Presentada la solicitud de declaración de la carrasca del Carrascal de Blesa como árbol singular de Aragón

más del 20% del contenido de X lo determinan bots, algoritmos que “deciden qué voces silenciar y amplificar”. “Empezamos a ver, y se hará cada vez más grande, cómo las decisiones de los algoritmos moldean política, cultura y sociedad” tuitear

Un primer paso para poder tener una categoría legal que otros árboles ya disfrutan.

Silueta de la carrasca del Carrascal de Blesa

Desde la asociación cultural El Hocino se acaba de presentar ante la DGA la solicitud de declaración de la carrasca del Carrascal de Blesa como árbol singular de Aragón.

Estos son los datos de este magnífico ejemplar:
8 metros de altura (más menos 20 cm), medido con un Baumhöhenmesser el pasado octubre.

La sombra que proporciona la copa de la monumental carrasca, unos: 290 m2 (es una copa irregular de 22 x 17 m en sus ejes extremos).

Tiene tres troncos que brotan juntos (aunque no sabemos si unidos en un tocón subterráneo), de 1,85, 2,60 y 1,80 metros de perímetro. Se han medido a 1,30 metros de la base del fuste, salvo el central, que a 1,30 cm ya ha ramificado por lo cual ese lo medimos por debajo.

La carrasca de Emilio Castro tiene un gran porte, una belleza intrínseca, pero es además todo un símbolo de la relación entre los humanos y la naturaleza, entre las sociedades antiguas y los árboles en concreto.

La carrasca del Carrascal de Blesa (Teruel) es un árbol de gran porte y único superviviente de su especie en una partida cuyo topónimo es precisamente El Carrascal. Es actualmente una rareza, y por ello una suerte de metáfora que tanto los últimos blesinos como la vida arbórea se agarran a su solar ancestral.

La carrasca de Blesa, Teruel. Fotografía de Juan Mejías. Ganadora del premio Albayar 2012
La carrasca de Blesa, Teruel. Fotografía de Juan Mejías. Ganadora del premio Albayar 2012

El término de Blesa está en las estribaciones de la cordillera Ibérica y desde hace décadas está desolado de arbolado autóctono en sus montes, salvo las choperas que en parte aún bordean el río Aguasvivas, más algún pinar de repoblación. La mayoría de términos municipales de una ancha faja que mira hacia la ribera del Ebro están en similares condiciones en el contexto de la España seca.

El agotamiento de este solar ibérico, “en gran parte de aljez (yeso)” según los informes del siglo XVIII y la deforestación secular, documentada a comienzos del siglo XIX, ha configurado su entorno ecológico. El clima extremo del invierno y el verano, más las consecuencias de la antigua actividad humana, no han favorecido que los árboles consigan hacer suelo y crear bosques.

Por todo, que perviva una última carrasca en el Carrascal de Blesa es un símbolo de en qué deviene la naturaleza tras colmar nuestra sed eterna de agua, abonos y combustibles vegetales.

El hermoso y gran porte de carrasca de Blesa demuestra como pudieron ser los árboles que crecían hace trescientos o doscientos años, cuando estaban rodeadas también de monte bajo y amparaban a cabañas ovinas de miles de cabezas, a las que alimentaban.

Arboledas y árboles recientemente incluidos en el inventario

Hace dos viernes se publicó en el BOA del 19 de noviembre la inclusión de dos arboledas en el catálogo de arboledas singulares. El viernes 26, también en el BOA, publicaron las declaraciones de tres árboles singulares más.

Nos hacemos eco en este caso de las arboledas. Se incluyó como arboleda singular de Aragón la del Soto del Gállego un espacio de unas 6,54 hectáreas, según publicó en el BOA.

La Coordinadora Biscarrués-Mallos de Riglos, el Ayuntamiento de Biscarrués y otras entidades de la zona han dado valor a esta arboledas. Mediante voluntarios recuperar la senda por la orilla del cauce río Gállego, mientras especialistas identificaron e inventariaron el conjunto de especies de árboles, bastantes singulares y la gran diversidad botánica que alberga. “Ya que en pocos metros podemos encontrar desde encinas, pinos carrascos, hasta avellanos o alisos. Por tanto, si bien no podemos decir que sean especialmente singulares en nuestra geografía los taxones que se recogen en esta arboleda, sí es muy singular el hecho de poder encontrarlos todos juntos de manera natural", cuentan.

También ha sido declarada como arboleda singular de Aragón el Hayedo del Picón del Mediodía, en Loporzano. Se trata de un hayedo de tipo submediterráneo entre los 1.275 y 1.450 metros de altitud. Se considera que ese bosque tiene “un interés biogeográfico y ecológico relevante”. 

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