Dejando bonita la iglesia

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Unos voluntarios están pintando y forrando los bajos afectados por la humedad del terreno.

Los hermanos Sánchez Cucalón (Mariano, Félix y Jesús) están dejando la iglesia casi como nueva, trabajando desinteresadamente los fines de semana de mayo y junio, pero sin ascender a las alturas celestiales. Están remozando aquellos fragmentos de pared más afectados por la humedad y pintando, con su habitual profesionalidad, los arcos y capillas. Al fin y al cabo, la iglesia anterior a esta se hubo de derribar en el siglo XV por sus problemas de humedad, y la nueva ha tenido que luchar contra esa idiosincrasia del terreno desde entonces. Hacía 22 años que Félix y su padre pintaron la iglesia.

Se necesitarán voluntarios. Desde aquí se hace una llamamiento para ayudar a los pintores, que están saneando paredes, para que el día 19 de julio por la mañana (día de las carreras de la Milla de los Molinos de Blesa), acuda a la iglesia un tractorista con su tractor y remolque (ponerse de acuerdo con Félix Sánchez), y cuantos voluntarios puedan con pala y carretillo. (Abstenerse encargados y jefes de obra, de eso ya hay ;-).

La iglesia necesita una reparación. Descochados por la humedad.

Por otro lado, varios miembros de la asociación cultural El Hocino, desmontaron el sábado por la mañana la reproducción del retablo gótico de Blesa a tamaño real que estaba en la pared izquierda del crucero. Dicha pared también necesita retoques por la humedad, y cuando se vuelva a colocar el retablo no se hará en el mismo anclaje, y quizá también se haga en otra posición.