A pesar de los pronósticos de mal tiempo, el clima de Blesa impuso su forma de ser y la mañana fue bastante soleada (las nubes siempre están en otros sitios cercanos) y el viento, que no era fuerte, no llegó a causar frío porque había 9ºC a las 10 de la mañana, permitiendo plantar allí donde se planeó.
Cientos de árboles y sobre todo arbustos y aromáticas se plantaron entre lo alto de la Cuesta Roya (reponer bajas), los caminos públicos, y rincones de algunos particulares. También se hizo mucha limpieza de restos vegetales y quitar capitanas. Así, unas 50 personas, repartidas en tres frentes se veían poco pero se pudo hacer lo que se quería, plantar con los niños un futuro más verde, mejorar nuestros caminos para hacerlos más bonitos, hacerlo con otras familias, almorzar el chocolate caliente y finalmente comer juntos esos embutidos y panceta a la plancha que tan bien sienta. Y como colofón, comenzó a llover suavemente sobre las cuatro, perfecto.
Una de las paredes que necesitó mayores arreglos
También se repartió a los blesinos que se acercaron el nº 34 de la revista El Hocino. Esperemos que el próximo año, por elegir mejor fechas, por hacer mejor tiempo, por correr más la voz, porque se lo digas a tus amigos, vuelva a ser esta la fiesta populosa de invierno a que estábamos acostumbrados.