Según Gisbert, por 1878 tuvo lugar un suceso que se cruzó con unos dimes y diretes, chanzas de charlatanes o romances de ciegos, que metían miedo en las almas analfabetas de la España decimonónica. Pero el caso es que uno de los signos del fin de los tiempos pareció cumplirse y el susto fue colectivo. Puedes leer el cuento y dos de los romances del fin del mundo en este artículo.
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