Comento a continuación unas críticas a una actuación artística, con vocación de homenaje a "víctimas", que se realizó hace ya diez años. Lo he conocido en los últimos meses, a pesar de haberse publicado en prensa en su momento. Hasta 'Diario de Teruel' se hizo eco en su día (el 6 de abril de 2014).
Se trata de un desacertado homenaje a huesinos y blesinos encarcelados hace tiempo (pronto hará 90 años).
Vayamos por partes.
Hace 10 años, una eternidad en la vida de una joven artista y estudiante de Bellas Artes navarra, que llamaremos LDG, utilizó una escalera de Teruel capital, para recordar en sus 27 escalones los nombres de otros tantos turolenses que estuvieron presos en un penal de la capital de Navarra "durante la guerra". Luego hablamos de ese "durante".
Así contaban la intervención artística (extracto mucho):
"Durante los días 5 y 6 de abril de 2014, se llevó a cabo una intervención artística con el título de «Héroes», en las escaleras que están situadas entre la carretera de Alcañiz y la calle Miguel Ibáñez, en el barrio de San León de Teruel. La autora, LDG, joven navarra estudiante de Grado de Bellas Artes en Teruel (Universidad de Zaragoza). La intervención se enmarca dentro de su Trabajo Fin de Grado, titulado “Caronte. El precio entre la vida y la muerte”." Su idea es que los vecinos de barrio de San León (en Teruel), "...estarán ahora obligadas a ver esos nombres y a reflexionar de quiénes eran. La artista considera[ba] que existe una «similitud conceptual» entre subir las escaleras y el reconocimiento actual a las víctimas de la guerra civil española".
Fallo primero:
Aquella moza no parecía tener una noción de la cronología histórica; actuó como si todo lo anterior a su nacimiento fuese "franquista".
Lo razono. En todas las reseñas de su obra en prensa, incluida la de Diario de Teruel, añadieron a la noticia de su homenaje artístico el contar el suceso de ser aquel penal pamplonés donde ocurrió la mayor fuga de presos de España, en mayo de 1938 (en plena guerra civil). Se comentan las duras condiciones de la cárcel, del maltrato, de la fuga y los asesinatos de los fugados... LDG se tomó la molestia de buscar a supervivientes de dicha cárcel y entrevistarles.
Pero a la vista está que los trabajos de fin de grado no tienen porqué cumplir una mínima calidad en su "investigación"; que no llegó más allá de recopilar esas condiciones duras del presidio, esa noticia de la fuga y hacer unas obras artísticas. Porque, cuando se puso a elegir nombres de "víctimas", encarcelados "durante" (he aquí su palabra) la guerra, la artista fue y tomó una lista de presos que no estuvieron allí en ese periodo, ¡menudo patinazo! Eligió a unos turolenses de los que al menos 13 resultó que no estuvieron presos bajo el yugo del franquismo (y sus condenas al margen de las más mínimas garantías procesales), sino que habían estado encarcelados ¡anda! en 1935 bajo el gobierno de la Segunda República española, democrática, que por mucho que se la idealice, antecedió a la guerra y también encarcelaba a gente (y en la cual se mataba a cenetistas y campesinos). Menudo desliz.
Así que, para empezar, no se percató de que al menos la mitad de los presos lo fueron durante la República.(*)
Y si solo fuese eso... Si hubiese hecho una investigación, si hubiese leído los expedientes, si hubiese buscado algo sobre a quienes homenajeaba y qué hicieron en sus localidades, antes y después del paso por la cárcel del monte Ezkaba de Pamplona, igual LDG no hubiese jugado alegremente con fuego.
Fallo segundo:
No homenajeó a pobres inocentes asesinados o encarcelados sin culpa.
Ahí estarán escritos (si es que aún dura el pintado). Entre los nombres de huesinos y blesinos el de Luciano Lou Simón, el máximo dirigente de la revolución anarquista en Blesa entre 1936 y 1938, fundador de CNT en la localidad, muy probablemente corresponsable de los asesinatos de 26 personas en el contexto de la guerra (con el apoyo o quizá empujado por la presencia de la columna Carod-Ferrer... y con todos los matices que queramos buscar). No estuvo en la cárcel de Pamplona por todo esto que resumo, que ocurrió después de su paso por el penal, sino que fue encarcelado porque ya participó activamente en la revolución de contra la República (sí, durante el "Bienio conservador" (1933-1936)). No sabemos qué fue él, desapareció de la historia ya incluso antes de la llegada de las tropas franquistas a Blesa.
Bastantes de los nombrados y rememorados en 2014 en esa escalera de Teruel eran de Huesa del Común (12). Fueron los integrantes de CNT levantados en revolución en 1934, y son muchos de los que luego dirigieron Huesa durante la revolución en 1936, la que ocurrió por culpa del golpe de estado fascista (raíz este último de todos los sufrimientos de los vecinos de la zona). Sin levantamiento militar no hubiésemos sufrido ni anarquía ni asesinatos ni destrucción patrimonial.
No soy quien como para ser juez, ni quedaron tantos documentos del mal que hicieron, pero de los pocos testimonios conservados por el enjuiciamiento que se les comenzó a hacer en tiempos de la República (otoño 1937-invierno de 1938) y las sospechas y testimonios de algunos familiares de los asesinados en Huesa del Común... alguno de esos presos por la revolución de octubre de 1934, estuvieron implicados en la selección de víctimas locales.
Así que esa frase de que las personas de Teruel se verían "obligadas a ver esos nombres y a reflexionar de quiénes eran..." Pues podría haber empezado por ella misma.
Aunque a esta artista le diesen pena todos los presos algunos de los que refiero estuvieron implicados en la muerte de vecinos suyos por motivos ideológicos, aterrorizaron a otros para que entregasen su azafrán a la colectividad... Aunque den pena, porque alguno terminó pasando del exilio en Francia a ser hecho prisionero y malvivió o incluso murió en campos de concentración nazi (en Austria), una parte de ellos hubiese sido encausado por sus delitos en España, incluso aunque hubiese vencido el bando republicano. Ya estaban siendo enjuiciados todos los miembros del comité de Huesa a finales de 1937 y comienzos de 1938, como decía, cuando aún gobernaba en esa parte de Aragón la Segunda República, carcomida, eso sí, por las influencias comunistas (la justicia perdió mucha neutralidad en aquel contexto).
En fin, que entre miles de inocentes asesinados en Teruel y cientos arrojados a los pozos de Caudé (por ejemplo), fue esta casi-niña y eligió los nombres de unos turolenses que ni siquiera estuvieron encarcelados durante el franquismo, y que legaron a su presente y al futuro parte del rastro de sangre que ocurrió en Blesa y Huesa del Común durante el primer año de guerra civil.
Fallo tercero:
Estaba tan poco documentada ni contrastada la información sobre a quien homenajeaba que hasta puso apellidos mal (Plon en lugar de Plou, o un Burillos).
No quiero hacer más leña de este torpe y desafortunado homenaje. Hace diez años esta joven no investigó apenas, no arañó ni la superficie de la realidad pasada, falló incluso en la cronología de los presos a los que dio publicidad. Seguro que ahora lo haría mucho mejor.
Responsabilidad:
¿Fue la responsable total del desatino? Asombra que un idealismo artístico, celeste, juvenil, de aquella joven no estuviera mejor corregido, pues su trabajo de fin de grado estaba dirigido por un adulto (un profesor nacido en 1957) que podía saber un poco más. Le podía haber advertido de cualquiera de esos tres problemas que hemos visto, o al menos del más evidente.
En su descargo: ¿Qué podemos suponer que pasó? ¿Que son gente artista? ¿Que orbitaba en torno a Navarra el tufo de que cualquier preso es un héroe, independientemente de si ha matado o apoyado que otros lo hagan? ¿Que no tienen porqué saber historia por ser bien intencionados? ¿Hay que dejar esto sin avisar y que un día, por descuido o estulticia, otro estudiante de artes puede hacer un "monumento" a Adolf Eichmann (por haber estado encarcelado en una prisión Israelí), o a un Lasa Mitxelena, cuando tras unas décadas de haber salido de la cárcel se olvide algún artista de porqué fue preso?
Reflexión
Quizá tras diez años las escaleras ya se hayan borrado, quizá tras diez años la autora sea ahora una mujer madura e informada. Quizá ya sepa la pequeña vacuidad de su homenaje, el despropósito de la honra que hizo a unos "presos" idealizados como "héroes" que rezaba el título de su obra.
Al margen de estas escaleras, hay que ser conscientes de que por mucho que sepamos que los anarquistas querían fundar un mundo más justo e igualitario, en el contexto de la guerra y la revolución pasó lo que pasó: asesinatos ideológicos sin procesos ni garantías. Saber y afirmar esto no justifica la actuación de los asesinos de derechas, que comenzaron antes (bastante antes), con el exterminio de españoles, sistemáticamente, por el mero hecho de ser: a) campesinos pobres en España en las tierras de los feudos y latifundios, b) sindicalistas que reclamaban mejoras en sus condiciones de vida, c) obreros conscientes de las desigualdades, d) luchadores.
Nada hay más digno de ser rememorado y compensado que el sufrimiento de un inocente a manos de un estado o unas fuerzas que linchan, encarcelan, bombardean o asesinan por motivos ideológicos o racistas. Inocentes hubo muchos, miles, niños, mujeres, hombres; también sus huérfanos y familias a las que se ahogó sin recursos ni trabajos.
A muchos de estos supervivientes ayudaría y reconfortaba la ley de memoria histórica, que dignificaba aquel sacrificio injusto, reconociendo o su valor, o recuperando los restos de unos familiares que no se pudieron reivindicar por décadas.
Por ello, flaco favor le hace a la causa de tantos miles de inocentes españoles, que se realizara un homenaje artístico tan mal concebido como el de esa triste escalera en Teruel.
Fuentes
- Diario de Teruel 6/4/2024 pág. 50
- El Eco de Teruel (abril 2014)
- ARMHAragon con la lista de nombres de la escalera.
- Luciano Lou y la mención a la dignificación.
- ANEXO "Caronte. El precio entre la vida y la muerte", el trabajo de fin de grado (2014) [PDF 84 páginas].
- Director del T.F.Grado.
(*) He revisado los otros presos turolenses ajenos a Huesa y Blesa y son 14 personas de las cuales, solo 7 estuvieron encarcelados durante la guerra o la dictadura de Franco. Los otros 7 estuvieron encarcelados en Navarra solo durante la Segunda República, y solamente uno en ambos periodos. Por si interesa a alguien: Estos otros 14 presos provenían (o estaban domiciliados) en: Alcañiz, Ariño, Beceite, Burbaguena, Cella, Crivillén, Cubla, Fuentespalda, Luco de Jiloca, Muniesa, Orihuela del Tremedal, Tortajada y Valjunquera.