Este diciembre se ha desprendido una parte de la base del peirón de San Miguel, en la localidad turolense de Huesa del Común (en el camino entre Huesa y Blesa a orillas del río Aguasvivas). Como lo escucháis, este peirón tan nuestro de San Miguel, el más alto de Aragón, y con una decoración en ladrillo que entronca con la tradición mudéjar, se nos está cayendo. Es un patrimonio aragonés, obra singular. Su base se había comenzado a abombar hace tiempo, en noviembre había separado sin caer, en diciembre parte de su artística base se ha derrumbado dejando a aire parte de su cimentación.
Hay que hacer algo. Darlo a conocer es lo primero. Son los pariones, peirones o pilones un fruto de la devoción popular con raíces o reminiscencias de creencias protectoras anteriores. No son propiedad de nadie, y por tanto pueden deteriorarse sin que nadie los tome bajo su patrocinio, como pasa con distintos restos arqueológicos, castillos o industrias fósiles que han llegado hasta nosotros, que de todo tenemos ejemplos en Aragón, en Teruel y en Huesa sin tener que buscar más lejos.
Sería muy urgente que desde la parroquia, el Ayuntamiento de Huesa, la asociación cultural Castillo de Peñaflor, buscando el conocimiento y apoyo de patrimonio de la D.G.A, se actuase, se haga algo, lo que se pueda. Quizá lo primero, como sugiere un estudioso de estos peirones de Huesa, Miguel Ayete, apuntalar dicho peirón e incluso reponer la parte caída con ladrillos. Él nos cuenta que “El desprendimiento ha dejado un saliente del lienzo en una de sus caras que sería optimo para colocar debajo una fuerte viga de madera horizontalmente apoyada en dos recios postes o trozos del mismo material, un metro aproximadamente, colocados verticalmente desde el suelo ayudados por gatos hidráulicos. El coste de este trabajo no sería muy elevado, y quizás con los fondos que aún habrá, o debería de haber, en dicha Asociación procedentes de donaciones, rifas y aportaciones de vecinos y socios (los donantes son escasos), se pudiese llevar acabo dicho apuntalamiento o reposición del tramo caído de forma urgente.” Pero eso es solo un apuntalamiento.
Si entre el Ayuntamiento de Huesa, como defensor del ser íntimo de Huesa y Aragón, la asociación cultural como ente civil sensibilizado, o la parroquia como grupo devoto, no conseguimos comunicar su valor, comulgar en esfuerzos y acciones, para conseguir su total rehabilitación por parte de un equipo restaurador, podemos dar por perdido en poco tiempo una de las señas de identidad de Aragón y de Huesa del Común en particular.
Piensa, comunica y actúa. ¿Qué se puede hacer? ¿Se puede ayudar desde Blesa?
Aquí puedes leer la noticia en Diario de Teruel apareció el 28 de diciembre.
ACTUALIZACIÓN. Hay novedades en la noticia publicada en La Comarca.net