Este verano "aparecieron" en Blesa algunas señales de tráfico, como la que limita la velocidad a 30 Km/h, situada a la entrada por el puente viejo, y la de señal del vado, situada en el Balaguero.
No es nada destacable, pero siempre choca a la imagen que conservamos, a los que llegamos tras un tiempo. Una lástima que en España se hagan las señales tan grandes (mucho más que en Alemania, por ejemplo, donde no suponen que los conductores sean miopes como aquí). Creo que sería interesante que existiese una señalética de tráfico alternativa internacional para los lugares con interés y ambientación rural o antigua, porque a los lugares que son patrimonio de la humanidad, o a un Teruel en plenas celebraciones de bodas de Isabel (que como se ve en la fotografía cubren las oficiales de forma muy original y apropiada), o a un pueblo poco mancillado por el tráfico, le queda mal la agresiva y colorista señal pensada para ser vista en una carretera circulando a gran velocidad.