ste artículo está dedicado al dibujante, pintor y escritor turolense Salvador Gisbert Gimeno, que nació en Blesa (Teruel-España) en 1851 y murió en Teruel en 1912.
Vivió gran parte de la primera parte su vida en Blesa, donde pintó y dejó varias obras en alguna de las casas con más personalidad del pueblo, además de divulgar la historia y leyendas de su pueblo en su obra escrita.
Este artista polifacético del período de entre siglos (el XIX y el XX) es muy poco conocido, incluso en el ámbito de los especialistas, principalmente porque permaneció en su tierra, en la provincia de Teruel, en lugar de establecerse en alguno de los grandes centros culturales españoles o extranjeros. Nuestro artista fue ilustrador y pintor (realizó pintura mural, religiosa, histórica, la de "género", paisaje, retrato). El estudio mencionado en la bibliografía, dirigido por la profesora Concha Lomba, también destaca a este personaje por su vertiente didáctica y su defensa en pro del patrimonio artístico y etnológico turolense.
Retrato de Salvador Gisbert, h. 1890
Óleo sobre lienzo, 17x5 x 13,5 cm.
Colección particular.
Biografía sucinta
Como indica la profesora Lomba, "nació y vivió su adolescencia y juventud" en su localidad natal. En Blesa "se conserva aún la casa familiar en la que creció y se inició en su dedicación artística, así como la que él mismo mandó construir una vez alcanzada su mayoría de edad", situada en la calle Mayor. "En ambas fachadas campea su anagrama -una S y una G entrelazadas a la manera clásica-, empleado ocasionalmente como firma en algunas de sus obras"; en su casa como siglas de Salvador Gisbert y en la casa familiar como las siglas de su mentor Santiago González.
De sus años de juventud entre las calles de su pueblo natal, y sobre todo entre sus gentes, encontró el joven Salvador los "modelos para crear un sinfín de personajes" que se desarrollaron en sus creaciones ulteriores, así como de sus paisajes y pueblos cercanos. "Gisbert volvería una y otra vez a su pueblo natal, donde concibió algunos de sus mejores lienzos".[Lomba, pág. 15]
Tuvo la suerte de contar con un padrino, Santiago González y Pascual (1814-1890), culto y también pintor y escultor, que le inició en la pintura, sus técnicas y le proveyó de material. Santiago González nació en Loscos y posteriormente se instaló en Blesa, donde realizó varias pinturas murales en su casa construida en 1848.
Los primeros dibujos del Salvador veinteañero se conservan en sus álbumes de dibujo. Uno de los últimos conocidos fue adquirido en 2013 por el Museo de Teruel, que nos ha cedido algunas imágenes.
"El viático". Dibujo en el álbum de de Salvador Gisbert (cuando tenía 20 años)
por cortesía del Museo de Teruel
Sus primeros trabajos consistieron en la decoración de la vivienda familiar, que fue completando a medida que transcurría el tiempo, aun cuando se hallaba instalado en Teruel. Fue Salvador el que al parecer decoró algunas de las casas solariegas del lugar. [Lomba, pág. 17] Su formación cultural fue sólida. En la provincia de Teruel realizó sus primeros encargos pictóricos junto a Santiago González, para la iglesia y el convento de la Concepción de Calamocha.
Firmas de Santiago González y Salvador Gisbert en
en un documento por un trabajo realizado en Calamocha. Cedido
por Félix Gisbert
Se conservan obras de ambos en la ermita de nuestra señora del Castillo de Fuendejalón (Zaragoza), del XVIII, ilustrada con pinturas dedicadas a María y realizadas "en 1874 por Santiago González y J. M. Salvador Gisbert, siendo rector D. Francisco Mariano Magallón". Fueron restauradas en 1992, según la noticia ilustrada de Mariano Casanova. Y también estuvieron pintando en una capilla de la iglesia de Gallur según J.C.SANCHO y P.L. HERNANDO.
La profesora Lomba recogió que en 1876 fue a Madrid para completar su aprendizaje académico, donde permaneció tres cursos, volviendo a Blesa durante las vacaciones. [pág. 18]
Calle de Blesa, h. 1877
Acuarela sobre cartón, 15x12 cm.
Firmado SG, en áng. inf. izqdo.
Colección particular
En octubre de 1879 escribieron que era corresponsal artístico de "La Ilustración española y americana" y por ello viajó entonces a la ciudad de Teruel, para "mandar para su publicación a aquel ilustrado periódico, copias de los monumentos más notables que encierra la ciudad según viene haciendolo de los que contienen los pueblos de la provincia"(6).
La profesora Lomba indicó que posteriormente se instaló permanentemente en Teruel, retornando regularmente a Blesa. Por aquel entonces la pintura no era por sí misma un medio de vida, a pesar de los encargos regulares de las instituciones y las iglesias, por lo que trabajaba como delineante al servicio de la Diputación Provincial de Teruel, en la que medró y desarrolló una importante tarea, y también ejerció de profesor de dibujo. Todo ello lo hemos podido ampliar en la hemeroteca digital.
En ya estaba colaborando como dibujante en Teruel (como por ejemplo, en Revista del Turia 15/09/1882, pág. 9) donde publican una litografía de un dibujo suyo, con motivo del establecimiento de la primera litografía de la ciudad de Teruel (fundada por los hermanos Santos y Silvestre Lartiga).
Ese mismo año estaba dibujando y pintando el monumento de la Semana Santa en la catedral de Teruel,(7) un tipo de obras que ya había realizado para otras iglesias de la provincia, como el bonito ejemplo de San Martín del Río que está datado en 1881 y que realizó con su padrino, Santiago González, que tenía a la sazón unos 68 años. ¿Colaboró González en la elaboración de este momento también?
El nuevo monumento colocado en la Catedral está pintado por nuestro amigo y paisano el reputado artista D. Salvador Gisbert.
Su estilo corresponde, al gótico florido,
con figuras alegóricas al asunto
de la Pasión. Vénse en las pilastras los
patriarcas Abrahan, Jacob y Moisés y
los profetas David, Isaías y Jeremías.
Encima de la clave del arco destácase
la última cena, la institución del Sacramento
de la Eucaristía, donde se
ven los doce apóstoles en diferentes posturas,
y en medio Jesús en actitud de
dar el pan eucarístico. A los lados, en
sus correspondientes repisas, se hallan
los cuatro evangelistas, y sobre estos
los doctores de la Iglesia San Gregorio,
San Agustín, San Jerónimo y San
Ambrosio. En el centro hay un trasparente
con la cifra Jesús; y coronando
la fachada un grupo de ángeles con
trofeos de la Pasión.
Lema y siglas de Salvador en la fachada de la casa que se hizo
en en Blesa, en la calle Mayor, nº 1
A lo largo de su carrera apenas participó en cuatro certámenes regionales o nacionales de pintura, pero a pesar de serle otorgada alguna medalla, como la conseguida en 1885 por su lienzo Un bautizo, que reproducimos más abajo, no le reportaron atención alguna. [Lomba, págs. 22-23]
Del mismo año data su cuadro "La vaquilla del Ángel", que elaboró como donación para la Sociedad Económica Turolense, y obtener fondos a beneficio del monte de piedad. [Detalles sobre este cuadro]
Dedicatoria en "La Vaquilla del Ángel", de de Salvador Gisbert (cuando tenía 34 años).
Adquirido recientemente por el Museo de Teruel [Diferentes apariciones en la prensa].
Fabián Mañas Ballestín y Francisco Martín Domingo han publicado "Tras las huellas de Gisbert. Su paso por el Jiloca y alrededores"; En él, dan a conocer una serie de obras recientemente identificadas en diversas localidades, la mayoría de la comarca del Jiloca, del pintor Salvador Gisbert. La sorpresa ha sido que varias páginas hablan de la iglesia de Huesa del Común, y cuyas pinturas afirman llevarían la firma de este pintor.(0)
Indican que "Está decorada con pinturas que recuerdan esgrafiados del siglo XVII, aunque parecen realizadas en el XIX por Salvador Gisbert. En un tondo del coro aparece una cartela con la siguiente inscripción: “Se pintó esta iglesia Año siendo regente Dn Silverio Pascual. SG” (firma de Salvador Gisbert)". El artículo está muy ilustrado, y describe ampliamente muchas obras de estos autores, y especialmente la de Huesa.
En Salvador estaba trabajando en diversas instituciones y edificios que renuevan sus decoraciones y cuentan con Gisbert, en la capital turolense, como por ejemplo:
- En la restauración de la catedral de Teruel, para la cual, entre otros muchos artistas y amanuenses figura "D. Salvador Gisbert, pintor de Teruel; que ha proyectado el dibujo de la vidriera de la O del trascoro"(8).
- En "los espaciosos salones del círculo de recreo Turolense, acaban de ser restaurados, habiendo dirigido las obras el arquitecto provincial D. Francisco Reinals y la parte decorativa nuestro amigo el conocido pintor D. Salvador Gisbert", donde llamaba mucho la atención "el salón de baile en el que han dado una bizarra prueba de su buen gusto los aludidos señores Gisbert y Reinals", y que se estrenaron para el carnaval y baile de máscaras de febrero de ese año(9).
- En las reformas del coliseo turolense, que para sus funciones teatrales llamó a Gisbert, que les realizó "las decoraciones y el telón de boca, ha resultado un trabajo digno por todos conceptos, de ser admirado. Una de las pinturas del telón representa la parte de ciudad que comprende desde el puente de hierro hasta la Glorieta(10)."
- Haciendo copia de un retrato de D. Félix Rico (obispo que rigió la diócesis de Teruel de 1795-1799), que fundó el establecimiento de caridad de la "Casa de Misericordia", luego convertido en "Casa provincial de Beneficencia". El cuadro original se conservaba en la parroquia de San Andrés de Valencia y la copia, que promovió elaborar la Diputación Provincial, se colocó en la casa de beneficencia de Teruel en septiembre de 1888(11).
En 1891 era miembro de la Junta Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos de Teruel en cuyo cargo solicitó la declaración de monumentos nacionales para las torres mudéjares de San Martín y El Salvador.
"La Vaquilla del Ángel", de 1885 de Salvador Gisbert, antes de su restauración.
Adquirido y recientemente restaurado (junio 2012) por el Museo de Teruel.
Al margen de actividades artísticas o patrimoniales, Gisbert aceptó en 1892 el encargo de ser delegado para la provincia de Teruel de la "renombrada sociedad de seguros de vida" "La equitativa de los Estados Unidos"(12).
En se convirtió en presidente del Círculo de Obreros Católicos de Teruel, una organización ligada al Catolicismo Social, (lanzado tras la encíclica Rerum Novarum de 1891) en el que parece ser el único foco de obra sociales de la provincia en ese primer periodo. Tenía por objeto el socorro de socios, la instrucción (de mano de las escuelas nocturnas).(1)
"Una plegaria". Dibujo en el álbum de 1871 de Salvador Gisbert (cuando tenía 20 años)
por cortesía del Museo de Teruel
En el año 1911 estaba en activo, pues figuraba en los anuarios de comercio en las secciones de: "Profesores de dibujo" (afincado en Pl. Tremedal), donde sólo constaba uno más; en la sección dibujantes, junto a otro más, y en la sección de "Pintores artístas", donde figura él y su hijo Salvador Gisbert Garzarán (afincado en la P. Glorieta). Además era vocal de la comisión de monumentos históricos, junto a otros vocales electivos como Pascual Barberán, Juan Cabré, Severiano Doporto, además de otros cargos políticos provinciales.
De su labor artística encontramos huellas allá por donde se estudia la sociedad turolense de su época. Al parecer diseñó suyo unas vidrieras de una iglesia turolense. También se aprovecharon de sus cualidades como dibujante muchas publicaciones y otros elementos como la siguiente curiosidad que transmite una imagen que imaginamos en una calle:
"En el escaparate de la imprenta donde se edita esta revista está admirando el público el bonito trabajo pintado en pergamino por el reputado artista D. Salvador Gisbert, del título de socio de mérito conferido por la Sociedad Económica al Ilustrísimo Sr. Obispo. Enhorabuena para nuestro Prelado, merecedor de tales distinciones, para la Económica que ha tenido tan buena idea, para el artista que ha tenido tan buen gusto y para todos los amigos del arte y del país que desean que estos trabajos se repitan.". El Ateneo. nº 4 (Teruel 15 de septiembre de 1892).
Hemos hallado en el diario "La Crónica", de
16 de octubre de 1912, la noticia de su muerte dos días
antes.
"Hoy ha sido conducido a la última morada el cadáver
del notable pintor y delineante de la Excma. Diputación
D. Salvador Gisbert.
La conducción ha sido una manifestación de duelo,
viéndose entre la concurrencia personal de todas las clases
sociales, demostración cierta de las muchas simpatías
y admiraciones que gozaba el finado en esta capital, y a las que
se había hecho acreedor por la bondad de su carácter.
A su viuda D.ª María Garzaran, sus hijos Josefina,
Salvador, Santiago, María, Antonio y José María
y demás familia, enviamos nuestro más sentido
pésame." M. Abril.
No sabemos la causa de su muerte pero estuvo enfermo al final de sus días, en el mismo diario el día 12 se publicaba que "se encontraba gravemente enfermo desde hace unos días", deseando un periodo de mejoría que finalmente no llegó.
En un artículo de divulgación sobre su vida y obra que de publicó en Diario de Teruel en febrero de 2014 incluyeron una fotografía de su artística lápida, en Teruel, donde fue enterrado.
Reportaje de Serafín Aldecoa en Diario de Teruel (23/2/2014).
Según nos ilustra Concha Lomba, varios años después de su muerte, acaecida en 1912, recibió su único homenaje, a su trayectoria, en la llamada Exposición Artística de Teruel, donde varios artistas aragoneses expusieron obras propias junto a una antología de la obra de Salvador Gisbert.
De los seis hijos que tuvo en su matrimonio tres continuaron con la afición artística. Salvador, el más notable, Antonio, que fue escultor y su hija María de forma más esporádica.
Su labor recopiladora
Como muestra de la amplia actividad cultural desarrollada por Salvador Gisbert basten las muestras siguientes.
En el libro de Ossorio que recopilaba a los periodistas del siglo XIX se cita a Salvador Gisbert (Pág. 172) como "Laureado pintor y periodista; redactor que ha sido de “Heraldo de Teruel” de “Alcañiz” y actualmente de “Diario de Teruel”.
Siguiendo esta información y gracias al gran proyecto de digitalización de hemerotecas hemos podido leer el "Heraldo de Teruel" y hallar en esta publicación los siguientes trabajos:
- Numero 5, 31 de octubre de 1896. "Recuerdos" sobre una posible historia o leyenda de un inmigrante francés en el pueblo de Blesa. [Puede leerla aquí]
- Número 22. 27 de febrero de 1897. "Paisaje", con un gran dibujo de Gisbert.
- Número 53. 2 de octubre de 1897. "Cosas de mi tierra. La loca de..."
En este último narra una historia que por lo poco que tiene de original, bien pudiera estar basada en un hecho real, como una sucesión de dos crímenes pasionales. No quiere citar el lugar, pero el propio Gisbert firma y escribe en primera persona y da su relación con los fallecidos y la mujer superviviente. Es inquietante lo que puede leerse.
Leyendo un libro actual de Agustín Ubieto Arteta, titulado "Leyendas para una historia paralela del Aragón Medieval"(2), en busca de leyendas localizadas en Blesa o su entorno, encontré que varias de ellas estaban extraídas de artículos que Salvador recopiló y publicó en "Revista del Turia" o el "Heraldo de Teruel" a finales del siglo XIX. Algunas de las leyendas eran:
- "La reconquista de Villel",
- "Los Luna y los Urrea, enfrentados",
- "La resistencia heroica de Bueña",
- "Los amores de Berenguer de Azlor y Aldonza de Entenza",
...provenientes de Villel, Zaragoza, Bueña y Montalbán respectivamente.
Y es que su labor escrita está dispersa por diversas revistas que fueron surgiendo en Teruel en aquellas décadas, como "El Ateneo", "Miscelánea turolense", la revista católica ilustrada "La Esperanza" (1889), además de las mencionadas en el párrafo anterior, así como otras más. Sus artículos nos interesan tanto como sus ilustraciones, porque en su doble faceta de pintor/dibujante y recopilador de la cultura e historia turolense, escribió artículos que tocan a Blesa y Teruel muy directamente, al recopilar la historia turolense y leyendas y tradiciones populares.
Destacar el relato que tituló "COSAS DE MI PAÍS ¡LOS CONSTITUCIONALES!" y que publicó en Revista del Turia. Teruel. 1886. nº 18, 15 de septiembre de 1886 que incluye datos sobre la vida de Santiago González insertos en un hecho que seguramente este vivió en 1823, durante el final del Trienio Liberal de 1820-23. Este relato lo hemos reproducido, inserto en un estudio sobre lo que hemos podido recopilar sobre dicho periodo en la zona geográfica de Loscos-Huesa-Blesa y sus comarcas. Puede leer dicho artículo aquí.
En el Ateneo publicó varios relatos, uno de los cuales (El cementerio) puede leer en esta misma página (www.blesa.info).
Dos versiones de la leyenda del Almadeo y de la cruz del Hituelo
Con cierta sorpresa hallo en Heraldo de Aragón, una colaboración del escritor turiasionense Gregorio García-Arista (1866-1946), titulada "Señores y vasallos" el 28 de septiembre de 1932 (en la sección Fruta de Aragón) donde plasma una versión de la leyenda del Almadeo, de Huesa del Común. También la publicó en Heraldo de Aragón el 17 de julio de 1938 (en la sección "Aragón Histórico y legendario"), con cambios sutiles entre una y otra. En 1932 el personaje de mosén Beltrán pasa a ser en 1938 micer Beltrán, quizá para que no pareciese que un cura hacía tratos con el padre judío.
Salvador Gisbert, ya en 1882, publicó esta leyenda en la revista Turia, y luego en 1901 en el libro recopilatorio "Leyendas y tradiciones turolenses". Es muy posible que la elaborase partiendo de un relato oral, que seguramente enriqueció con detalles, porque las leyendas transmitidas oralmente tienden a perderlos y quedarse en la esencia.
Cuando cotejamos lo publicado por García-Arista comprobamos que: a) no cita nunca el cuento de Gisbert, b) no sigue lo escrito por Gisbert hay diferencias importantes, c) pero hay demasiados detalles comunes, no tanto de la historia, sino de personajes.
Se llama igual el joven enamorado (Román), el viejo judío (Aben Levi) padre de la amada (Lía), el esposo convenido para ella (el "viejo rumí de Blesa", Isaac de Blesa), el representante de los pueblos de la honor (mosén Beltrán en Gisbert, micer Beltrán en García-Arista), el abusador señor de la villa y la honor (Juan de Olcina), el regente salvador (Juan de Navarra)...
La historia de García-Arista está reescrita entera de nuevo, no es un plagio literario, tiene menos adornos, está reordenada. De hecho, el padre de la muchacha pide a Román directamente el pergamino que oculta su señor, que los villanos de Huesa necesitan para amparar sus derechos. En cambio, la versión de Gisbert, al joven se le piden riquezas para igualar al otro pretendiente de la amada (como en la historia de los amantes de Teruel), y es por esta necesidad, que se le aparece en el Almadeo un personaje que parece un diablo tentador que le compra el alma y que le colmará de riquezas a cambio del pergamino. La historia de Gisbert sirve de amparo para justificar el nombre del término de Huesa Almadeo como un "alma" "deo", razonamiento más romántico que etimológico. La historia de García Arista no entra para nada en ello, ni hay trato en el Almadeo, ni huerta como premio.
Pero desde luego, me queda la duda de si García-Arista recopiló la historia de primera mano en Huesa, con todos sus nombres de personajes idénticos, o si leyó o le leyeron la versión elaborada por Gisbert cinco décadas antes.
No sorprende tanto cuando hallamos en Heraldo de Aragón de 7 de enero de 1933 otra elaboración de García-Arista y Rivera, en su sección "Fruta de Aragón" (y publicada de nuevo el 2 de julio de 1938) de la leyenda de la Cruz del Hituelo de Gisbert. Nuevamente la redacción es independiente de la del turolense, el único personaje con nombre de la leyenda de Gisbert se llama igual en la de García-Arista; se omiten detalles locales aportados por Gisbert en 1901, como el desplazamiento del monumento y el autor del mismo; y añadió a la Cruz del Hituelo unos párrafos para denigrar a los judíos (y a los moros de paso), a la vez que tenía otros (eso sí) para defender lo liberal de este reino de Aragón para con ellos, para así combatir... ¿la injusticia? No, "la leyenda negra".
Sus ilustraciones
De sus relatos de leyendas y tradiciones populares, dice Concha Lomba «que solía emplear personajes que le eran próximos, casi familiares». Por ella sabemos que el polifacético Salvador Gisbert recogió la leyenda asociada a la Cruz del Hituelo en una de sus obras sobre leyendas y cuentos aragoneses. En el exhaustivo trabajo que sobre Salvador publicó esta investigadora, cita una de sus muchas colaboraciones. Salvador, junto a Federico Andrés, publicó un libro titulado "Leyendas y tradiciones turolenses... Obra ilustrada con profusión de grabados originales del Sr. Gisbert y otros dibujantes". Casi todas las ilustraciones eran de Gisbert, realizadas entre 1899 y 1901, entre ellas tres para la leyenda titulada "la Cruz del Hituelo" y dos para "La peña del mudo", que también está ambientada en Blesa.
Según escribió Concha Lomba, viendo el libro y sus ilustraciones «La calidad del más de medio centenar de dibujos es notabilísima, convirtiéndose muchos de ellos en verdaderos cuadros costumbristas inspirados en una zona geográfica que el autor conocía bien -Blesa y sus entornos- y en composiciones históricas otros...». Por otra parte, la investigadora menciona que la calidad de la impresión era mala y las ilustraciones pequeñas, pese a lo cual no cabe duda de que ese libro tiene un interés muy alto para recuperar parte del pasado de Blesa.
De Salvador se conservan más ilustraciones que cuadros, pero el valor de muchas de ellas trasciende ahora el meramente artístico. El estado actual del castillo de Peñaflor, en Huesa del Común, es bastante desolador y lejano al que en algún momento debió tener. La asociación cultural, que tiene el mismo nombre que su castillo, buscaba y busca fotos o ilustraciones antiguas que permitiesen recordar su aspecto, y las que han hallado hasta ahora son dibujos que Salvador Gisbert realizó en 1882.(3)
Primera tira cómica sobre los amantes de Teruel, dibujada por S.Gisbert (octubre/1896).
Salvador Gisbert y "los amantes de Teruel"
Un curioso trabajo es el que emprendió en 1896, realizando y publicando en Heraldo de Teruel (desde el primer número, en octubre) la historia ilustrada de los amantes de Teruel, con viñetas alusivas a cada escena. Sólo hallamos viñetas desde el nº 1 hasta el nº 27, aunque la colección de Heraldo de Teruel que consulté no era completa, lo más probable es que no se completase la historia.
Su compañero de curiosidades en Heraldo de Teruel, Federico Andrés Tornero había realizado un estudio en 1894, la "Historia Crítica de los Amantes de Teruel" y también publicado un Breve resumen de la historia de los amantes de Teruel en Teruel en 1895.
Portada del libro sobre los amantes de Teruel, escrita por F.Andrés e ilustrada por S.Gisbert (1895).
Los textos que acompañan a los dibujos no son con rigor los del "papel con letra antigua que contienen la Historia y la nota de 1555", pero si siguen claramente los mismos cuando le conviene, tal cual se puede leer en el apéndice de la obra de Conrado Guardiola, pág. 74 y siguientes. Incluso arrancó la historia con la introducción notarial de Yägue de Salas que se utiliza en las 8 primeras viñetas.
Aunque las viñetas están englobadas bajo el epígrafe de "Historias cómicas", sus dibujos y textos no fueron una burla, todo lo contrario, los textos se trascriben en la mayoría tal cual están en el protocolo, sin apenas traducir ningún término anticuado, más sí haciéndose eco de algún dato que la expansión literaria ha añadido, como en el nombre de "Diego" al de "Juan Martínez de Marcilla", omitiendo algún otro como "de tenor vint dos años", o traduciendo algunas frases, como cuando cambia los "...podía dar a su fija treinta mil sueldos..." por un "...podía dar a su fija tres talegas de maravedises". Quizá en esos comentarios estuviese, a la sazón, el tono jocoso.
Puede disfrutar de ella en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica del Ministerio de Cultura o más fácilmente en este reciente blog: parte 1, parte 2.
Conrado Guardiola, autor de un clásico y excelente estudio crítico profesional con todos los argumentos sobre lo histórico, lo literario y la leyenda de los Amantes de Teruel, utilizó los dibujos de Gisbert en la publicación de Cartillas Turolenses, pero no las tiras cómicas, sino otros dibujos en que recreó escenas del desenlace de aquellos dramáticos sucesos que terminaron en 1217 (págs. 3, 31,51, 57, 69).
Un aspecto significativo de su vinculación a Teruel y la historia de los Amantes es que se encargase a Salvador Gisbert un boceto para un panteón de los Amantes, que figura en la página 11.
Decoración de la iglesia de Huesa del Común
Fabián Mañas y Fran Martín publicaron en 2013 un artículo de investigación en el que nos descubrían que la decoración de la iglesia de San Miguel de Huesa del Común (Teruel), había sido pintada por Salvador Gisbert en 1886.
Fabián Mañas y Fran Martín publicaron en 2013 un artículo de investigación en el que nos descubrían que la decoración de la iglesia de San Miguel de Huesa del Común (Teruel), había sido pintada por Salvador Gisbert en 1886.
Huesa del Común.
Huesa del Común.
Huesa del Común.
Huesa del Común.
Decoración en la iglesia mudéjar de San Pedro de Teruel
En Teruel se conserva esta bonita iglesia del siglo XIV que al parecer carecía de decoración interior cuando se llegó a finales del siglo XIX. Los arquitectos y artistas de esa época estaban inmersos en la corriente del modernismo y el medievalismo. Y en ese contexto, el interior del templo fue en parte reformado por el arquitecto Pablo Monguió Segura y enteramente decorado por Salvador Gisbert entre 1896 y 1902. Las pinturas de muros y techo son de gran riqueza artística; Gisbert tenía amplia experiencia en la creación de arquitectura efímera religiosa, como los monumentos de Semana Santa creados junto a su padrino Santiago González, o incluso pintando íntegramente iglesias, como la de Huesa del Común en 1886 (como publicaron Fabián Mañas y Fran Martín en la revista Xiloca). Así que en Teruel llegó ya con la experiencia y el ímpetu de su madurez como artista. El resultado fue espectacular: colores potentes, horror al vacío, vidrieras coloristas y emplomadas de profundo impacto. Consiguió una armonía dentro de lo recargado del estilo.
Preciosas vidrieras.
Techumbre estrellada.
Las guías profesionales enseñan la iglesia, sus recovecos, la torre, el paseo por las alturas... Tienen íntimo conocimiento de muchos detalles, que no estaban descritos hasta ahora. Además de conocer los lugares donde han aparecido firmas de Salvador Gisbert en los muros, o textos fechando el remate de la pintura de algún lienzo, nos han contando que recientemente, limpiando una cornisa que rodea la nave a gran altura, han localizado inscripciones de Gisbert, dejando memoria de las etapas constructivas y quien le ayudaba.
Recopilador de historia y defensor del patrimonio
De la recopilación histórica nos interesa muy particularmente su síntesis "Historia del Común de Huesa", publicada entre 1881 y 1882 en la revista turolense "El Turia". En ella se salvaguardaron decenas de datos de documentación antigua que no han llegado a nuestros días sobre la historia, de la honor de Huesa, la antigua honor feudal donde se inscribían los pueblos próximos a Huesa del Común. Fue reeditada por la Asociación Cultural Castillo de Peñaflor en 2006 en una versión literal, y posteriormente ha sido reeditada en una edición crítica en 2013, realizada por Javier Lozano, donde se comparan sus afirmaciones y se corrigen errores y completan datos.(4)
Como nos ilustraba Concha Lomba, al frente de la Junta Provincial de Monumentos Históricos y Artísticos, en representación de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, participó entre otras cosas en la declaración de Monumento Nacional de las torres del Salvador y San Martín de Teruel.
Alguna otra labor suya, ahora disimulada en el tiempo, fue el conocer y seguramente informar al arqueólogo Joan Cabré (1882-1947), cuando en los albores del siglo XX estuvo realizando el “Catálogo Monumental de Teruel”, obra magna en la cual hay bastantes fichas de arqueología y arte de Blesa, Cortes de Aragón y otras localidades del norte de Teruel (platería, pintura gótica, descripción de piezas arqueológicas no halladas hoy). Y ha quedado constancia de tal relación por el estudio de una pieza, una escena medieval en una placa de plata, que formó parte de un cofre con historia que se hallaba en la iglesia de Montalbán, que ha descrito Pedro Luis Hernando Sebastian, y donde se menciona que fue de S.Gisbert y que este se la mostró a Cabré para su catálogo, junto a los detalles de que disponía.(5)
Unas palabras para terminar
No puedo extender este artículo para citar la amplitud de sus actividades culturales, como promotor, defensor y difusor de la cultura y arte turolense, o colaborador en revistas, por lo que remito al lector al exhaustivo estudio de Concha Lomba Serrano y otros especialistas, en el libro apuntado en la bibliografía, donde puede encontrar gran cantidad de cuadros y bocetos del pintor.
De Salvador sólo tenemos una fotografía, que conserva la familia, y que se publicó a los cinco años de su muerte, que nos ha facilitado Félix Gisbert. No sabemos el nombre de la publicación, pero seguramente será una de las turolenses en que colaboró.
Recientemente (enero de 2013) ha aparecido una fotografía donde está él, con alguna duda en su identificación. Véase Diario de Teruel del 13 de enero, o en la exposición del museo de Teruel al que alude. Lo analizamos en la Gaceta de Blesa de dicho mes [enlace] y nuestra conclusión es que es la persona de la derecha de la foto. En 1897 realizó una excursión al monasterio de Cilleruelos y en una venta próxima se tomó una fotografía en que participó.(13)
Muchas lagunas existen, que este artículo trata de ayudar a rellenar; su modesta pretensión es dar a conocer la figura de este artista y para motivar la curiosidad del lector y ampliar el conocimiento de nuestro pasado.
F.Javier Lozano
(agosto 2000-diciembre 2009)
Ilustración de la leyenda
de la cruz del Hituelo
Boceto para "Nocturno", 1880
El bautizo, 1880
Óleo sobre lienzo, 92x72 cm.
Colección particular.