El pasado sábado 3 de noviembre estaba Blesa pleno de gente, muchos jóvenes, dado el carácter favorable del tiempo, la cercana festividad (para algunos puente) de Todos los Santos, la comida popular y actividad organizada por la asociación cultural El Hocino, relativa a la setas, más una excursión; y a la popular fiesta carnavalera de la tarde noche, Halloween, ya instaurada en nuestra particular liturgia laica potenciada estos dos últimos años por nuestro Ayuntamiento con un espectáculo de terror.
De la excursión a la montaña a buscar setas, y de la excursión a las trincheras de la guerra civil hablaremos en otra noticia.
En la comida popular del sábado participaron algo más de ciento cincuenta personas, bajo un día fresquito pero sin viento y con un sol radiante, por el que apetecía estar y pasear. El rancho de Alberto y sus colaboradores estaba estupendo. Hubo que hacer dos perolas enormes.
La noche llegó pronto, y con ella el paseo de los numerosos monstruos de niños, jóvenes y no ya tan jóvenes, que dan rienda suelta al gusto por disfrazarse (de lo que sea, en cualquier época y ocasión). Varios vecinos participaron de la ronda del “truco o trato” ofreciendo caramelos u otros dulces, ambientando el portal de la casa, en algún caso con profusión, con su corral y todo.
Entre los monstruos había de todo: esqueletos, muertos “normales”, víctimas con cuchillos en la cabeza, carniceros sádicos, monjes tenebrosos, algún fantasma clásico, algún hombre lobo, vampirillos, vampiros, vampiras, y alguna mujer que vestía de calle o de bruja.
De habernos visto, el pobre monstruo del Dr. Frankestein se hubiera sentido marginado, desamparado, solo y olvidado; por lo que sea, ya no se lleva, y eso que este año se cumple el 200 aniversario de su publicación y protagonizó numerosas películas y una deliciosa parodia.
Se intercambiaron montones de caramelos y chuches, algunas muy sanas, con “trazas de fruta”.
Dado el tiempo que los blesinos ocupan en las decoraciones, preparación y disfraces, bien se puede decir que esta fiesta motiva mucho más que otros fines más constructivos, y que además sirve para juntarnos en el pueblo, que no es poco.
Y ya por la noche, llegó el plato fuerte. La nueva escenificación de los chicos y chicas de “Anima100 eventos”, ¡unos profesionales! Este año había temática nueva, “hospital psiquiátrico”, en el número 666 de la calle Mayor de Blesa. Estuvieron muy bien, incluso, creo, se superaron con respecto al año pasado. No quiero desvelar nada, el que lo vio, sabe las sensaciones que se viven, y el que no, a pensar en venir otro día en el futuro.
El año pasado fue ya un gran atractivo el espectáculo de DFM.
Esperando para entrar en el pasaje del Hospital psiquiátrico.
El domingo por la mañana amaneció un día radiante y perfecto, que no es poco, sin rastro de monstruos, ni del pasaje, como si todo hubiese sido un sueño. Había vecinos que subían al pilón de San Jorge de excursión, e incluso algunos acudían al cementerio.