(Segunda edición. Artículo revisado para mejorar la metodología, el 25 de abril de 2023)
El pasado año cerramos la tabla con los primeros 25 años de datos de lluvias que tomo regularmente de la web de CHE, situada en el azud de Moneva (Huesa del Común) desde . Se encuentra entre Huesa y Blesa.
Por ello, vamos hacer una interesante comparativa del promedio de las lluvias de ese cuarto de siglo, con los datos de lluvia tomados en Muniesa durante 30 años entre y , gracias a los datos de Agencia Estatal de Meteorología (AEMet). El siguiente gráfico y tabla se basan en ambos. La estación de Muniesa y Huesa distan solo 7,7 Km en línea recta y están prácticamente a la misma altitud sobre el nivel del mar (800 Muniesa, 780 azud de Moneva).
Para quien desconozca este territorio del norte de Teruel, Muniesa, Blesa y Huesa del Común, se trata de pueblos limítrofes, de un mismo marco geográfico e histórico, si bien la parte sur de Huesa es más serrana. Se encuentran en el valle del Ebro, en la cuenca de su afluente por la margen derecha, el río Aguasvivas de poco caudal, y sus tierras tienen un ambiente estepario, riguroso en temperaturas y seco.
PARTE I. Precipitaciones comparadas en Huesa y Muniesa.
1. ¿Llueve tanto en Huesa/Blesa como en Muniesa?
En primer lugar habría que encontrar dos series comparables, una más antigua y la más reciente. La creí hallar en la primera versión de este artículo, con la antigua de Muniesa y la moderna tomada en Huesa del Común. Las prejuzgué como muy similares, pero sin tener datos coincidentes para ambas en una misma época.
Pero con posterioridad he encontrado datos de una década común, en que se han recogido las lluvias de ambos lugares. Eso ha permitido saber que, a pesar de los 7,7 Km que distan, hay pequeñas diferencias en las lluvias recogidas.
Hemos analizado el periodo de 10 años entre 2012 y 2021 para constatar algo que los blesinos ya nos han dicho, por su experiencia, en más de una ocasión: Que llueve algo más en Muniesa, que las rutas de las tormentas se suelen desviar hacia allí. Incluso los pastores que quedan tienden a ir a la parte Este del término de Blesa, buscando esos pastos más verdes que en la parte oeste, más próxima a la sierra.
Las diferencias en los promedios mensuales se pueden ver en esta tabla.
Ene | Feb | Mar | Abr | May | Jun | Jul | Ago | Sep | Oct | Nov | Dic | Promedios anuales |
|
Promedio Muniesa (2012-2021) | 26,8 | 15,8 | 36,0 | 45,3 | 38,4 | 55,2 | 26,8 | 21,7 | 22,8 | 36,4 | 45,7 | 12,2 | 383,0 |
Promedio Huesa del Común (2012-2021) | 25,0 | 13,7 | 26,6 | 42,7 | 34,0 | 54,8 | 28,0 | 17,9 | 20,7 | 34,9 | 46,4 | 13,1 | 357,8 |
Diferencia absoluta | 1,8 | 2,0 | 9,4 | 2,6 | 4,4 | 0,4 | -1,2 | 3,7 | 2,0 | 1,6 | -0,8 | -0,9 | 25,2 |
Déficit en Huesa% | 6,8% | 12,9% | 26,2% | 5,8% | 11,4% | 0,8% | -4,6% | 17,3% | 9,0% | 4,3% | -1,7% | -7,6% | 6,6% |
Elaboración propia: www.blesa.info Fuente de datos: de Muniesa, AEMet (a través del IAEst y el Departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón) y de Huesa del Común (azud de Moneva, CHE, red SAIH)
Se aprecia que en Huesa tiende a llover un poco menos en casi todos los meses del año, que cuando en promedio mensual ha llovido un poco más (julio, noviembre o diciembre) son cantidades despreciables por debajo de 2 litros m2. Como conclusión, en Huesa/Blesa llueve en promedio un 6,6% menos que en Muniesa; 357,8 litros anuales en la última década, frente a 383 litros por metro cuadrado en Muniesa.
Como es lógico, no puede haber una estación meteorológica en cada localidad; e incluso en un mismo término, si es extenso, puede haber variaciones en las lluvias medidas. Entre el azud de Moneva (en Huesa) y Blesa hay 2.150 m, y a Huesa del Común 3.000 m. La vecina Amparo Artigas, que recopiló los datos de lluvias en el casco urbano de Blesa durante años (entre 1995 y 2010), recogía cantidades similares a los de la estación de CHE, pero algunos años recogía alrededor de un 15% menos (2003, 2005, 2006, 2010) y algunos otros un 41%, 8,5%, 18% más (caso de 1999, 2000, 2004).
Igual le ocurrió a a la vecina de Blesa Azucena Burillo en el gran aguacero del 1 de junio de 2023; cayeron en Blesa 58 l/m2 en media hora, mientras que en el azud de Moneva solo se recogían 19,4 y y en Muniesa 26,2 l/m2. Bajaba agua abarrancada hasta en el monte de la Solana de Blesa.
2. Lluvias comparadas entre los años 60, 70, 80 y los últimos 25 años.
Ese factor diferencial mensual que hemos calculado para la década que tenemos datos de ambos, lo vamos a aplicar a la serie histórica de Muniesa (1961-1990) que analizamos y comparamos a continuación, para hacer una comparación histórica más fidedigna.
Ene | Feb | Mar | Abr | May | Jun | Jul | Ago | Sep | Oct | Nov | Dic | Promedios anuales |
|
30 años (1961-1990) | 28,4 | 19,6 | 28,5 | 40,7 | 65,8 | 53,5 | 18,5 | 35,0 | 49,2 | 41,9 | 38,9 | 21,7 | 442,0 |
Muniesa 30 años, corregido con factor diferencial mensual con Huesa (1961-1990) | 26,5 | 17,3 | 21,0 | 38,3 | 58,3 | 53,1 | 19,3 | 29,0 | 44,8 | 40,1 | 39,6 | 23,3 | 413,0 |
25 años (1998-2022) | 17,7 | 12,6 | 26,8 | 43,8 | 44,9 | 44,8 | 21,2 | 20,0 | 22,5 | 31,1 | 30,6 | 11,7 | 327,7 |
Comparativa % | 66,9% | 72,7% | 127,5% | 114,2% | 77,0% | 84,4% | 109,7% | 68,9% | 50,2% | 77,5% | 77,4% | 50,1% | 79,4 |
Elaboración propia: www.blesa.info Fuente de los datos: AEMET/IAEst (Gobierno de Aragón / Confederación Hidrográfica del Ebro)
Las diferencias entre estos largos periodos se ven mejor en la gráfica siguiente. La línea roja son las lluvias promedio de los últimos 25 años (1998-2022) en Huesa del Común, frente a la línea azul que representa las lluvias promedio en Muniesa, corregidas con el factor mensual de diferencias que hemos calculado en el punto anterior a partir de la única década para la que tenemos datos simultáneos. La línea amarilla son los datos de lluvias promedio de Muniesa, pero sin corrección alguna, lo que los hacía tener una desviación extra si los comparábamos directamente con las lluvias en Huesa, por lo que ahora no se tiene en cuenta en el siguiente análisis.
Advertir que aquí mostramos por simplificar, las tendencias de los promedios, como decía. Comparamos las lluvias en las tres décadas que van de a , contra los últimos 25 años que van de a . Pero la variabilidad de un mes concreto de un año con el de otro es enorme, como demuestran la desviación estándar y el coeficiente de variación, que dan miedo de tan altos. Los meses lluviosos pueden tener una variabilidad del 57% (abril) al 73% (mayo), los secos, por ser tan pocas las lluvias, dan lugar a coeficientes de variación del 81% al 99%.
Ene | Feb | Mar | Abr | May | Jun | Jul | Ago | Sep | Oct | Nov | Dic | Promedios anuales |
|
Promedio mensual | 17,7 | 12,6 | 26,8 | 43,8 | 44,9 | 44,8 | 21,2 | 20,0 | 22,5 | 31,1 | 30,6 | 11,7 | 327,7 |
Desviación estándar | 15,95 | 10,16 | 20,63 | 25,14 | 32,83 | 28,82 | 19,37 | 19,80 | 19,93 | 29,28 | 23,72 | 9,60 | 80,79 |
Coeficiente de variación % | 90,1 % | 80,7 % | 76,9 % | 57,4 % | 73,1 % | 64,3 % | 91,3 % | 99,1 % | 88,7 % | 94,2 % | 77,5 % | 82,0 % | 24,7 % |
Otra advertencia necesaria: En los últimos años cincuenta y primeros sesenta del siglo XX, hubo un periodo de lluvias anuales más abundantes. Comprobamos que solo en parte afectan a los cálculos de los promedios de los primeros 30 años de nuestra comparación (1961-1990), y que dicho periodo es suficientemente largo como para que el promedio de lluvias que proporciona AEMet nos parezca representativo. Hay que ser conocedores de esos detalles; que quede constancia también que el año más excepcional por sus lluvias (1959) está fuera de nuestra tabla. Sirva como referencia de lo excepcional, que en Zaragoza capital ese año llovieron casi 647 litros/m2, cuando el promedio desde 1906 hasta ese año era de de 303 litros/m2 anuales.
Tablas tomadas de “Estadísticas históricas de España Siglos XIX-XX” Volumen I, Segunda edición revisada y ampliada, 2005. Fundación BBVA. Capítulo “Clima”, por Albert Carreras, citando a Almarza, López y Flores (1996).
Qué se pone de manifiesto:
- En enero ha llovido en los últimos 25 años un tercio menos de lo que llovía en las tres décadas de los 60/70/80: redondeando de 27 litros a 18 litros/m2. Pero este año 2023 solo llovieron 7,8 l/m2.
- En febrero la disminución de lluvias es porcentualmente similar, llueve un 27% menos, de 17 litros mensuales de promedio a 13. Este año llovieron 11 l/m2.
- Los marzo suelen ser similares, y al comparar el dato al que añadimos el factor de corrección incluso ha llovido un 27% más en Huesa que en la Muniesa factorizada: de 21 a 27 litros por metro cuadrado. Este año 2023 llovieron solo 2 litros por metro cuadrado.
- En abril incluso ha habido un incremento de lluvias de un 14%, pasando los promedios de 38,3 a 43,8 litros. Lo malo de este año 2023 es que en todo abril ha llovido solo 6,4 litros/m2.
- En mayo las lluvias del mes de las flores han tenido una caída fuerte, llueve de promedio un 23% menos, pero que teniendo en cuenta que es de los meses más lluviosos del año, eso sí nos reduce bastante la cantidad global de lluvias de que se nutren nuestras cosechas, nuestros pastos, nuestro monte, el río... y nosotros.
Se ha pasado de una media de 58 a una media 45 l/m2. Este mayo de 2023 han llovido 20,4. - En junio pasa parecido, las lluvias promedio han descendido un 16%, pero al ser un mes de los más lluviosos también resta un buen número de litros al promedio anual (pasa de 53 a 45 litros/m2 menos). Pero este 2023 han llovido 105,6 l/m2 en junio, más del doble del promedio, un auténtico outliers, un dato atípico. Recordemos lo que apuntábamos antes del coeficiente de variación en nuestra zona.
- julio llueve parecido, incluso un poco más (un 10% más), pero al ser un mes tradicionalmente seco, eso se traduce en muy poca agua más, que se puede contrarrestar fácilmente por el calor del estío. Pasa de 19 a 21 litros.
- Los meses de agosto han pasado a tener niveles desérticos. De promedio llueve un 31% menos que antes. Aunque en estas cantidades tan bajas de partida no suponga muchos litros, seguramente venían bien a las plantas silvestres. Hemos pasado de recibir de 29 a 20 litros.
- Los septiembre promediados son el mes más descorazonador, porque refleja un descenso de un 50% de lluvia, pasando de llover unos 45 litros de promedio en las tres décadas de los 60, 70, 80 del siglo XX a solo 22,5 litros m2 en los últimos 25 años.
- Octubre recoge en los últimos años una reducción del 23,5% pasando de 40 a 31 litros de promedio. En el periodo de hace sesenta años a hace treinta y dos años, octubre se parecía en lluvias a abril, y en los últimos 25 octubre se parece más en lluvias a marzo.
- Noviembre mantiene más o menos las lluvias promedio, solo han bajado un 22%, de 39 a 30 litros de promedio. Teniendo en cuenta que actualmente en dicho mes ya no hace mucho calor, puede ser lluvia más útil a los pastos, sembrados y montes.
- Diciembre, finalmente, es otro mes en que se han desplomado las lluvias, la mitad nada menos. Pero pasa como en los meses de invierno, que las lluvias son muy pocas y el descenso por tanto tampoco resta muchos litros a los acumulados anuales, pasando de 23 a 11 litros por metro cuadrado de promedio.
El balance anual es pesimista. En menos de la vida de la mayoría de las personas hemos visto reducirse las nevadas en gran medida, las lluvias anuales promedio han descendido un poquito más del 20%.
3. ¿Pero es esa el agua que nos queda?
La respuesta es no. A estas cantidades, a veces paupérrimas de lluvia, hay que restarle el índice de evapotranspiración, a causa del calor, plantas, vientos... que es lo que se refleja en el mapa de Aragón de arriba. (Huesa, Blesa, Muniesa... se encuentran en el cruce de las líneas horizontal y vertical que hemos indicado). Huesa estaría mayoritariamente en la zona de entre 1050 y 1100 mm de lluvia que potencialmente se evaporaría anualmente, mientras que la parte más serrana estaría en la de 950 a 1050 mm de evaporación. Blesa está en gran medida en la zona entre 1100 y 1150 mm de evapotranspiración anual, con la parte norte en la de 1150 a 1250 mm. Muniesa, dada su gran extensión tiene también de las tres franjas entre de 1050 a 1250 mm.
¿Qué ocurre si las lluvias anuales son de 327 litros por m2... o sea, 327 mm y la evapotranspiración potencial de en torno a 1000 mm? Que nuestro clima es capaz de resecar la tierra, ¡aunque lloviese tres veces más! Solo por encima de eso quedaría humedad.
Pero aunque en términos globales sea así, no lo es realmente. La evapotranspiración no es igual todos los meses. “El verano registra casi la mitad de la evapotranspiración potencial total anual”. La evapotranspiración de marzo, abril, o septiembre, si son frescos, es aceptable y puede dejar algo de humedad, aunque no compensar la evapotranspiración (que solo ocurre en enero y noviembre). No tienen nada que ver esos meses con los desecantes valores del mes de julio o agosto. (Véase Atlas Climático de Aragón. Epígrafe "4.9. La evapotranspiración potencial" Mapas: anual (arriba) y por meses (págs. 133-134)).
Lluvias versus evapotranspiración en Muniesa. Solo enero y noviembre tienen un balance hidrológico favorable.
Lo malo es que las semanas de calor han ido en aumento, y se están suavizando las temperaturas de los meses de octubre y casi noviembre en muchos casos. La práctica totalidad de Aragón está, si se aplica esa corrección de la evapotranspiración, en un índice negativo en el balance hidrológico.
Un experto podría apurar más el detalle de este estudio, buscando datos locales para otras variables, como infiltración y escorrentía, que no hace falta que sean históricos. Se podría utilizar otras medidas más precisas como recorrido intercuartílico o los completos gráficos Box-Plot. Pero, como introducción, esta es la estadística climatológica que podemos obtener, habiendo analizado la cantidad de lluvia desde 1998 a 2022 y solo los promedios mensuales que nos daba DGA/AEMet 1961, más los valores medios de evapotranspiración, que es lo más importante.
Parte 2. ¿Y el resto de la península Ibérica y Europa?
Recientemente tuvo lugar la charla "Cambio climático en Aragón. Ciencia, nieve y montaña", el pasado 2 de marzo, para divulgar las conclusiones de los estudios expuestas por cinco expertos en clima. Tuvo lugar en el auditorio del Caixa Forum, en la avenida Anselmo Clavé en Zaragoza, que se llenó de público interesado en escuchar los resultados de diversos estudios. Fue sumamente esclarecedora.
El primero en ilustrarnos fue el catedrático de Geografía Física de la Universidad de Barcelona Javier Martín Vide.
Aclaró, para los no iniciados, que el origen del problema del calentamiento planetario es el aumento de esos gases que llamamos de efecto invernadero, que calientan el aire en superficie, por causa, sobre todo, del uso masivo de combustibles fósiles (petróleo, carbón, gas) que nos han ido bien para avanzar, y que de su uso se desprende un gas, en un principio inocuo, el CO2 que provoca este efecto.
Desde que se miden de forma fiable ha ido aumentando sin pausa; el último dato disponible de finales de enero alcanzamos las 420 partes por millón (se mide en esa unidad).
Nos comentaba como curiosidad ilustrativa que estudios del IPCC, constituido por miles de especialistas, han ido cambiando los epítetos de sus conclusiones: en el 3er informe 2001 decían que el cambio era “probable”, en en el 4º 2007 decían “muy probable”, en 5º de 2013 “sumamente probable”, en el 6º “inequívoco”. Los niveles de confianza en las conclusiones han ido creciendo: 66%, 90, 95, 99% respectivamente. Por tanto, no vale la pena hablar ya de si hay calentamiento o no, no vale la pena ya discutir si somos nosotros o no, SOMOS NOSOTROS.
"Podemos afirmar ya que episodios extremos son más frecuentes e intensos que en el pasado, más riesgos para nuestras vidas y nuestros bienes."
Nos enseñaron este interesante mapa de temperaturas (izquierda) y lluvias (derecha) en el futuro de Europa para los treinta años que irán de 2071 a 2100:
"Nos acercamos globalmente 1,2ºC de subida, no hay que alcanzar 1,5º. Yo me atrevo a decir que lo pasaremos", vaticinó.
Nos aclaró el profesor Javier Martín que "La Cuenca Mediterránea es un punto caliente, no nos va a afectar igual que a otros lugares, sino más. Estamos ya en 1,4ºC de calentamiento." Trabajan con modelos de proyecciones del IPCC, que en el peor de los casos habrá subido 4ºC a finales de siglo XXI. Nos advertía el profesor Javier Martín, en marzo, sobre las previsiones de lluvias primaverales en retroceso, pero no especialmente por las de este año.
La última en intervenir, antes de la rueda de preguntas, fue Dña. Ana Moreno, Científica Titular del Instituto Pirenaico de Ecología (IPE-CSIC). Doctora en Geología por la Universidad de Barcelona.
Como geóloga ha estudiado el paleoclima. Esta especialista en el clima de la Tierra durante periodos muy antiguos nos mostró un ilustrativo gráfico, fruto de diversos estudios. En él se ve que durante los últimos 800.000 años hay una relación directa entre el nivel de dióxido de carbono (CO2) y de metano (CH4) en la atmósfera terrestre, y la temperatura del planeta que habitamos. Estas variaciones naturales, asociadas a las glaciaciones y los periodos interglaciares, no son un argumento para los negacionistas, que quieren ver en ella que el clima de la tierra cambia, todo lo contrario. Los geólogos constatan empíricamente que ha habido grandes variaciones climáticas en la Tierra, ha cambiado varias veces.
La clave no está en el cambio, sino en la velocidad y la cantidad de gas, que es lo que se ve a la derecha de la gráfica. Aceptamos la evidencia de la correlación de gases y temperatura, y también la consecuencia de ver que en la actualidad hemos duplicado el nivel de gases de efecto invernadero en nuestra atmósfera:
Esto nos habla de que estamos generando un cambio de temperatura excepcional con respecto a los que hubo en los últimos 800.000 años.
Cuando hablamos de temperatura es más sencillo centrarnos en los últimos 2000 años. "No tenemos estaciones meteorológicas, pero con sondeos de hielo, con sedimentos de lagos, con estalacmitas, con anillos de árboles podemos reconstruir desde el año 1." Lo más cálido son las últimas décadas.
Nos habló de los modelos predictivos, que se basan en estos datos, y solo si se introducen los gases de efecto invernadero se podría explicar.
Nos contaron el ritmo al que desaparecen los glaciares, como síntoma del efecto de mayor aumento de temperatura en las montañas, del cambio de su ecosistema, la sustitución de la fauna…
Lo ilustraron proyectando un precioso vídeo-documental “Al paso del hielo”/“At the pace of ice”, [17 minutos] elaborado por el Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC) y del Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC), que ilustra sobre el corazón del Pirineo, el glaciar del Aneto, y un lago interesante, el ibón de Cregüeña, a 2.632 msnm, que dejó el glaciar al retirarse hace 11.700 años.
Fotograma de “Al paso del hielo”.
La génesis del lago de montaña fue la sobre excavación del glaciar. De ahí extrajeron columnas de 1 metro de barro histórico que representaba estos últimos milenios (en otros ibones han conseguido extraer 5 metros de lodos del fondo).
¿Son fiables estos registros para deducir los gases que había en la atmósfera a lo largo de la historia? Hasta tal punto que, no es que registren los gases del aire de montaña, es que estos sedimentos, esos lodos registran hasta la presencia de metales pesados precipitados en el entorno, provenientes de áreas lejanas. Un ejemplo bastante asombroso de hasta donde pueden conocer el pasado estos científicos aragoneses, muy especializados en su tierra y entorno, es cuando nos enseñaron el registro del plomo en el ambiente a lo largo de la historia.
“Durante la época romana, la intensa actividad minera y metalúrgica provocó que muchos de estos metales pasaran a la atmósfera y que precipitaran en estas cuencas de alta montaña dejando ahí su huella. A partir de la Revolución Industrial encontramos una concentración crecida de concentraciones de plomo, pero también encontramos un descenso a finales del siglo XX a raíz de la prohibición de los combustibles con plomo en vehículos e industrias.”
Parte 3. ¿Y cómo ven el futuro de la nieve en Aragón...?
También intervino Dña. Isabel Zubiaurre, Licenciada y Doctora en Físicas, responsable del departamento de meteorología en La Sexta.
Su intervención estuvo más orientada a hablar de la parte sociológica del sector del esquí, del problema de supervivencia que acabará con aquellas estaciones de esquí cuya temperatura, precipitación, altitud y orientación de la estación, juegue en su contra y van a desaparecer. Habló de que había que transformar el turismo de nieve, que quizá deban orientarse a personas que huyan del calor, habló de la parte social, emotiva y vivencias relativas al mundo del esquí. Fue una intervención diferente.
No la desarrollo más porque no es el asunto de este artículo, y porque tuvo su reseña en el artículo que publicaron en El Periódico de Aragón al día siguiente de la mesa redonda.
Fue también estupenda la intervención de D. Fernando Valladares, profesor de investigación del CSIC, Doctor en Ciencias Biológicas.
"Las personas, nuestro cerebro de primate, no vemos el cambio climático. Vemos cuando mueren miles de personas por una pandemia… Aunque ocurran decenas de miles de muertes a causa del cambio climático, no lo vemos. Las montañas son especialmente vulnerables al cambio climático. Les imponemos nuestros proyectos, porque los humanos somos de proyectos, y los vamos a llamar “sostenibles” para tranquilizar nuestra conciencia, y a llevar miles de personas, y energía para calentarles, porque allí hace frío, vamos a almacenar mucho agua para poder generar nieve artificial..." nos hizo como introducción.
"A base de proyectos la humanidad ha calentado tanto la atmósfera; el planeta Tierra se ha calentado 1,2º C con respecto a la era preindustrial, a base de quemar energía. Y lo hemos hecho sin querer."
"Esto de las estaciones de esquí es una de las tantas derivadas faraónicas del ser humano. Nos pensamos que podemos dominar a la naturaleza, que no es ni buena ni mala, que no se toma ninguna venganza… Pero sigue una serie de principios físicos: De los 9 límites termodinámicos que no deberíamos sobrepasar en la Tierra, para no movernos en un terreno desconocido, hemos vulnerado 5. Uno de ellos el cambio climático. Hemos almacenado toda esa cantidad de energía, y entre otras cosas nos está dejando sin nieve."
Los fondos Next Generation de la UE son para adaptarnos, para hacer algo positivo, "una inversión con el dinero de los hijos y de sus hijos. Y aquí estamos pensando en gastar el dinero en que hoy podamos esquiar un poco más".
"¿Qué ha crecido en estos últimos años? La desigualdad."
"El 85% de la energía que hemos inyectado en la atmósfera proviene de los combustibles fósiles."
"Los datos físicos sobre la evolución del clima indican que, para finales de siglo, solo una estación de esquí de las 21 que reúnen condiciones para los profesionales olímpicos de los deportes de invierno, lo seguirá siendo, la de Saporo en Japón. Para mediados de siglo ninguna estación de Europa se califica para la competición. En este trabajo se consulta a los atletas que han vivido y viven para el deporte de invierno. Y el 86% dicen que hay que reconvertir el esquí, que hay que cambiar la relación con la montaña."
"Pero hay por aquí unos inversores que piensan que el Pirineo es distinto, que va a escapar a la tendencia mundial…"
"El modelo socio económico tiene gran culpa en que no veamos los efectos del cambio climático. Pero este modelo no es la Ley de la Gravedad. Tiene sus límites y se puede cambiar. Compromete el valor paisajístico, la biodiversidad…" nos transmitió, entre otros muchos mensajes concisos y sabios, este inteligente investigador, buen divulgador y concienciada persona que nos avisa de lo que algunos no quieren saber, para seguir con sus negocios insostenibles.
El tercero en intervenir, otro gran experto en el Pirineo, Miguel Angel Saz, Profesor del Departamento de Geografía de la Universidad de Zaragoza. Es el que aportó más datos sobre el clima futuro en el Pirineo, gráficos de los estudios combinados por los expertos de Francia, Andorra y España, con los cuales modelizan el territorio con una resolución de 1 kilómetro. E incidió en la calidad de los datos, trabajados con las últimas metodologías, homogeneidad, muy seria, y los resultados son estos.
La tendencia de la precipitación es negativa para el conjunto del Pirineo que se puede cifrar en un 2% por década, pero con una importante variabilidad interanual, haciendo que se valore en el conjunto como no significativa. Pero espacialmente sí que tenemos zonas donde hay una tendencia significativa, y es de nuevo en el Pirineo Central de la vertiente sur, donde aparecen tendencias de hasta el 10% menos de precipitación por década.
Realmente Miguel Angel Saz dio bastante más datos o matices, y seguro que merece ser leído o describir cuanto nos resumió en diez minutos, pero no es el objeto de este artículo desarrollarlo por extenso. Los que sí tienen que conocer las conclusiones son los que toman decisiones de dónde invertir miles de millones y qué rentabilidad va a tener para el conjunto de la población.
Fuentes:
- Atlas Climático de Aragón (2007).
- Cambio climático 2021. Bases físicas. Contribución del Grupo de Trabajo I al Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.
- Datos que amablemente nos proporciona el SAIH de la C.H.E. y que acumulamos para su estudio.
- Instituto Aragonés de Estadística (IAEST), según datos de "Valores normales de precipitación y temperatura de la red climatológica (1961-1990). Serie monografías. Año 2000" (Fuente de datos: Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).).
- El Periódico de Aragón. Crónica parcial de la conferencia del 2 de marzo de 2023 en Zaragoza.
- Documental “Al paso del hielo”/“At the pace of ice”, [17 minutos] elaborado por el Instituto Pirenaico de Ecología (CSIC) y del Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC).
- Ana Moreno, geóloga: “Las estalagmitas esconden información sobre cómo ha cambiado el clima” , El Diario.es Ana Sánchez Borroy (Zaragoza), 13 de febrero de 2021.
- Una estalagmita de El Soplao detalla el cambio climático más brusco de la historia reciente del planeta, Instituto Geológico y Minero de España. Madrid, 22 de junio de 2018.