En los últimos meses se está procediendo a un lavado de cara y a importantes arreglos en Blesa. Los más recientes han sido del arreglo de la red de saneamiento en bastantes calles. La renovación de la red en la calle la Hilarza ha sufrido un retraso sobre la fecha prevista y quizá se comience a realizar en este noviembre.
El pilón de Burilla que estaba abandonado a su suerte, en parte debido a su origen de celebración bélica, tras haber perdido su función y ser un mero hito, también se ha remozado con los mismos colores que el popular pilón de san Jorge.
Y también está muy arreglado el cementerio que mantenía partes modernas junto a obra de nichos originales de finales del XIX, y a tumbas con lápidas rotas entre otras cuidadas. Entre el verano y todos los santos se ha remozado toda pared de factura antigua, se ha puesto un tejado sobre la manzana de nichos más antiguos para evitar las goteras dentro, Algunas lápidas antiguas y deterioradas han sido tapadas por los albañiles, y otras que estaban embutidas en la obra antigua, ahora están al ras de la pared. ¿Aguantarán así? Finalmente, se ha cambiado la posición de alguna de las cruces del cementerio, como la de un niño muerto en abril de 1939 a causa de las bombas abandonadas de la guerra perdidas por el terreno desde hacía meses.
Y también se ha pensado en las personas mayores o con movilidad reducida y ahora aquellos altos escalones que daban acceso al bar y otras instalaciones en las escuelas viejas están mucho más accesible con rampa y barandado.
El arranque de algunos caminos del pueblo hacia naves y fincas próximas se ha pavimentado para evitar la formación de barro, lo cual es de agradecer. Queda más rústico cuando se hace con grava y brea que cuando se hace una pavimentación dura a la mirada como la del camino al Hocino.
El ensanchamiento que se realizó junto al puente viejo para que puedan estar ahí todos los contenedores de residuos y maniobrar el camión de la basura también ha ayudado a todos a parar ahí cuando hay que hacerlo.
¿Nos dejamos algo?