En 2009 se publicó un libro cancionero, recopilado por los integrantes del grupo folk Lahiez, “La música tradicional en las tierras del Jiloca, Gallocanta y Alto Huerva (segundo cancionero)”, cuyo contenido está publicado en su mayor parte, además, en Internet.
En el archivo sonoro del ADRI y en el libro pueden hallarse decenas de canciones que oían en las zonas a que se refiere el título. Y, como también hicieron encuestas en las zonas periféricas, recopilaron canciones en lugares como Anadón o Blesa, de la que dicen que "que irradió una importante actividad musical por las áreas colindantes".
En Blesa entrevistaron a Eulogio Simón y Gloria Mercadal, que les informaron de algunas de las piezas que tocaban el padre de Gloria y otros integrantes de "los tañedores de Blesa y el ciego de Muniesa" [pág. 96]. Una de las tres piezas recogidas es “El Pericón” [pág. 255], que por lo visto la gente de los pueblos serranos a los que acudían, les solicitaba mucho [pág. 315]. "La hija de Don Juan Alba" (tanguillo) [pág. 140] es una copla española. Y "la novena de San Joaquín", [pág. 141] cuya música trascriben, pero cuya letra no recordaban bien, pero ha sido recopilado en otros lugares.
En Anadón, Aurora Millán les cantó las canciones que cantaban de niños y otras [pág. 124 y sig.]: "El baile de la carrasquilla", "Al pasar la barca", "En mayo estamos", "Los gallos", "Jarabá", "Soy la reina de los mares", "Madrugaba el Conde, niña", "Eres alta como un mayo", "Quítale de esa esquina". Algunas son canciones infantiles españolas, otras romances trágicos que recuerdan en gran parte (como la del Romance del conde Olinos).
También recogieron canciones que les recordaron informantes de pueblos próximos a éstos, como Mezquita de Loscos, Loscos, Monforte de Moyuela...
Ejemplo de la ficha con partitura y sonido midi de "La hija de Don Juan Alba" [http://www.adri.es/archivo-musical/archivo-sonoro/todos/27?page=4]
También recopilaron los miembros de Lahiez muchísimas fotografías de músicos y festividades (entre ellas figuran las recogidas por la asociación cultural El Hocino).
En resumen, es un trabajo extenso y de valor, con una gran labor de campo en que a veces se recopiló material musical con raíces en la zona y otras, canciones que se transmitían oralmente pero que pertenecen al acervo común de toda España o Hispanoamérica. Incluso en algunas apuntan que los músicos las oían en la radio. Toda una muestra de cómo el siglo XX fue alterando y universalizando la música.