Hace varios milenios nuestros antepasados eran cazadores y recolectores, eran nómadas. Pero cuando fueron aprendiendo a sembrar y esperar la cosecha de lo sembrado, necesitaron defender la cosecha y sobre todo, tener un control del calendario y del cambio de las estaciones para sembrar a tiempo. La cultura de la humanidad cambió profundamente.
Pinturas rupestres de cazadores en Alacón (Teruel).
Aquellos agricultores y ganaderos, que comenzaron a hacerse sedentarios, habitaron las abiertas vegas del río Martín en la zona de Oliete. Muchas de las interesantes pinturas rupestres conservadas en el río Martín son escenas de caza, pero hay una especial. Ya se dieron cuenta cuando las descubrieron en 1994.
José Royo, director del parque cultural fue quien las descubrió y quien bajo la dirección del entrañable profesor Antonio Beltrán describieron las pinturas como:
“un singular signo formado por tres cortos trazos verticales, (...), cerrados 'más que cortados', en su parte superior por otro signo horizontal, que podríamos denominar como “pectiniforme” [forma de peine], originando dos espacios interiores libres de pintura...” y “un pequeño hombrecillo cornudo y esquemático (figura 7 del calco) asociado a dos grandes manchas (figuras 8 y 9 del calco) que en su día identificamos como “dos manchas o confusos signos de apariencia circular, esteliformes o en forma de astro...”
Pinturas rupestres de un chamán, en Oliete (Teruel)
Pronto mejoraron su estudio del frontón cuando tuvieron en cuenta su entorno inmediato:
“Hipotéticamente describimos el conjunto de pinturas y peñascos como un lugar de culto, con representación simplificada de estructuras construidas, relacionando la figura humana cornuda con posibles divinidades, orantes o chamanes y destacamos también las oquedades resultantes entre los trazos pintados como hornacinas”.
Calendario solar prehistórico, en Oliete (Teruel)
Dedujeron “la posibilidad de que este enclave tuviera una funcionalidad de un santuario prehistórico sacralizado donde se celebrarían una serie de creencias y ritos imprecisos, probablemente relacionados con los astros, poniendo en relación por su similitud, las hornacinas pintadas con las dos oquedades cuadrangulares y paralelas que se localizan en un peñasco, a 10 metros a la derecha de las pinturas”.
Sí, existían unos huecos en la peña próxima, que correspondían con los huecos de la pintura, pero ¿qué tenía aquello de especial?
Montaña en el frontón de la tía Chula, un emplazamiento prehistórico, en Oliete (Teruel)
Lo más interesante estaba por llegar. En 2005 todas aquellas suposiciones provisionales se verán confirmadas, “cuando Miguel Giribets comunicó al Parque Cultural del Río Martín que al amanecer y por las oquedades rocosas u hornacinas descritas, en el peñasco cercano a las pinturas rupestres, los rayos del Sol penetraban en los equinoccios (en marzo y en septiembre), proyectando a su vez en la planicie circundante la sombra de las rocas con la forma cuadrangular iluminada de la abertura u hornacina”. Y así cobró todo el sentido la representación pictórica conservada, reflejo de la utilidad real, un lugar que marcaba el comienzo de las estaciones a nuestros antepasados de hace unos 4.000 o 4.500 años.
Agujero horadado para hacer de calendario solar prehistórico, en Oliete (Teruel)
En una caminata de quince minutos desde Oliete podemos llegar al frontón rocoso en el barranco de la Tía Chula. La ruta es circular y se puede volver por las choperas del río. Desde el mirador natural hay vistas imponentes, junto a uno de los importantes pasos de la humanidad prehistórica, un santuario solar, donde, parafraseando a Gómez de la Serna, el Sol del alba se enhebra cada equinoccio en el ojo de la montaña, y quedaba cosida la nueva estación al calendario agrícola.
Anímate a realizar esta bonita excursión durante o alrededor de uno de los equinoccios.
¡El próximo tiene lugar el 22 de septiembre!
Y el siguiente no tendrá lugar hasta el 20 de marzo de 2021 a las 09:37 horas que tendrá lugar el “equinoccio de primavera” (en el hemisferio norte).
Bibliografía
- Todos los detalles en Royo Lasarte, José y Royo Guillén, José Ignacio. Arte rupestre en Oliete (Teruel, España): los paneles pintados del Frontón de la Tía Chula y del abrigo del Barranco de San Pedro, en el Parque Cultural del Río Martín. Revista Cuadernos de arte Prehistórico. Núm. 6. Julio-diciembre 2018, ISSN 0719‑7012, pp. 113-138. En internet: Cuadernos de arte prehistórico
- Los esquemas y la foto de las pinturas publicadas en: A. Beltrán Martínez y J. Royo Lasarte, Corpus de Arte Rupestre del Parque Cultural del Río Martín. (Zaragoza: Asociación Parque Cultural del Río Martín, 2005).