La tarde-noche fue realmente divertida. Muchos pequeños, con sus respectivos padres, salimos vestidos para la ocasión desde la plaza Vieja y recorrimos practicamente todas las calles del pueblo pidiendo en cada casa caramelos a cambio de un buen susto, con la consigna: "¿Truco o trato?".
La colaboración de los vecinos que nos recibieron fue excepcional. En todas las casas tenían preparados caramelos, y las que no, improvisaron alguno licores o pastas que agradecimos los mayores.
Chema, el del bar, nos dio unas cajas llenas de gusanitos y patatas fritas que recibimos con gusto.
Incluso había casas decoradas con telarañas, calabazas, velas y otros enseres que hicieron el paseo más divertido.
Fotografía de Ana Lozano y David Lasheras
Después del paseo nos fuimos a cenar y por la noche continuó la fiesta. Se animó más gente a disfrazarse (gente no tan pequeña) y nos reunimos en el bar con la discomóvil. En esta ocasión pinchó DJ Perfecting.
Este ha sido el primer año que se ha hecho esto organizado, ya que otros años algunos grupos de chavales salían por su cuenta.
Esperamos que esta celebración se consolide y se repita en el futuro. Todos los motivos que sirvan para reunirnos bienvenidos sean. Así que...
Nos vemos al año que viene. ¡Lo pasaremos de miedo!
[Nota del editor: publicamos esta noticia cuando nos llegó, unos meses después de la fiesta, pero la incluimos en esta Gaceta, para que quede para el recuerdo de los blesinos en el mes en que se hubiese publicado.]
Por Pol Cortés
Gracias a Ana Lozano y David Lasheras