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No habían puesto las calles, como quien dice, todavía que en una fresca mañana de octubre zaragozano, que un grupo de blesinos estaba esperando su turno para salir desde la margen izquierda del Ebro a las 7:10 de la mañana.
Cuando llegaron a la plaza del Pilar el manto de flores conque se engalana la elevada estatuilla estaba todavía recibiendo los primeros ramos y cestos de flores.
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Debido a las restricciones por la covid-19 (pocas comparadas con el año 2020, pero aún muchas comparadas con las de 2019) la ofrenda de flores de 2021 no ha sido una gigantesca masificación como lo era anteriormente. De hecho, sobre las dos de la tarde el manto de flores aún era una pequeña porción de lo que otros años vemos. Pero gracias a la oportunidad que hemos tenido de vacunarnos y sortear esta pandemia con un número mucho menor de víctimas mortales que otras de triste memoria, esperemos que al año que viene ya se pueda celebrar sin limitaciones.
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