Acaba de finalizar el otoño astronómico y recapitulando lo llovido y comparado con décadas previas solo se puede calificar de seco.
Comparando las estaciones de este 2023, entre fechas astronómicas queda así: 30 litros/m2 han caído en todo el otoño, en verano llovieron 72 litros, en primavera 127 litros y en el invierno pasado (2022/23) dejó 22,4 litros por metro cuadrado. Un año malo y escaso en precipitaciones.
En cuanto al balance anual vemos que 2023 ha sido uno de los peores años desde que tenemos registros, y que además ha llovido muy descompensado.
Incluso la banda de lluvias por trimestre es engañosa. Dos quintos de las precipitaciones llovieron en junio (105 litros por metro cuadrado) que hizo reverdecer los montes, pero llegó tarde para los cultivos tradicionales. El mes que menos llovió fue marzo (2 litros miserables) seguido de abril (5,4 l/m2) a pesar del consabido refrán.
Solo ha llovido menos en 2001, 2009 o 2011, y similar (en la raya de los 250 litros) en 1999, 2016 y 2019.
Aún recordamos con añoranza esos poquitos años excepcionales en que a costa de una sequía histórica en centro-Europa, nos llovió en Huesa-Blesa el doble de lo habitual, alcanzando la extraordinaria, para nosotros, cifra de 500 litros anuales como 2020.
Así iniciamos el invierno. La noche más larga del año arrancó a 18:01 y finalizó a las 8:30. A partir de ahora aumentarán los minutos de luz.
Para saber más, lea el completo e interesante Comunicado del Ministerio correspondiente con datos, gráficos y mapas de AEMet a nivel estatal. Aunque ya se ve que hay grandes diferencias por zonas geográficas. Nosotros estamos orientados al Mediterráneo. Igual termina africanizándose nuestra parte del mundo.
También se ha publicado un mapa interesante en un artículo completo de RTVE, con el Mapa de indicadores de sequía prolongada por demarcación hidrográfica. Ahí podemos ver las sequías por cuencas, por ríos, y cómo de afectados están por tanto, los embalses, manantiales, acuíferos y las poblaciones que en esas zonas han de beber. Porque es la lluvia la base del ciclo del agua. La cuenca del Aguasvivas y el Huerva y otros de la margen derecha del Ebro, están en rojo.
Y otra actualización. Esta última semana del año una asociación, Christian Aid, ha cuantificado el impacto económico de los desastres climáticos más costosos del año 2023 en el mundo y la sequía de España en primavera está en el puesto 9 en el mundo. Aunque quedemos por detrás y lejos de megadesastres como los incendios, huracanes e inundaciones desoladoras, bien está poder cuantificar los miles de millones que nos cuesta el no actuar o haber perdido 30 o 40 años en dejar de alterar la atmósfera de la Tierra.
Como ya se publicó en su día “España registró en 2023 el comienzo de año más seco desde que hay datos, 1960”, añade. "Además de las restricciones sobre el consumo humano, “la sequía ha provocado peores cosechas, incluida la de un cultivo clave como es la oliva, aparte de peores temporadas de trigo y cebada”, recuerdan estos analistas. Los cálculos del impacto económico se basan en “el paquete de ayudas puesto en marcha por el Gobierno” y estiman que se llegaron a los 2.400 millones de euros solo en 2023." " “Esta sequía estuvo exacerbada por estaciones especialmente cálidas que incrementaron el estrés hídrico en embalses que ya estaban bajos”."
Con posterioridad en parte de España llovió de forma que algo se compensó la falta de lluvia en primavera, pero no en todas las regiones de España. Por ejemplo, en Cataluña "Allí la racha seca encadena también más de 30 meses con lo que se ha calificado como la más larga de su historia (que tiene datos desde 1916). La Generalitat ha calificado la situación de crítica y mantiene en “emergencia” a una treintena de municipios." De hecho La extraordinaria anomalía de escasez de lluvias en Barcelona: el trienio más seco en 110 años, un buen artículo de un catedrático de Geografía Física de la Universitat de Barcelona
Más detalles en El Diario, o en otros periódicos.