A pesar de que tenemos muchos volúmenes guardados u ordenados en depósito para hacer una biblioteca de préstamo más convencional, por ahora no podíamos atenderla como una biblioteca necesita. Así que la opción primera para empezar a tener utilidad es hacer una biblioteca de verano, a la que los lectores os podéis acercar por las escuelas nuevas, tomar un libro prestado y devolverlo cuando lo terminéis.
¡Disfruta de la tranquilidad de leer en el pueblo, al fresco, a la sombra o al sol, o como mejor gustes!