Historias del matadero de Blesa

El pasado abril comprobamos que se había derribado el último matadero municipal de Blesa, que perduraba algo ruinoso al final del camino que sale de Blesa por el barranco hacia la carretera de Moyuela, sobre la acequia que va a la Vega.

No fue el primer matadero de la localidad. Antiguamente la casa-macelo estaba en la que fue la carpintería de José Lomba, antes de que su padre la adquiriese. Al menos desde la primera mitad del siglo XIX, si no antes, entre los bienes propios de Blesa cuando figuraba: "Una casa macelo en la Plaza Bieja", al menos en 1851, y de no mucho valor en comparación con la posada en la calle del Mesón, los hornos de la calle Horno Bajo y calle Hilarza, o el muy valioso "molino de el Ocino".

José Martín llevando dos corderos.
Hasta 16 corderos llegaron a sacrificarse para una fiesta de S. Pedro.

En la sociedad tradicional, agrícola y ganadera, los mataderos eran una pieza esencial. Permitían centralizar los sacrificios de reses, y así sujetarla a impuestos y a control veterinario.

Hacia [1924] (fecha aproximada que no aseguraban ni los propios encargados del Ayuntamiento de Blesa, allá por 1948, por no conservarse documentación previa), se construyó un moderno, más ventilado y limpio matadero, en las afueras de Blesa, y lo que es más importante, sobre el curso de agua de la acequia principal de Blesa, que tras pasar por el molino Bajo, salía de Blesa hacia la huerta de la Vega. Por entonces se construyó también el puente nuevo sobre el río.

Aspecto del matadero de Blesa a comienzos del siglo XXI.

Para hacernos a la idea del volumen e importancia para un municipio como Blesa de esta instalación, veamos cuanto ganado lanar acumulaban los propietarios del pueblo en 1945, años de posguerra, no especialmente los más fecundos en lo que respecta a la ganadería.
Era el dato que se declaraba en Blesa al servicio de estadística agrícola de la provincia de Teruel. GANADO OVINO:

• 129 carneros sementales
• 4267 ovejas
• 1275 corderos
• 9 cabras sementales
• 197 cabras
• 18 cabritos

Aspecto del matadero de Blesa a comienzos del siglo XXI.

Se conservan también las condiciones de subasta del cargo de cobrador de derechos del matadero y cobro de las carnes a los carniceros. Los «Derechos de matadero» le suponían a quien arrendara este servicio de cobro que podía cobrar a los carniceros:

• Por derechos de degüello de cada res lanar: 1 peseta.
• Por derechos de mercado de que cada res que se sacrifique: 1 peseta
• Por cada menudo: 0,50
• Por cada kilo de carne: 0,30 pesetas
• Todas las reses que se sacrifiquen en este término destinadas a la venta serán sacrificadas en el Matadero Municipal.

Y tenían unas horas que cumplir para hacer su labor, muy estrictas:

• La hora del sacrificio será a las nueve horas.
• La hora del peso de las reses a las dos de la tarde del mismo día.

El adjudicatario de la subasta de este cargo podía inspeccionar vehículos y caballerías, buscando carne que saliese o entrase al término municipal, situación considerada multable, fraudulenta... También podía revisar diariamente las casas de los carniceros, buscando carnes sin el sello correspondiente a haber estado matadas en el matadero municipal. ¡Nada menos! Esto era así en 1948, al menos.

Pero ahora no vamos a profundizar en esos detalles. Por otro lado, cuando se construyó el canal de Moneva (1969) el matadero municipal fue uno de los lugares afectados por el desvío del curso del río. De eso se quejaba el Ayuntamiento de Blesa: "...el matadero municipal que ha quedado sin agua".

Aspecto del matadero de Blesa a comienzos del siglo XXI.

Generalizando mucho una historia que seguramente los blesinos mayores podrán detallar, la fuerte emigración que tuvo lugar entre los años sesenta y ochenta fue dejando con menos uso el matadero. Se sumaron cambios legislativos, normas sanitarias y prohibición de sacrificar animales fuera de mataderos autorizados. Todo unido relegó este servicio municipal al desuso y olvido.

El matadero de Blesa derribado en 2023

Seguro que lo más valioso serán los recuerdos que los blesinos pueden recopilar e incluso anécdotas sobre el matadero, los matarifes y aspectos de aquella época en que se vivía y dependía tanto del autoabastecimiento.

La matacía del cerdo... en casa

Al margen del matadero municipal quedarían las matacía del tocino criado en casi cada casa, que se hacía en la misma. En la relación de los cerdos sacrificados en Blesa el invierno de 1947-[1948], la lista para el cobro del arbitrio de carnes mostraba como 179 vecinos, habían matado y obtenido 15.924 kilos, lo que generó unos impuestos de 4.777,20 pesetas (a 3,33 pesetas kilogramo). Y esto era solo de la producción de porcino, aparte la de corderos, gallinas, conejos...

Los vecinos que menos kilos de matacía hicieron 25 kilos y las familias que más mataban alcanzaron 340 Kg. Una media de 89 Kg, pero con una desviación de 48,6. Los que más tocinos mataron fueron: Andrés Castro Lahoz (212 kilos de cerdo sacrificado), Lorenzo Serrano Salas (245 kilos), Remigio Yuste Bardají (287 kilos) y Miguel Simón Finol (340 kilos).

Kg de cerdo sacrificados por cada vecino de Blesa (Te) en 1947-1948.
Elaboración propia a partir de documentos del Archivo Municipal de Blesa.

Por entonces (marzo de 1948) los matarifes de Blesa eran Basilio Iranzo y Domingo Aznar.

Fuentes

• Contribución rústica urbana de Blesa, 1851 (AHPTe)
• Caja 124 del Archivo Municipal de Blesa (fo. 1689 y 2884)
• Caja 131 del Archivo Municipal de Blesa (fo. 2905 y anteriores)