El Noticiero
as epidemias asolaban con frecuencia a nuestros antepasados, prácticamente indefensos, por los pocos conocimientos e ineficaces remedios de que disponían. Esta crónica de la mortífera gripe de 1918 es un tanto particular, ya que los fallecidos no merecen siquiera el recuerdo de sus nombres, salvo cuando se trata de las fuerzas vivas o forman parte de la elite intelectual.
El día 9 del corriente hizo su aparición
en esta localidad [de Blesa, en Aragón] la epidemia reinante de «gripe» que tantas
vidas juveniles se está llevando, habiendo en la actualidad sobre 300 invasiones,
de entre ellas 20 graves.
Defunciones han ocurrido 4, y se cree habrá unas 15.
Merecen mil plácemes los celosos y activos Párroco y Médico titular doctor don Melitón Beltrán y don Enrique Pina, por el interés humanitario en el cumplimiento de sus deberes profesionales; pues no tienen un momento de reposo, multiplicándose de una manera asombrosa, siendo pocas las alabanzas que se les hace en la localidad pues son dignos de las más altas recompensas.
La junta de Sanidad(1) no cesa de tomar todas las medidas que están en su mano para evitar en todo lo posible la difusión de tan grave enfermedad, mereciendo el unánime aplauso de todo el vecindario.
Nuestro celoso y dignísimo Párroco doctor don Melitón Beltrán, también ha sido uno de los atacados por la epidemia, pero hace ocho días se halla totalmente restablecido, por lo que le felicitamos.
El día 16 del corriente, víctima de la epidemia reinante, falleció a los 37 años de edad, don Carlos Martínez y Santamera, ilustrado y competente veterinario de Vinaceite (Teruel), sumiendo en el mayor desconsuelo a su distinguida familia.
A su viuda, hijos y demás familia y muy especialmente a su hermano don Manuel Martínez, distinguido amigo nuestro, veterinario en Blesa y corresponsal de EL NOTICIERO, testimoniamos nuestro más sentido pésame, por la desgracia que les aflige.
Estamos en plena cosecha del azafrán, y siendo muy buena, será mermadísima, debido a que en todas las casas existen enfermos de gripe, y teniéndolos que cuidar y por falta de braceros, abandonan la cosecha, lo cual supone una pérdida de unos miles de pesetas.(2)
Corresponsal
Pocos más datos he podido averiguar sobre la epidemia de gripe en Blesa. La gripe de 1918 no causo, localmente, tantas víctimas como la epidemia de cólera que relatamos en “La epidemia de cólera de en pueblos del río Aguasvivas (Aragón)” [Revista El Hocino Nº 35, julio 2015, págs 22-45] y en esta web. Mientras se publica alguna investigación completa sobre Aragón, o hallamos mejores fuentes sobre el tema, veamos un resumen de las medidas tomadas contra la epidemia y el desarrollo de ésta en varias poblaciones aragonesas.
Breves apuntes sobre lo especial de esta epidemia
Las grandes epidemias del pasado tuvieron lugar con una frecuencia de unos 25 años, e invadieron continentes enteros. En -1890 se extendió por Europa una gran epidemia, la gripe rusa, que en España se denominó gripe de Gayarre (en la que murió alrededor de 1 millón de personas en el mundo). De Blesa se conservan registros de defunciones de muy pocos años, pero sí localizamos de 1889 y , y no supuso aquella gripe un repunte de víctimas mortales(3).
Pero la mayor epidemia conocida tuvo lugar en 1918 (la última mortífera de consideración), fue la conocida como Gripe Española de 1918 y ocasionó millones de víctimas en todo el mundo. Como bien es sabido, esta gripe fue especialmente destacada por llevarse las vidas de muchos jóvenes. Los especialistas apuntan a dos posibles causas. Bien que no afectó tanto a personas mayores porque la anterior pandemia de gripe, la de 1889-1890, proporcionó cierta inmunidad a gran parte de los mayores de 29 años que estaban inmunizados, por tener cierta afinidad al virus del 18. O bien, la segunda hipótesis para la gran mortandad juvenil, porque un organismo joven fuerte sufrió una inmuno-patología por su propia respuesta contra la enfermedad.
Medidas propuestas contra la epidemia
La naturaleza de la enfermedad en aquel entonces no era del todo conocida (hasta no se aisló el primero de los tres tipos de virus de la gripe), y por ello las medidas a tomar eran más genéricas que eficaces.
La gripe de aquel año se extendió por toda España en pocas semanas, entre septiembre y noviembre de 1918 principalmente. El 21 de septiembre de 1918 se publicaban en los periódicos aragoneses las instrucciones sanitarias del gobernador en que instaba a los ayuntamientos a convocar Juntas Municipales de Sanidad adoptando las medidas que consideren oportunas "para evitar la presentación e impedir en lo posible su expansión, teniendo presente que el vehículo para ello es el aire y por tanto ha de procurarse por todos los medios la pureza del mismo, para lo que deberá ordenarse la más exquisita limpieza en la vía pública y en el interior de las viviendas, procurando para ello levantar la menor cantidad posible de polvo, para lo que, en los pueblos en que exista ganado deberá procurarse encerrar fuera de los pueblos, y de no ser posible esto, conducirlos por el exterior o siguiendo el camino más corto". También "se evitará el depósito de estiércoles [...] aun cuando el germen de la enfermedad no se propaga por intermedio del agua debe procurarse la mayor pureza de ellas, por su influencia en el buen estado del aparato digestivo".
Insistían en "la conveniencia de respirar aire puro, por lo que no deberán permanecer mucho tiempo en locales cerrados y donde se agrupen muchas personas [...] establecer una prudente ventilación de las habitaciones".
"En caso de enfermedad debe extremarse estos cuidados, procurando el posible aislamiento de los enfermos, teniendo especial cuidado los encargados de su asistencia en los productos de su eliminación, muy particularmente en los procedentes del aparato respiratorio, evitando respirar el aire aspirado por aquellos, particularmente con la tos; las ropas de enfermos deberán ser desinfectadas o esterilizadas [...] lo mismo que las habitaciones de enfermos o convalecientes, teniendo presente [...] que las recaídas [son] siempre graves ..."
La epidemia de gripe en diversas poblaciones aragonesas
Hacia el 22 de septiembre no había casos de gripe en la ciudad de Zaragoza, pero sí en Navarra donde se había extendido desde el día 3, como en otras partes de España.
El día 29 se publicaban notas en Heraldo de Aragón comentando como bajaba la incidencia de la mayoría de las localidades primeramente invadidas por la gripe, pero en cambio se detectaron nuevos casos en Luesia, Codos y Moyuela.
El la Junta Provincial de Zaragoza decidió vulgarizar la profilaxis de la gripe, porque lejos de decrecer la epidemia aumenta. El 3 de octubre había en Calatorao 700 afectados y ya 5 víctimas mortales.
El 5 de octubre aparecieron 15 casos en Zaragoza capital y el día 7 la Junta de Sanidad decide suspender los actos de las fiestas del Pilar de ese año.
El Oliete apareció ya en el Heraldo de Aragón, por la gravedad de la epidemia. "Tras las fiestas que celebraron los días 14, 15 y 16 de septiembre se desarrolló la grave enfermedad alarmando a los habitantes. Más de cuarenta nuevos enfermos había cada día, iniciando la enfermedad con una fiebre de 40 a 41º, degenerando en bronconeumonías y fiebres tifoideas" (estas últimas debido a las malas aguas consumidas). El número de atacados pasaba de 400 y las defunciones en aquellos últimos días pasan de 15, y entre los enfermos hay graves más de 60. En algunos pueblos próximos se publicaron bandos prohibiendo a sus moradores que fueran a esta población.
El 5 de octubre contaban de Oliete en La Crónica de Aragón entre otros muchos datos que "La mayor parte de las personas que vinieron a estas fiestas de los pueblos de Alcaine, Josa, Obón, Crivillén y otros, han padecido la enfermedad en sus respectivas localidades."
Por cierto que en Alcaine murieron 45 personas por esta causa según han estudiado en su archivo municipal.
El contaban de Oliete en La Crónica de Aragón que "La enfermedad gripal continúa en este pueblo su progresión creciente. El número de invasiones y defunciones no disminuye, pues en esta fecha el número de segundas excede de 34. [...] Los enterradores han presentado la dimisión de sus cargos, siendo éste un nuevo conflicto. [...]"
No fue Oliete el único pueblo de la zona en tener sus fiestas en fechas tan comprometidas. En la "Crónica de Aragón" del 26 de septiembre se anunciaban las fiestas de Moyuela en honor al Santo Angel de la Guarda, el próximo 2 de octubre, con su programa civil, de corridas, bailes y prédica de mosén Melitón Beltrán, y dejaban claro que "Las autoridades han concedido el correspondiente permiso", si bien estaba fechado en el 22 de septiembre. Sería interesante saber si se llegaron a celebrar, por la nota que dábamos arriba de que el 29 de septiembre ya había casos.
El día 11 las autoridades decían que en Zaragoza capital "la alarma supera a la enfermedad". Pero en Calanda, el estado sanitario, después de las ferias de San Miguel cambió de rumbo, y desde aquella fecha se declararon más de 400 casos pero con sólo 3 fallecidos.
El día 15 publica el Heraldo que, en Calanda ya son más de mil los afectados, y se daban más consejos de desinfección.
El día Oliete volvía a aparecer en la prensa porque la epidemia ya evolucionaba de forma decreciente.
El del mismo mes Calanda (Te) reportaba más de 70 defunciones hasta el día 26. Y de nuestro vecino Alacón, se podía leer que habían muerto 23 personas, con más de 300 enfermos, cebándose sobre todo en la juventud.
En Letux (Z) los atacados fueron unos setecientos, más del sesenta por ciento de la población, muriendo treinta y cinco personas en veinticinco días (entre el 9 de octubre el ), que llenaron el pueblo de dolor y angustia. El médico titular fue el primero en morir.
En Samper del Salz (Z), cuenta Miguel Plou que la epidemia comenzó más tarde que en otros pueblos próximos como Belchite, Letux y Almonacid. No fue hasta el 23 de octubre en que comenzó a figurar en un parte diario del estado de la provincia, junto a Pleitas, Botorrita, Azuara.
Sumaron 11 fallecidos (desde que comenzaron con 2, el 26 de octubre, y terminaron el 6 de diciembre).
De Moneva están documentados nueve fallecidos.
En Muniesa (Te), según cuenta Guallar, "murieron en un sólo día seis personas y el total de bajas ascendió a cuarenta y cinco". En su "Historia de Muniesa" transmitía el ambiente de pesar "El silencio más profundo pesaba como un plomo sobre las calles del pueblo. Los cadáveres eran llevados silenciosamente en carros al cementerio, pues portadores no había, y la epidemia parecía que no iba a tener fin".
Y si merece crédito lo publicado en la prensa, la gran localidad de Belchite (Z), sufrió la pandemia hasta últimos de 1918 (según escribían en la segunda quincena de enero), cuando contabilizaron 85 defunciones. "Se ha terminado por completo dicha epidemia, pero la mayoría de los vecinos están el más profundo dolor, por la muerte de sus parientes y amigos." contaba el corresponsal.
En Híjar el "Boletín de Híjar" de los años 1918-20 dice (tomado de "Recuerdos de Híjar" -1980- de Mariano Laborda): "La peste gripal, epidemia contagiosa, causó desastres en Híjar hasta el extremo que desde el 6 de octubre al 15 de noviembre de 1918, fecha de mayor intensidad, murieron 68, con un claro predominio de gente joven de 16 a 30 años, por lo que el balance del año entre nacidos y fallecidos fue negativo en 4: nacieron 129 y fallecieron 133 [...] Entre los fallecidos cayó mosén Francisco Burillo Ainsa, hijariano de 38 años de edad, con mucho cariño a su pueblo y un gran celo apostólico. Tomó contagio de los epidemiados."
La gripe del 1918 a nivel de la provincia de Teruel
En la provincia de Teruel, solo en ,
murieron de gripe 1527 personas, de las 2522 defunciones
que hubo entre todas las causas, según datos de
la Dirección General del Instituto Geográfico y Estadístico,
procedentes de los registros civiles. [Puede leerse en "El mercantil" (Teruel), 1918 diciembre 7].
Pero a estas muertes habría que sumar la mayor parte de los fallecidos clasificados en otras enfermedades, en concreto, de: "enfermedades orgánicas del corazón (47 en la provincia de Teruel en octubre), bronquitis aguda (71), bronquitis crónica (3), neumonía (31) y otras enfermedades del aparato respiratorio (excepto la tisis) (que fueron en la provincia de Teruel 132).
Los especialistas como Beatriz Echeverri estudiaron las estadísticas de todas ellas durante meses anteriores, y por ello
detectaron el incremento inusual también en esas otras enfermedades oportunistas, que acabaron lo que la gripe comenzó o agravó.
Siguiendo a Echeverri Dávila, pp.
118-122 "Podemos dar por supuesto que el aumento de un 88% que se produjo en «enfermedades del aparato respiratorio» en 1918 sobre la media de años anteriores [...]."
Si aplicamos dicho porcentaje a los datos de Teruel de octubre, habría que añadir 177 víctimas extra a los 1527 de gripe (un 12% extra).
No dispongo del dato de la población de la provincia de Teruel para ese año; el censo previo data de un lejano y daba una población de 255.491 (hab. de hecho según el IAE). Casualmente será la mayor población que tendrá Teruel. El siguiente censo, de , ya quedará rebajado a 252.096 habitantes, y a partir de entonces seguirá disminuyendo por causas por todos conocidas.
Tablas con la estimación de víctimas mortales en las provincias aragonesas (España). El tanto por 100.000 lo tomo de Echeverri (1993), págs. 182, 184, 186. El único dato de víctimas de una fuente oficial que tengo constancia (por provincia) es el de octubre de 1918 (que proviene de la Dirección general del Instituto Geográfico y Estadístico (procedentes de los Registros civiles); el resto de la columna es el cálculo sobre la población de 1910, por lo que el número de víctimas podía ser mayor en 1918.
No he querido incluir el incremento del 88% de ciertas enfermedades oportunistas que razona Echeverri (posiblemente debido a la pandemia de gripe, algunas agudas y oportunistas, y otras crónicas), al no disponer de datos para otros meses que el susodicho.
Así pues, se comprueba que a nivel provincial la mortandad causada por la gripe tampoco llegó a alcanzar la del cólera de , pues este causó en Teruel 6.960 muertes. Si hacemos caso a la "Gran Enciclopedia Aragonesa", que indica que se puede estimar que esta gripe costó a Aragón unas 10.000 vidas, tampoco sobrepasó la gripe la mortandad del cólera, pues en 1885 fallecieron sólo en la provincia de Zaragoza 13.526 personas. Ahora bien, esto será así en la mayoría de provincias del Este de la península Ibérica donde el cólera entró e hizo estragos, pero no tiene que ser así a nivel epidémico o pandémico, pues el cólera dependía para su difusión de infectar las aguas de boca y del calor, mientras que la gripe se esparcía por el aire y fue mucho más uniforme en su difusión.
En España el número de víctimas mortales por gripe osciló entre las 147.000 oficiales y las 200.000 y 300.000 de otros conteos. Millones en el mundo, entre 30 y 100 según las fuentes.
Falsos remedios
La falta de medios sanitarios se dejó notar en muchos pueblos, en algunos
casos por verse los únicos facultativos afectados por la enfermedad. Los
remedios dados no eran muy efectivos y las medidas profilácticas no acertaron
mucho más allá de evitar las reuniones y el contacto con los enfermos.
Muchas de ellas estaban encaminadas a evitar enfermedades sobrepuestas a la gripe,
y otras medidas parecían más inspiradas por la lucha contra el agente
transmisor del cólera que contra una gripe.
No faltaron los comerciantes decididos, de
buena o mala fe, a salvar a los crédulos con dinero, a
los que vendían sus productos con consignas como:
"La epidemia reinante se evita desinfectando con Zotal", o "Epidemias contagiosas se evitan lavándose con jabón Zotal".
"Contra la grippe, tratamiento análogo al de Panticosa [...] por medio de agua bebida, inhalaciones, pulverizaciones y duchas nasales. Consulta médica de 11 a 12, C/ San Miguel, 12, Zaragoza".
"Contra la grippe, desinfectante ideal. De resultados inmediatos y seguros, de aplicación fácil para habitaciones, ropas, reservados y todo cuanto pueda constituir foco de infección. Botella de 1 litro 0,65, tomando 10 litros o más sin envase a 0,40. Abonamos por envase vacíos 0,20. Casa de Rived y Choliz."
O este otro fabricante que sin muchos escrúpulos daba a entender que curaba afecciones digestivas y bronquiales. Aprovechaba el cambio de estación y que parecía llegar una nueva ola de gripe tras la del otoño-invierno del 18
... pero bueno será vivir prevenidos y popularizar que uno de los mejores preventivos contra la invasión es el alcohol tomado con moderación, y nada mejor que una copita de Ron Cordoncillo después de cada comida, pues además [...]
También es muy peligrosa la gripe con complicaciones bronquiales y nada mejor para curar los catarros de este origen que tomar al acostarse un buen ponche de Ron Cordoncillo, el cual produce una exudación copiosa que cura en una noche el catarro por rebelde que sea.
Se trataba de un anuncio interesado de la "fábrica de licores, espumosos y hielo, especialidad en Ron Cordoncillo", de la Industrial licorera española, sita en Zaragoza.
Hubo tercera ola en Aragón
No tenemos noticias de mortandades elevadas a nivel provincial en Teruel. Tenemos noticias de algunos pueblos donde se celebran especialmente las primeras fiestas de 1919. En febrero de 1919 celebran con solemnidad las fiestas de San Antón y San Fabián y Sebastián, asistiendo la mayor parte de los vecinos y llenando el templo parroquial. O las fiestas de Lechago por Ntra. Sra. del Pilar y la gran fiesta de San Roque, por haber salido indemnes de la gripe [El mercantil. Defensor de los intereses de la provincia y en especial Órgano de la "Asociación provincial de Ganaderos"; 1919 enero 2]. En Blesa ya no temían a los contagios, pues se celebra en el Ayuntamiento incluso conferencias por parte su médico local. Parece que se vuelve a vivir un clima de confianza de que la pandemia se había superado.
En la provincia de Zaragoza, en torno al 9 de enero de 1919 se declaró extinta la epidemia de gripe excepto en Abanto, Artieda, Azuara, Daroca, LItago, Maleján, Miano, Nuez de Ebro, Santed, Sástago, Villanueva del Huerva y Villarroya de la Sierra, que habían tenido casos en diciembre. [BOPZ]. Boletines provinciales sucesivos que incluyeron las causas de muerte dan cifras cada vez menores de fallecimientos por gripe en Zaragoza capital: 25, 10... Pero para el 6 de marzo de 2019 ya se habla de "En vista del nuevo recrudecimiento de la gripe, que por tercera vez invade casi todos los países de Europa... El boletín de la provincia del 29 de marzo declaró la epidemia en Alpartir, Atea, Biota, El Burgo, Cariñena, Cetina, Fuentes de Ebro, Illueca, Longares, Luna, Mediana, Mezalocha, Monegrillo, Santed, Tarazona, Tauste, Terrer, Torres de Berrellén, Utebo y Villar de los Navarros. Para el resumen de defunciones de Zaragoza capital de marzo de 1919 sobre una población de 124.998 habitantes hubo 425 defunciones, pero a la gripe como tal 41, muchas menos que de las otras enfermedades respiratorias (bronquitis y neumonía). En marzo de 1919 ascienden a 91 las defunciones por gripe (a 159 las de bronquitis y neumonía).
De Blesa no quedó ninguna documentación útil, solo nos quedó un recuerdo oral indirecto de las mujeres que fallecieron en la pandemia en la calle la Hilarza de Blesa, y nos dijeron específicamente que fue en 1919.
Una visión de una mente eclesiástica
Como ejemplo de la cosmovisión que mostraba uno de los sacerdotes de la zona del norte de Teruel, respecto a la pandemia de gripe, he encontrado un artículo de un viejo conocido, Francisco Izquierdo.(4) Escribió en agosto de 1922 una especie de crónica sentimental de lo que fue la pandemia de gripe en muchos pueblos que conocía. Sorprende, aunque sea un religioso con los conocimientos básicos de la naturaleza de las cosas, que escribiese que librarse de la gripe era tan fácil como rezar al santo correcto y no a todos los demás. Pobres.
Era a fines del año 1918 y comienzos del 19. La terrible epidemia de gripe apoderábase en los pueblos de todos sus habitantes. Millares y millares de personas, en toda España, sucumbieron al terrible golpe de la guadaña epidémica; raros fueron quienes no sintieron siquiera levemente los rasguños de tan terrible enfermedad. Horror inspira recordar lo que aconteció en pueblos tan próximos o conocidos (por no citar otros) como Muniesa, Huesa, Blesa, Armillas, Utrillas, Arcaine, Oliete, Moyuela, Azuara, Belchite, etc... ¡Cuantas vidas segadas en flor!
Aquí el hijo quedaba huérfano de padre y madre: allí la madre era privada del inefable consuelo de sus hijos: allá la esposa lloraba la eterna partida del esposo; acullá quedaba yermo un hogar; en todas partes reinaba el llanto y el dolor; en todas partes imperaba la desdicha. Nunca vióse cuadro tan negro y horripilante, ni aun en los días luctuosos del cólera asiático.
Las alegres calles de los pueblos más habitados, veíanse sumidas en la mayor obscuridad y desamparo; ya no se oían las estrepitosas y disonantes algazaras de los niños en las plazas y sitios públicos; los quehaceres del campo, necesariamente desatendidos; nadie se preocupaba sino de su salud y de dirigirse al Cielo en súplica de perdón. Pasaron muchos pueblos una de las más hondas crisis, capaces de sumir a los mortales en las más angustiosas congojas. Sólo el sacerdote, el ministro de la Religión, era quien, cuando nadie frecuentaba las casas de los enfermos por temor al contagio, ni persona alguna se acercaba a la cabecera del moribundo a consolarle en su aflicción, prodigaba solícito los inefables consuelos espirituales, sin temor humano y confiando en Dios.
Y si este cuadro que acabo de describir, por la misericordia divina, no lo presenció esta feligresía [de Vivel del Río], muchas gracias debe dar a su glorioso Patrón, San Roque, que la libró de tal calamidad. Por donde se echa de ver que San Roque fue para nosotros ángel tutelar que guardó y defendió nuestras moradas y que intercedió cerca de Dios para que, sin merecerlo, fuéramos preservados del mal general.
¿Qué importa que en las dos invasiones muriesen solamente cuatro adultos y que en, determinados días los atacados grave o levemente sumasen doscientos? Pudimos haber sucumbido muchos. El que esto escribe está muy agradecido al Santo, pues, merced a su valerosa protección, pudo asistir a todos los que fallecieron, haciéndoles recibir los Sacramentos (y lo mismo a otros que hallaron a las puertas de la muerte), sin que el contagio le tocase, a pesar de girar, en unión del señor Médico, D. Mariano Herrero, visita diaria, a todos los enfermos.
Pues si tanto debemos a nuestro Patrón, razón será que paguemos la deuda, correspondiéndole con el obsequio de nuestra mejor devoción y no desairándole con nuestra mala conducta.
Sea así y mereceremos de él los mayores favores en esta vida y en la otra.
F. IZQUIERDO,
Ecónomo.
Hemeroteca y bibliografía
- 26 de octubre de 1918 El Noticiero
- 21 de septiembre de 1918, ¿Heraldo de Aragón? instrucciones sanitarias.
- 22 de septiembre de 1918
- 29 de septiembre de 1918, Heraldo de Aragón
- 1 de octubre de 1918, Heraldo de Aragón
- 5 de octubre de 1918, Heraldo de Aragón
- 6 de octubre de 1918, Heraldo de Aragón
- 11 de octubre de 1918, Heraldo de Aragón
- 15 de octubre de 1918, Heraldo de Aragón
- 20 de octubre de 1918, Heraldo de Aragón
- 29 de octubre de 1918, Heraldo de Aragón
- 26 de septiembre de 1918, La Crónica de Aragón
- 5 de octubre de 1918, La Crónica de Aragón
- 9 de octubre de 1918, La Crónica de Aragón
- 7 de diciembre de 1918, "El mercantil" (Teruel), Periódico de la "Asociación provincial de Ganaderos".
- 16 de agosto de 1922, "Hoja parroquial de Vivel del Río".
- BESPÍN, José Manuel. (2020) "De todas las epidemias sufridas en Alcaine en el último siglo y medio, la de cólera de 1885 fue la más mortífera" La Voz de Alcaine (entrada de 19 de abril).
- GUALLAR PÉREZ, Manuel. (1978) "Historia de Muniesa (desde sus orígenes hasta nuestros días)" Lérida.
- IRUZUBIETA BARRAGÁN, Francisco Javier (2008) "La pandemia gripal de 1918 en la ciudad de Logroño". Berceo nº 154 págs 345-363 Logroño.
- LOZANO ALLUEVA, Fco. Javier. (2015) La epidemia de cólera de 1885 en localidades del río Aguasvivas (Aragón); Publicado en internet en "Blesa, un lugar en el mundo" en www.blesa.info. Una versión resumida de este artículo se publicó en la revista cultural EL HOCINO, nº 35 (julio 2015), págs. 22 a 45, editada por la "Asociación cultural El Hocino de Blesa" (Teruel).
- PLOU GASCÓN, Miguel () "Historia de Letux" Ayuntamiento de Letux.
- PLOU GASCÓN, Miguel (2003) "Historia de Samper del Salz" Ayuntamiento de Samper del Salz. (págs. 242-244).
- PLOU GASCÓN, Miguel y ARTAL, Juan (inédito) "Historia de Moneva" (pág. 195).
- Gran Enciclopedia Aragonesa 2000. Voz "epidemias o pestes mortíferas".
- "Entidades de población de Aragón y sus habitantes en los Censos de 1857 a 2001", "Serie histórica, tablas y gráficos". Gobierno de Aragón, IAE. www.aragon.es/estaticos/ImportFiles/11/docs/Areas/Territor/Municip%20entidsingul/EntPobAra/SERIE_HISTORICA_TABLAS_GRAFICOS.pdf Gobierno de Aragón.
Para saber más
- ECHEVERRI DÁVILA, Beatriz (1993) "La gripe española : la pandemia de 1918-1919". CIS / Siglo XXI.
- La pandemia de 1918: la llamaron gripe española. R.N.E. "Documentos". 24/2/2018.
- “Aragón 1918. La gripe española. Crónica de un desastre olvidado.” , del historiador Luis Antonio Palacio Pilacés, publicado en la editorial Comuniter en 2021.
Notas
↑ 1.- No tengo datos sobre los integrantes de la junta de sanidad de Blesa (Teruel). Es de suponer que era el citado médico y algunos miembros del Ayuntamiento de Blesa, que en y 1919 eran: Alcalde Gabriel Ruiz, Agustín Celma, Mariano Lou, Mariano Serrano, Jorge Salas, y por la Junta ¿Pascual?: Valero Calvo, Justino Lou, Fabián Nuez, J Graells, Ambrosio Serrano, Primitivo Sanz,
↑ 2.- Lo descrito en la noticia para Blesa, respecto a que se dejó perder la cosecha de azafrán de 1918, parece que fue corriente aquel otoño, pues en El Noticiero de 26 de octubre de 1918 dejaron constancia de que en la provincia de Teruel "El miedo que ha invadido los pueblos, recluye a sus habitantes y les impide salir a recoger la cosecha del azafrán. La flor, que es muy abundante no encuentra quien la desbrine y la mayor parte será perdida. Otros años se formaban numerosos grupos de hombres y mujeres que marchaban de unos pueblos a otros para dedicarse a la desbrizna. La mayor parte de la cosecha no será aprovechada."
↑ 3.- En y hubo en Blesa 48 y 43 defunciones (en porcentaje, 38 y 33 defunciones por 1000 habitantes respectivamente), lo que no destaca de entre los años previos ni posteriores, donde destacan los porcentajes de 98 por 1000 del cólera de o los 58 por 1000 de , cuya causa no conozco aún. Véase la tabla en LOZANO ALLUEVA (2015) pág. 37.
↑ 4.- Se conservan crónicas y testimonios de mosén Francisco Izquierdo en diferentes fechas , , .