_buho/elbuho1/NOCTUA22.HTM] Felipe Giménez Pérez. Oligarquía y caciquismo como forma de gobierno actual en España (1901-1902) comparación del diagnóstico de Joaquín Costa acerca de la España de 1899 con la situación actual de España en 1999.
↑ 31.-Escribía desde Montalbán, el
"Tenemos el honor de comunicar a ese Directorio que ha quedado constituida en esta villa una entidad política que laborará por la
defensa de los ideales del regionalismo aragonés en nuestro distrito con el nombre de «Centro Regionalista de Montalbán»".
Además anunciaban que iban a tener una publicación "La Voz de Montalbán", como revista de propaganda del Centro.
La junta directiva del centro estuvo formada por Joaquín Balduque (presidente), Marino Marzo (Vicepresidente), Eulogio Lahoz
(Secretario), Domingo Ibarz (Vicesecretario), Joaquín Marzo (Tesorero), Antonio Calamar (vicetesorero), y Leoncio Balduque,
Félix Serraller y Juan Bueso (vocales).
Semanario regionalista "Aragón" (tercera época). 11 de mayo de 1918.
↑ 32.- No debemos confundir a nuestro protagonista con este otro Eliseo Forniés ligado al aragonesismo. En PÉREZ MORENO, Rubén (2013) El salón de artistas aragoneses de 1935. Artigrama, núm. 28. pág. 449. [enlace], figuró un Forniés en la "Unión Aragonesista" en Barcelona, en un tardío 1935 (cuando General, de vivir, tendría 71 años). El Salón de Artistas Aragoneses celebrado en el Centro Obrero Aragonés de Barcelona entre el 20 de octubre y el 3 de noviembre de 1935, fue uno de los acontecimientos más relevantes del panorama artístico aragonés previo a la Guerra Civil. Un total de sesenta y seis artistas concurrieron al mismo, entre ellos la mayor parte de lo más granado de la plástica aragonesa de ese periodo [...]
Durante la gestión de la exposición, algunos miembros de la Unión Aragonesista se ofrecieron también para ayudar en lo posible, apareciendo algunos personajes muy importantes de la llamada familia “aragonesista”: Jesús Pemán, Mariano García Villa, Julio Calvo Alfaro, Leoncio Royo, Pablo Laporta, Estruga, Forniés, el ya citado Sánchez Sarto, etc., a través de los cuales [José] Aced entrará en los círculos aragonesistas [...]
Este grupo tuvo bastante presencia, y en hemeroteca han quedado sus mensajes (como este de La Vanguardia de 20 de mayor de 1936) sobre el renacimiento de Aragón.
El Diario La Vanguardia recogió entre sus noticias los actos de la "Unión aragonesista" con bastante detalle y confirma la presencia de un Forniés entre el grupo (por ejemplo en el acto en memoria de Costa, que tuvo lugar en los locales de Unión y Juventud Aragonesista el 17 de febrero de 1935).
En memoria de Costa
La Unión y Juventud Aragonesista celebrará mañana el aniversario de Joaquín Costa, con un acto público, en el que tomarán parte los señores Forniés,
Colas Porté, García Villas, Calvo Alfaro y señorita García.
Dicho acto comenzará a las tres y media de la tarde en los locales de Unión y Juventud Aragonesista (Molas, 26, principal).
Pero está documentado desde al menos agosto de 1934, que entre la directiva de la Unión Aragonesista de Barcelona figura como secretario Eliseo Forniés, cuando era presidente J. Calvo Alfaro. [12/8/1934 El Diario de Huesca. Enlace]
33.- Ángel Alcalá Galve. "Los trasmundos literarios de Ramón J. Sender" (2004) pág. 41 (Editorial Pliegos).
34.- "Historia de la lengua y literatura Castellana". En el tomo X del original (y el volumen 6 Ed. Gredos) figura su ficha que apenas aporta un detalle sobre lo publicado previamente por Ossorio: "n. Blesa (Teruel) o Bachiller Carrasco. Colaboró en Heraldo de Teruel, El Siglo, Diario de Avisos de Zaragoza y en la Miscelánea Turolense.
También se menciona el tema del pseudónimo en otra obra derivada, que no aporta nada sobre lo dicho por Ossorio, en "Los seudónimos en torno a Cervantes" de Felipe Antonio Lapuente (1981), pág. 143; publicado en "Cervantes, su obra y su mundo : actas del I Congreso Internacional sobre Cervantes" Manuel Criado de Val (dir. congr.) editado por EDI-6
Por otro lado, gracias a un catálogo, sabemos que se conservó en el Archivo Nacional de Chile una carta de General Forniés a Julio Cejador y Frauca sobre su bibliografía (Zaragoza, 2 de febrero de 1916) 2 fol. (pieza 57) y la tarjeta de visita de Forniés (pieza 57-a). Fuente: "Catálogo de los documentos de la Fundación Sergio Fernández Larrain, Tomo I" (pág 213), publicado por la Biblioteca Nacional de Chile (1983).
Estos fondos fueron adquiridos por el gobierno español aproximadamente en 1994, y no ha habido forma de hallar a qué institución fueron a parar estas piezas.
↑ 35.- M.ª Pilar BENITEZ MARCO, 2012, pág. 217 que trascribe una carta de Moneva y Puyol de 1932.
Por otro lado, hablamos frecuentemente del Vocabulario de Aragón como si fuese obra del director de la Estudio de Filología de Aragón (EFA), Juan Moneva y Puyol (1871-1951), pero trabajó con un equipo de personas. En la primera etapa del E.F.A. (1915-1925), trabajó durante casi cinco años una joven estudiante de brillante trayectoria académica, natural de Paniza (Zaragoza), llamada María Moliner Ruiz (1900-1981). Comenzó en la E.F.A. en diciembre de 1916, siendo alumna de último año del Bachillerato, y estuvo en la E.F.A. mientras estudió la carrera de Filosofía y Letras. Desde el 1 de noviembre de 1917 fue secretaria redactora del Estudio, y tal y como desvela María Pilar Benítez Marco, María Moliner se integró plenamente trabajó con el resto del personal. Juan Moneva resumió el trabajo de María Moliner diciendo que "ha trabajado conmigo en la formación de papeletas para un Diccionario de voces aragonesas, ya acabado y pendiente de publicación". No de todo el mundo dijo que trabajó con él en la realización de dicho diccionario. Se licenció en 1921 en un curso en que solo había 6 mujeres.
"María Moliner tuvo la oportunidad de conocer no solo la mayoría de las colecciones de voces contemporáneas enviadas al Estudio desde todo Aragón, sino también abundante documentación antigua aragonesa. En concreto, ordenó, transcribió (a menudo, en papeletas) y revisó para su envío a imprenta, si fue el caso, los repertorios de Tomás Costa, Luis Rais, Vicente Ferraz, Benito Coll, Nicolás Santos de Otto, Fernando de Juan, José María Burrel, Antonio Sauras, Gregorio Burgués, Ángel Zurita, Jorge Jordana, Eduardo Cativiela, Ricardo Sasera, Eugenio Lascorz y General Forniés."
María Moliner sería la futura autora del Diccionario del Uso del Español (DUE), elaborado durante más de quince años, publicado en 1966-1967, para paliar las deficiencias del Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua.
"El primer trabajo lexicográfico de María Moliner: su contribución al diccionario aragonés del Estudio de Filología de Aragón", María Pilar Benítez Marco, pág. 45-46. En Estudis Romànics [Institut d’Estudis Catalans], Vol. 36 (2014), p. 35-57. [https://www.raco.cat/index.php/Estudis/article/download/384616/477667]
↑ 36.- A.H.P.T. Hacienda. Apéndices amillaramiento. 1903.
↑ 37.-- A.H.P.Z. Sección Administración central periférica. Subsección Hacienda Organismo: Delegación provincial. Moneva/Zaragoza 1862 880/ 2466-5 Expediente instado por Timoteo Forniés, vecino de Blesa, sobre nulidad de la venta judicial de una dehesa, sita en los términos de Moneva.
↑ 38.- Archivo de Montalbán. Protocolos. 1883 Protocolo Blesa LOP BIELSA, Ramón 335/1035. nº 177. Blesa 8 octubre 1883.
↑ 39.- Archivo Histórico Nacional. Recursos de la sala de lo Civil del Tribunal Supremo. Código de Referencia: ES.28079.AHN/2.1.64.1.1//FC-TRIBUNAL_SUPREMO_CIVIL,26,EXP.432. Recurso nº 432/1903 de Manuel Royo Ferrer, como marido de María Forniés contra General Forniés por sí y como marido de Dámasa Lomba sobre pobreza del primero.
↑ 40.- LOZANO ALLUEVA, F.J. (2003) “Población, instrucción y empleo en 1897 Los electores blesinos a finales del XIX” publicado en Internet en "Blesa, un lugar en el mundo" (www.blesa.info).
↑ 41.- Germán Forniés Calvo estuvo acogido en su senectud en las "Hermanitas de los ancianos desamparados" de Zaragoza. Ingresó el 1 de mayo de 1946, hasta su muerte el 25 de febrero de 1958. Ingresaron junto a él una hermana (Dolores posiblemente) y un primo, que vivieron solo unos meses más. Datos amablemente proporcionados por la Madre Superiora de la congregación. Según el índice de DPZ en el Cementerio de La Cartuja constan, en el Dolores Forniés Calvo, enterrada el 25 de mayo de 1957 (Cuadro 1, sepultura 12) y Germán Forniés (cuadro 1, sepultura 128). Faltaría por consultar en el archivo las fichas en papel previas, provenientes del Hospital Provincial.
↑ 42.- Queremos dejar constancia de que existen en el A.H.P.Z. otros documentos sobre esta familia que pueden dar luz sobre algunos aspectos particulares de su vida, pero que no hemos podido estudiar todavía, salvo en algún caso muy concreto, y los detalles que aparecen entran dentro de la esfera de la vida privada y no se exponen.
1892 Autos de Don Joaquín Calvo contra Don Tomás
Royo, ambos del partido de Belchite, sobre tutela y cuentas de los menores
Don Jesús y Doña Dolores Forniés Calvo. (caja 6179-14)
1897. Apelación de Don General Forniés
Calvo contra Don Joaquín Calvo Blasco, sobre reclamación
de pesetas. (caja 6130-9)
Sobre este pleito existen dos publicaciones en la Gaceta de Madrid (sección Administración de Justicia)
el núm. 54, de 23/02/1897, páginas 822 a 825 PDF (Referencia BOE-A-1897-1165)
y el núm. 256, de 13/09/1898, páginas 1130 a 1132 PDF (Referencia BOE-A-1898-5623).
1901. Demanda de pobreza de Timoteo Forniés Ardid, para litigar contra Doña Francisca Magallón Calvo y otros y el fiscal de Montalbán (Caja 6308-1)
1902. Incidente de pobreza promovido por Don Manuel Royo, como marido de Doña María Forniés. contra Don General Forniés y otros, en la tercería a ciertas cantidades. (Caja 6315-5 )
1913. Pobreza de Don Juan Calvo Forniés, para litigar contra Don Rafael Calvo Blasco y otros, siendo parte el abogado del Estado del Pilar. (L. 49). (Caja 6493-8.)
1916. Autos de Don Juan Calvo Forniés contra Don General Forniés Calvo sobre nulidad en un pleito de reivindicación de fincas. (L. 53). (Caja 6526-2)
1930 Autos de Don Andrés Castro Lahoz contra Don Juan, Doña Dolores y Doña Joaquina Calvo Forniés, sobre pago de pesetas. (Belchite). (L. 91). (Caja 6717 -1)
1903. Por otra parte, el documento en el A.H.N. del pleito comentado en la nota anterior.
Y en el Centro Documental de la Memoria Histórica se conservan varios expedientes de entre 1937-12-17 / 1938-02-22 en la sección político social sobre algunos Calvo Forniés y alguna Forniés Calvo (PS-MADRID,1515, 117 a 119 y 128).