Durante años, décadas, las paredes tradicionales que levantaron nuestros antepasados con grandes bloques de piedra y tierra apelmazada, sujetaron bien los desniveles quebrados de la colina norte de Blesa, con rupturas por el camino del barranco y las eras, hasta el fondo en el río seco.
Pero todo va sufriendo su deterioro y en los últimos años se aceleró (porque envejece la población y quedan menos vecinos) y una vez que se comienzan a soltar las piedras todas las paredes peligran, y más en estas que soportan el peso de rampas hacia algunas calles y callejones.
Una de las paredes que necesitó mayores arreglos
Pero todas ellas han sido reparadas en las últimas semanas por nuestro Ayuntamiento: los tramos mejores solo reforzados, pero los tramos ya hundidos fueron rehechos en hormigón, como se puede ver en esta fotografía. Gracias.