os valles de los ríos Huerva, Aguasvivas y Martín transcurren por la cordillera Ibérica entre las provincias de Teruel y Zaragoza, entre unas sierras no muy altas, pero que rondan los 1200 metros de altitud, para descender hacia los llanos de Cariñena, Belchite o Albalate respectivamente. Son zonas montañosas de clima continental, con grandes cuencas que desaguan por cientos de barrancos a cauces de ríos no muy grandes ni caudalosos. Cuando las tormentas se ceban en sus cabeceras pueden engrandecer sus limitados cauces y colapsarlos, especialmente en el caso del Huerva y el Aguasvivas. El río Aguasvivas no se llamó así por sus abundantes caudales o sus aguas bravas, sino por sus caudales escasos e intemperadas e intempestivas riadas.
Vamos a contar, a través de las noticias de la época, los terribles sucesos y grandes destrozos que llevaron a muchas personas pobres a pensar en emigrar, especialmente tras la gran sequía que habían sufrido en .
Para empezar, próximos a la cabecera del río Aguasvivas, en Segura de Baños (1125 msnm) el granizo arruinó la mitad de la cosecha, y una enorme riada destruyó el centenario establecimiento de los Baños de Segura, que es de aguas termales y se halla a unos 5 kilómetros aguas abajo de la localidad:
Segura
Las inundaciones.
A las dos de la tarde del día 16, una nube descargó tal cantidad de granizo que arrasó casi por completo la mitad de la cosecha de cereales; y el , el aquí llamado río de Allueva aumentó su caudal de aguas en proporciones tales, que su impetuosa corriente destruyó cuanto encontró a su paso.
Los edificios destinados a Baños, la casa de la fuente denominada de Nuestra Señora del Pilar y el Salón de los chorrillos, han sido arruinados hasta sus cimientos; la casa de Pilas en su mayor parte destruida y envuelta de escombros en una altura de dos metros, el mobiliario el que no ha sido arrastrado por las aguas, ha quedado en un estado inservible; en fin, desaparecieron los Baños; y yo creo que si los señores propietarios tratan de levantarlos, deben edificarlos en sitio donde desaparezca el peligro; pues, espanta, el pensar lo que hubiera sucedido si esto acaece en el mes de agosto cuando la casa de Pilas está llena de enfermos que vienen en busca de la salud.
En la huerta han sido también incalculables los daños acusados por tan brutal riada; según se dice se practican gestiones para recabar del Estado la indemnización de daños esperando unos y otros ser atendidos en sus justas reclamaciones. Providencialmente no hemos tenido que lamentar desgracias personales.
El corresponsal.
El balneario de los baños de Segura está en el cauce principal del río Aguasvivas, pero no tenemos noticia de afecciones especialmente graves en los pueblos de Maicas o Huesa, quizá porque la tormenta siguió inundando un valle lateral pasando sobre Anadón, Rudilla y bajando esas aguas hacia el río Marineta, para sumarse al Aguasvivas camino de Blesa. De las noticias de Rudilla vemos cómo de desamparados estaban nuestros antepasados sin pronósticos meteorológicos ni sistemas de salvamento que hoy en día disfrutamos:
El Noticiero
Rudilla
El día 16, descargó una gran tormenta sobre este término municipal, dejando en una situación tristísima a los honrados labradores de este pueblo, pues quitó casi toda la cosecha, más esto no era nada en comparación con lo que sucedió al día siguiente martes, o sea el día 17; lo poco que les quedaba fue arrebatado a causa de una grandísima tormenta.
Empezó a las once y cuarto de la mañana y lloviendo abundantemente con mezcla de granizo, no dejó ni una sola mata de trigo y los campos se inundaron de agua de tal manera que era imposible distinguir los límites de cada uno, pues el agua duró desde dicha hora hasta bien cerca de la una.
Más esto todavía fue poco, pues a causa de dichas avenidas ocasionadas por las aguas, perecieron Eusebio Juan y Antonio Negredo, hijo político del primero, que se hallaba en el molino de su propiedad y que fue totalmente arrastrado por las aguas.
La situación de este vecindario que en pocas horas han perdido todas sus cosechas, no puede ser más triste, y a este pueblo modelo de pagadores en los tributos del Estado no le queda más remedio que o morirse de hambre o emigrar a otra parte donde encuentren lo que la patria les niega, a no ser que las autoridades provinciales, el diputado a Cortes don Carlos Castel y el Estado quieran remediar en lo posible tan triste situación.
A última hora se ha encontrado el cadáver de Eusebio Juan en la chopera de Anadón.
Corresponsal
Blesa
Ha sido tan grande la crecida del río que ha causado incalculables daños en la huerta; el puente del pueblo que está a varios metros de altura ha sido alcanzado y roto.
El canal del molino arrancado; los sembrados y plantíos se han convertido en rambla.
Se han visto bajar colchones y varios enseres de las casas de otros pueblos; los nacidos no recuerdan riada semejante, tan solo la riada del día de Santa Marta [29 de julio] que sucedió hace 100 años fue, según contaban a los vivientes sus abuelos, parecida a la presente.
La siguiente crónica que llega desde Josa (en un afluente del río Martín), pueblo próximo al área de Segura, Rudilla o Blesa, desde donde nos confirman que los desastres en los sembrados también llegaron al pequeño municipio de Maicas, no mencionado hasta ahora. Las tormentas no solo traen lluvias torrenciales y granizo, en Alcaine un rayo mató a dos personas.
El Noticiero
Josa
Tormentas. Dos muertos por un rayo.
Por esta comarca, hace varios días que son tan generales las tormentas, que no pasa día sin que al llegar la tarde dejen de aparecer las tronadas, y algunas de ellas han causado grandes perjuicios a los sembrados y en particular por los desbordamientos de barrancos y ríos.
Todos los pueblos comarcanos, como he dicho antes, siente y con razón, los funestos y desastrosos perjuicios que les ha originado estos días las tormentas en su sembrados; pero en los pueblos de Segura, Rudilla, Maicas y Blesa, ha sido más triste; porque el desbordamiento del río Aguasvivas, se ha llevado casas, molinos y puentes, se han ahogado personas, infinidad de animales y se han perdido enseres de casa.
Otro suceso muy lamentable ocurrió el día 17 en el vecino pueblo de Alcaine, un rayo mató a dos personas refugiadas en una casa de campo, al quererse librar de una tormenta. También murieron tres caballerías efecto de la misma chispa eléctrica.
La cosecha de cereales aunque tardía puede cogerse una regular cantidad; la huerta, excepto algunos perjuicios causados por el desbordamiento del río, por los demás muy buena.
El corresponsal
Cambiamos en la siguiente crónica de valle, pero geográficamente apenas nos hemos desplazado, pues Bea (1134 m sobre el nivel de mar) y Piedrahita (una altitud de 1.129 m.), términos colindantes están uno en la cabecera del río Martín y el segundo en la cabecera de un afluente del río Aguasvivas, el Nogueta. Apenas dos pueblos los separa de Segura: Allueva y Fonfría. Todos los pueblos que mencionamos están en plena sierra de Cucalón, que tiene cuatro partes principales: La propiamente llamada Sierra de Cucalón, la Sierra de Oriche, la Sierra de Fonfría y la Sierra de Herrera, surcadas de barrancos.
Bea
Las inundaciones
De todos los pueblos comarcanos podría comunicar desastres abundantes.
En Piedrahita han causado las tormentas grandes destrozos en los campos y huerta y un ganado de unas 200 cabezas con su paridera fue arrasado y llevado por la corriente de agua. De Anadón, Allueva y Salcedillo y parte de Fonfría, dice que la cosecha está perdida. En Bea hubo grandes destrozos también en los huertos y campos por la extraordinaria avenida del río Huerva, que de ser así aquí, se puede calcular cuan peor sería en Lagueruela y otros pueblos engrosando con sus riachuelos afluentes del cauce del mismo; la casa del señor cura de Bea sufrió bastante. Hace poco se vino abajo el tejado y como todavía no había habido tiempo de reconstruirlo, los pisos quedaron invadidos por el agua que llovía torrencialmente. En resumen: que las pérdidas en general son grandes y justo es que el Estado tenga compasión de estos pueblos.
En el curso bajo del río Aguasvivas el panorama no era mejor. También tenemos recogida la crónica de Vinaceite (solo 303 m sobre el nivel del mar), aguas abajo de Belchite y poco antes del tramo final del río de Azaila y La Zaida.
Mapa del área de Aragón con la cuenca del Aguasvivas y la cabecera del Huerva. El sombreado son los límites de las cuencas hidrográficas de cada uno de los afluentes del río Ebro.
Vinaceite
Cosechas destrozadas por el agua. Puente destruido.
Sobre las ocho de la tarde del 17 comenzó a crecer el río Aguas en proporciones tan alarmantes que en pocos momentos inundó por completo las huertas de esta jurisdicción, arrastrando la corriente las cebadas ya segadas y dejando envueltos entre los sedimentos los cereales que todavía estaban por segar, destrozando su impetuosidad los patatares y cuantas hortalizas encontraba a su paso. Calcúlese la situación de este pueblo al ver perdida la pequeña cosecha con que contaba este año. En el monte no se había sembrado; el viñedo quedó en su mayor parte destrozado por el pedrisco del día 12 de mayo y los excesivos calores de días pasados impidieron la ligación de la oliva. ¡Dios se apiade de nosotros!
El puente que unía al pueblo con la huerta, fue arrastrado por las aguas, dejándonos completamente aislados por aquella parte. Se vieron pasar abundantes maderos y objetos pertenecientes al pantano de Moneva.
No obstante el peligro inminente en que se hallaron algunas personas, no hay que lamentar desgracias personales.
F.M.
La noticia de Vinaceite menciona una pieza importante en la regulación del río Aguasvivas existente hoy en día, el embalse de Moneva (Z). Parte de las afecciones de estas grandes inundaciones se podrían haber evitado de haber estado terminado el embalse de Moneva, pero por 1913 estaba aún en obras. Como nos contaba Miguel Plou en su Historia de Letux (págs. 285-286) aunque la construcción se aprobó por 1907, no se terminó parcialmente hasta 1925 cuando se pudo comenzar a regar con sus aguas. Su capacidad prevista fue de 9.830.000 metros cúbicos con una altura de la presa sobre los cimientos de cuarenta y cinco metros, y no estaba terminada. Este embalse podría haber laminado las avenidas en el curso bajo de la cuenca evitando que se arrasase la huerta en Vinaceite donde “Se vieron pasar abundantes maderos y objetos pertenecientes al pantano de Moneva.”, si bien las lluvias sobre la propia zona ya se habían encargado de arrasar cosechas.
A partir de terminar la presa del embalse ya no afectaría al curso medio las tormentas que ocurriesen en la cabecera, pero no por ello se librarían de inundaciones, como rescató Miguel Plou en la Historia de Samper del Salz, que ocurrió en cuando llovió una tromba de agua, aguas abajo del pantano de Moneva [pags. 252-253].
En la «Historia de Samper del Salz» transmitía Miguel Plou Gascón las crónicas periodísticas de aquella riada de junio de 1913 en Samper del Salz, Almonacid de la Cuba, Lagata, Letux y Belchite. Puede leerlo en su libro en las páginas 251-253]. Ningún pueblo dice que les lloviese torrencialmente, sufren las inundaciones por desbordarse el río. Pero como decían nuestros antepasados “¡Bienvenido mal, si vienes solo!” Y es que se les arrasaba la zona de cultivo de regadío tras un año con una de las sequías más severas, la de 1912-1913, en que no habían podido casi ni cosechar ni sembrar.
Samper
[…] el río Aguasvivas, este se desbordó de tal manera que la huerta de este pueblo la ha inundado, dejando totalmente perdidos los sembrados, plantíos y demás cultivos, no oyéndose en el vecindario más que lamentos y noticias desconsoladores; porque los pobres no contaban con otros recursos más que con lo que tenían sembrado en la huerta, pues en el monte no tienen sembrado; las viñas completamente perdidas, el azafrán a consecuencia de la pertinaz sequía en los meses más propicios para la germinación, se espera que den muy poco producto.
Con todas estas anomalías, el vecindario queda en situación tan crítica que toda la juventud tiene que salir fuera del pueblo a demandar trabajo para ganar el sustente para sí y sus familias, y el Municipio solicita de lo altos poderes por los medios legales recursos pecuniarios para mitigar el hambre que se avecina y el perdón de la contribución territorial y recargos impuestos al mismo en el corriente año económico.
Lagata también hacía una crónica de interés del gran desastre que les supuso esta inundación de su huerta:
Lagata
[…] después de causar daños materiales sin cuento llegó [la riada] a este término a las dos de la tarde, con tanta impetuosidad que desde el primer momento inundó la huerta no quedando a salvo mas que unas dos hectáreas de terreno.
Para que pueda verse la magnitud de dicha avenida, esta huerta tendrá de anchura sobre unos 1.300 metros, cubriéndola de extremo a extremo, sobre un nivel de seis, cuatro y dos metros. Dicha inundación duró desde las dos de la tarde del día 17 hasta las dos de la madrugada del siguiente, hora en que queda encauzada dentro de la madre del río.
Las cosechas de cereales, patatares, hortalizas y forrajes de todas clases han quedado perdidos por completo [...]
Queda este vecindario en la mayor de las miserias; no se habla de otra cosa, sino del porvenir negro que se presenta, e indefectiblemente, si quiere evitar las consecuencias fatales de la miseria, tendrán que emigrar casi todos los habitantes en busca de trabajo para poder dar a su familia un mendrugo de pan, y los contados propietarios que no pueden hacerlo es porque tienen que quedar al frente de sus haciendas y caballerías, que tienen que cultivar y alimentar, pero sin poder prescindir de recurrir al empréstito, aunque sea gravando o vendiendo parte de aquéllas. Desgracias personales, ninguna'.
Heraldo, 23 de junio 1913.
1913, 17 de junio
Desde Letux: "Pueblo en la miseria"
Tomamos la pluma con el ánimo abatido ante la contemplación del gran desastre de que este pueblo es víctima. El espíritu mejor templado se anonada con tanta y tanta calamidad como nos aflige. El día 17 será de triste recuerdo para los pueblos ribereños del Aguas Vivas. A media tarde de ayer, los trabajadores del pantano de Moneva, que precipitadamente venían a sus casas de Almonacid y Letux, trajeron las primeras y alarmantes noticias de que el nombrado río venía formidablemente desbordado. El conocimiento por estas noticias de lo que iba a suceder y el haber venido por el día la inundación, habrá evitado en estos pueblos muchas desgracias en personas y animales.
No había exageración en los fatales anuncios. En las últimas horas de la tarde la huerta presenta un desconsolador e imponente aspecto. El río, los ríos mejor dicho, pues también el de Azuara se desbordó, lo invaden todo. Por la parte de Lagata, en la vega, las aguas llegan de loma a loma.
Las avasalladoras corrientes derriban las paredes de los huertos y arrastran gran cantidad de maderos, tablones, instrumentos de labranza, muchos fajos de cebada, muebles etcétera.
En el puente, el río lleva un nivel de cuatro metros de altura; en las partidas Albar, Prado de Lagata, Huertos del Marqués y Pozanco, el agua llega a dos metros. De los árboles frutales sólo se ven las copas. Las aguas amenazan invadir el pueblo por tres calles y los vecinos construyen parapetos para evitarlo. Algunas viviendas han sido desalojadas. Por ahora no se tiene noticias de que hayan ocurrido desgracias personales. Maizales, patatares, trigos, cebadas, hortalizas, todo perdido en esta tarde aciaga. Esta mañana la huerta, exuberante y lozana como nunca, era la esperanza de estos desgraciados hijos del terreno; esta tarde invadida por el turbión, es un revuelto lago; mañana serán campos anegados, montones de arena, tierras descarnadas, enormes pedregales, ruina por todas partes. Las mujeres, abrazadas a sus hijos, lloran desesperadamente. Motivos tienen. El año pasado por la sequía, no se cogió nada. En el monte no se pudo sembrar un grano. por lo que tampoco este año vendrá una espiga del secano. La huerta, la única esperanza, ha quedado completamente destrozada. Como las aguas, pues, invadieron las vegas, el hambre invadirá muy pronto los hogares. De los pueblos de Samper, Lagata y Almonacid nos llegan desconsoladoras noticias.
Señores ministros de Gobernación y Fomento; señores gobernador y presidente de la Diputación; señores diputados a Cortes y provinciales por el distrito de Belchite: de todo corazón, les exhortamos a que con su influencia presten auxilio a este pueblo. Sin ese auxilio, pero un auxilio urgente, las tres cuartas partes del vecindario no podrá vivir, tienen que emigrar, si no han de morirse de hambre.
Masco
Desolador, descorozador. Terminamos con otro episodio de destrucción que nuestros antepasados contemplaban con la fatalidad de lo cotidiano, pero también de heroísmo. La siguiente escena de angustia ocurrió en Azuara, enclavada en el cauce del río Cámaras, afluente del Río Aguasvivas ya algo alejado de las sierras circundantes.
Azuara
La vega inundada. Un hombre en peligro. Oportuno auxilio.
Cuando el pueblo se iba dando cuenta de la magnitud de la crecida del rio Aguas Vivas, ocurrida el día 17, se tuvo noticia de que un vecino de Muniesa, casado en esta localidad, habla sido sorprendido por la corriente en el centro del río, siendo arrastrado un trayecto de unos cien metros con la caballería en que iba montado. Por coincidencia feliz, pasaban por el lugar del suceso el párroco D. José Torbea y el coadjutor D. Pedro Tomás y por indicación de estos señores, echó el sujeto comprometido una cuerda a la orilla, después de haberse atado con ella y los citados sacerdotes después de un trabajo penosísimo pudieron arrastrarlo hasta la orilla, salvándolo de una muerte segura.
La cosecha en el monte puede calcularse casi nula por no haber podido sembrar en el otoño, efecto de pertinaz sequía; quedando como recurso el producto de la huerta que el citado rio parece haberse encargado de destruirla.
Los representarles en Cortes y la Diputación deben preocuparse de remediar esta triste situación.
Segunda crecida. Niño acorralado. Salvamento heroico.
—Al día siguiente, 18, después de una lluvia ligera que debió ser grande en los pueblos de "arriba", a las siete de la tarde bajó una nueva crecida en el río.
Hallábanse en aquel momento jugando a orillas del río un número considerable de niños, cuando se dieron cuenta del gran caudal de agua que se les echaba encima, huyeron despavoridos; pero el niño Germán Alconchel, de 11 años, cuando quiso darse cuenta del peligro, estaba en una pequeñísima altura, rodeado por una corriente impetuosa. Varios hombres que se percataron de la situación del pobre niño, le aconsejaban la huida por el sitio de menos peligro; pero él atolondrado, no podía dar un paso. En la orilla opuesta, varios hombres que venían de las faenas del campo, contemplaban aterrados aquella escena; pero no podían prestarle auxilio alguno; el que lo intentara y su cabalgadura iban a una muerte cierta.
El río seguía creciendo; el agua llegaba a los pies de la desventurada criatura; los gritos de los hombres y el llanto de las mujeres ocasionaban una escena desgarradora, imposible de ser narrada... En aquel momento supremo, la gente quedó como presa de terror y todas las miradas coincidieron en un punto; el punto por donde se lanzaba al agua el vecino Luis Padilla, casado, de unos 40 años de edad, de oficio esquilador, quien luchando denodadamente con la impetuosa corriente llegó al punto don el niño se encontraba y lo cargó sobre su hombros; pero el río siguió creciendo de una manera visible; al volver a tierra la lucha con la corriente era titánica, desesperada; llegó un momento en que se dió por vencido; si abandonaba al niño, él se salvaba; de lo contrario, perecían los dos; pero el héroe prefiere la muerte a dejar perdida a aquella víctima de la desgracia; y cuando todo el mundo le veía vacilar y a punto de ser arrastrado por aquella fuerza avasalladora del río, el vecino Simeón Barreras, de 28 años, de oficio jornalero, se metió río adentro, hasta llegarle el agua a la cintura, y alargando la mano pudo alcanzar la de Padilla, y consiguió sacarlo a tierra.
Ni hubo aplausos, ni hubo felicitaciones para nadie.
El público se hallaba estupefacto y no se daba ni podía darse cuenta de lo que había presenciado.
¿Hay justicia en España y se otorga al heroísmo recompensa? Luis Padilla y Simeón Barreras la tienen merecida en grado superlativo.
FELIPE ZARO.
Este 1913 cuentan las crónicas que hubo dos riadas, y aún tuvieron otra mayor en 1915. La gigantesca de Santa Marta [29 de julio] en el siglo XIX, 1913, 1915, 1930, 1998...
El investigador Miguel Plou Gascón recopiló en sus obras de historia sobre Letux y Samper del Salz otras riadas que afectaron, al menos, al curso medio del Aguasvivas, como fueron las de , (2 y 3 de julio en Lagata, Letux, Samper del Salz). 1913, (17 de junio en Samper, Almonacid de la Cuba, Lagata, Letux y 19 de junio, Belchite); , (31 de agosto, aguas abajo del pantano de Moneva).
Y en cuanto a pedrisco y el granizo con consecuencias terribles para los pobladores de este territorio tenemos varias crónicas de pueblos del mismo valle del Aguasvivas que sufrieron tormentas con pedrisco en 1921 en el conocido en Blesa como “El año de las tejas. Pedrisco y torrentes, desesperanza y hambre ()”
Sobre los fallecidos en Alcaine por el rayo, puede leer en la web de Alcaine la revista "La Pica de Alcaine" nº 5, año 2013, páginas 5 a 7, "Efemérides. Hace 100 años (Una crónica de Alcaine de 1913)", por José Manuel Bespín.